
El colegio fue nominado junto con otras nueve instituciones en la categoría Acción Ambiental, que competirán por el premio definitivo.
Crédito: ICAM
El colegio colombiano que forma científicos desde niños y es finalista del premio a la Mejor Escuela del Mundo 2025
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Un colegio de Cundinamarca fue seleccionado como finalista de los Premios a la Mejor Escuela del Mundo 2025, gracias a sus proyectos ambientales. Se trata del Instituto de Ciencias Agroindustriales y del Medio Ambiente (ICAM), que forma a niños y jóvenes para investigar la contaminación en una región marcada por la minería.
Por: Gabriela Casanova

“El colegio es un laboratorio a cielo abierto. Educamos desde la problemática para poder plantear alternativas de solución al cambio climático”, dijo Sergio Rincón, vicerrector del Instituto de Ciencias Agroindustriales y del Medio Ambiente (ICAM), un centro educativo privado de Cundinamarca que quedó entre los finalistas del concurso internacional World’s Best School Prizes 2025 (Premios a la Mejor Escuela del Mundo 2025, en español). La institución está ubicada a menos de diez minutos de Villa de San Diego de Ubaté, el famoso municipio lechero de Colombia.
Todo empezó en 1979, cuando el padre Bernardo Torres Cruz fundó el Hogar Juvenil Campesino de Ubaté en la hacienda Novilleros, con el propósito de honrar el legado indígena de destinar los terrenos a la educación. A lo largo de los años, la institución enfrentó múltiples retos por falta de financiación, e incluso estuvo a punto de cerrar a comienzos de los años 2000. Ante este panorama, cambió su razón social y su nombre a ICAM.

Ahora, 46 años más tarde, empieza a ver los frutos de su trabajo. En el concurso internacional, organizado por T4 Education, fue nominado junto con otras nueve instituciones en la categoría Acción Ambiental, que competirán por el premio definitivo. Esto se debe a sus proyectos enfocados en el cuidado del medioambiente y el cambio climático, los cuales motivan a los estudiantes, desde temprana edad, a verse como técnicos, investigadores y científicos.
“Lo que hacemos es que los estudiantes desarrollen la habilidad y la capacidad de identificar un problema ambiental en su zona o región –que los afecte a ellos o a la comunidad– y generen soluciones desde un enfoque científico”, explicó el vicerrector.

El colegio está en una región dominada por la minería, lo que se convirtió en una oportunidad para que sus más de 400 estudiantes, en su mayoría de estratos socioeconómicos bajos, identifiquen los efectos de la contaminación mediante el monitoreo del aire y el agua; y también para que aprendan sobre conservación y prácticas amigables con el medioambiente, como la siembra de árboles y el cuidado de una huerta que produce hortalizas utilizadas en la preparación de comidas en el restaurante del centro educativo.
Cuando el aula es el río: así los estudiantes monitorean la calidad del agua en Ubaté
Uno de los proyectos insignia del colegio es el monitoreo de la calidad del agua del río Ubaté: “El proyecto se basa en preguntas que tienen los niños sobre la cuenca alta y el río Ubaté, por ejemplo: ¿de dónde viene el río?, ¿me puedo bañar en el río?, ¿puedo tomar agua del río?”, explicó el vicerrector.

Según el vicerrector Rincón, utilizan macroinvertebrados (insectos, moluscos y anélidos) que habitan en el agua para identificar cambios en el ecosistema acuático. De acuerdo con el funcionario, de este grupo de animales, unos sobreviven en ciertas concentraciones de oxígeno en el agua; otros mueren si el pH cambia o aparece un contaminante; y algunos solo viven si hay materia orgánica en descomposición o si el agua es demasiado ácida.
“Dependiendo de cuáles están presentes y en qué cantidad, podemos decir con bastante certeza si esa agua está contaminada o no. Vamos al río con los niños, hacemos capturas usando cedazos, trampas sencillas, jarras, y luego analizamos las muestras en el estereomicroscopio, donde también se les toman fotografías”, explicó.
También, comentó que en la cuenca alta del río han instalado cámaras trampa, y han registrado especies que no se avistaban desde hace ocho años, como el tigrillo lanudo y zorros andinos.
Así miden los estudiantes del ICAM la contaminación del aire en la región
El ICAM creó la Escuela del Aire de Cuchavira (quiere decir “aire resplandeciente” en muisca), que trabaja en la medición de la contaminación atmosférica y lidera acciones para mejorar la salud de los habitantes de la región. Está integrada por estudiantes, quienes han recibido formación de la Universidad de La Salle, la Universidad de los Andes y de la organización Hill Consulting.
Para el proyecto, el colegio adquirió 14 sensores para medir la calidad del aire: dos móviles (de uso personal) y 12 fijos. Los sensores móviles son utilizados por los estudiantes y, mediante una aplicación móvil, registran la calidad del aire en su entorno, particularmente, el nivel de material particulado y la presencia de vapores orgánicos.
Los dispositivos fijos fueron instalados en diferentes centros urbanos: uno en el colegio, otro en Ubaté y también en municipios como Cucunubá, Lenguazaque, Guachetá, Tausa, Sutatausa y Ráquira. Otros fueron ubicados en localidades donde las comunidades comenzaron a solicitarlos. Algunos llevan más de año y medio en funcionamiento.

Los sensores más antiguos han identificado como los lugares más contaminados de la región a Guachetá, Lenguazaque, Cucunubá y Tausa. “Son municipios carboníferos, con hornos de coquización y empresas de producción de coque. Ese material particulado puede liberarse mediante el humo o el hollín, pero también por el tránsito constante de vehículos pesados”, explicó Rincón.
Según los resultados, cada año, entre abril y mayo, toda la región de Ubaté sufre contaminación atmosférica causada por quemas provenientes de la Orinoquia.
“En esos días intensos llegamos a niveles de color rojo o morado, comparables con los de la contaminación en India. Esta red, que se llama Purple Air, no solo tiene sensores en nuestra zona: al ser internacional, cualquier persona puede adquirir uno y conectarlo. Así podemos comparar datos a nivel global”, dijo.
Usted puede votar en World’s Best School Prizes 2025
En el concurso hay un premio llamado Community Choice, el cual se decide a través de la votación pública de las escuelas finalistas en todas las categorías. Si quiere apoyar al ICAM, haga clic aquí y siga estos pasos:
- Acceda al enlace.
- Seleccione el idioma español.
- Diríjase a la barra ‘Selecciona una categoría’ y escoja la categoría Acción Ambiental si quiere votar por el ICAM.
- Haga clic sobre el recuadro del colegio colombiano por el que va a votar.
- Haga clic sobre ‘Votar ahora’.
Recuerde que solo podrá votar hasta el 9 de julio.
