Reforma pensional sin enfoque de género
Si se cumple la promesa del Gobierno, dentro de 15 días llegará al Congreso el proyecto de reforma pensional. Sin embargo, por ahora no hay nada que indique que las condiciones para las mujeres van a mejorar.
Por: Angélica M. Gómez
El Ministerio de Trabajo solo ha publicado una presentación con la idea de cambiar el sistema pensional a uno con pilares. También, las cuentas según las cuales Colpensiones recibiría 24,7 billones de pesos anuales solo por percibir las cotizantes del régimen privado de los salarios comprendidos entre uno y cuatro salarios mínimos. Pero nada se ha dicho sobre el régimen de transición de la reforma o sobre las condiciones para las mujeres, a quienes les suele ser más difícil obtener una pensión.
Santiago Montenegro, presidente de Asofondos, el gremio de las Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías, aseguró este miércoles primero de marzo, en un foro sobre la reforma pensional organizado por la Universidad de los Andes, Fedesarrollo y Anif, que “la reforma pensional es sobre todo un tema de mujeres, porque lo que hemos visto es que las mujeres cotizan menos, son más informales, están más desempleadas, reciben menos subsidios y se pensionan menos. Hay una brecha muy grande y además viven más. La esperanza de vida de ellas es de 78 años y la de los hombres es de 74 años”.
Para profundizar: ¿Dónde está la plata de los fondos privados de pensiones?
Montenegro agrega que, por edades, las mujeres mayores de 80 años son un 30 por ciento más que los hombres de la misma edad. Según las proyecciones estadísticas del Dane, hoy hay 104 mujeres por cada 100 hombres en el país.
En el mismo sentido, Ana María Cadena, directora de la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales (UGPP) advirtió: “Si un hombre empieza a cotizar a los 31 años, logra pensionarse. Si una mujer empieza a cotizar a los 31 años, no lo logra, aunque lo haga con constancia”. Para hacer más crítica la situación, en 2022 el promedio de semanas cotizadas de las mujeres fue cercano a 38, mientras para los hombres fue cercano a los 39 semanas.
Esto se debe –explica la consultora independiente Erika Schutt– a que las mujeres tienen una expectativa de vida más alta que la de los hombres, pero –según la Ley 100– tienen una edad más baja que la de los hombres para pensionarse, lo que significa que tienen menos tiempo para cotizar.
Además, las mujeres tienen la carga de las labores de cuidado en el hogar y, si tienen hijos, se ausentan por largos periodos, que pueden extenderse más allá de las licencias de maternidad. Las mujeres también son más informales y tienen una tasa más baja de participación en el mercado laboral.
Mauricio Santa María, director del centro de estudios Anif, explicó que, si se evalúan las posibilidades de jubilación de una mujer trabajadora y de un hombre trabajador, se ven varias diferencias en la probabilidad de obtener una pensión; también, en el monto de quienes lo logran, en parte porque las mujeres consiguen cotizar menos semanas que los hombres.
Una mujer que solo logró terminar su bachillerato tiene 29 por ciento de probabilidad de jubilarse, mientras que un hombre con la misma educación tiene 50 por ciento de posibilidades de conseguirlo. Si la mujer no logró terminar su bachillerato, la posibilidad se reduce al 22 por ciento; para el hombre, en cambio, baja a 35 por ciento, superior al de una mujer con más educación.
Por otro lado, en el borrador de reforma laboral no se incluyen medidas para incentivar la creación de empleo ni para hacer más flexible el mercado, lo que podría ayudar a quienes tienen más dificultad en encontrar empleo, como las mujeres. Lo que sí advierten los expertos es que se hace más costosa la contratación formal, lo que podría terminar empeorando la situación.
