Peces, bacterias y plantas: en la economía del presente y del futuro

Por Hernán Camilo Yepes (*)

En el agua está una nueva oportunidad para el desarrollo de la sociedad. Esta es una propuesta que surge en el Tolima. Cultivar peces y plantas aprovechando los residuos equivale a generar un universo de opciones para la seguridad alimentaria, la industria farmacéutica y, a escala global, el beneficio integral de las comunidades rurales.

Se puede hacer incluso en casa, en un pequeño predio. Así funciona acuaponía, un sistema en el que se puede aprender jugando o jugar aprendiendo según desde donde se mire esta nueva apuesta de investigación de la Universidad de Ibagué.

El punto de encuentro es Colibrí, el Co-Laboratorio de Investigación en Bioeconomía Regional, donde está dispuesto un invernadero de 30 por 10 metros en el que profesores, estudiantes y graduados han puesto su conocimiento y su destreza incluso desde su construcción y, ahora, desde el mismo proceso productivo.

“En ello intervienen tres grupos importantes: peces, plantas y microorganismos, que hacen esa aleación a través del agua; entonces, los residuos que generen los peces van a ser transformados por las bacterias, para que lleguen a las plantas y, de ellas, el agua retorne a los peces”, explica la docente Liliana Rocío Delgadillo Mírquez, coinvestigadora en este proceso.

En Colibrí se albergan 12 laboratorios principales, más una sala de prototipado y el área de acuaponía. En esta última se conectan dos secciones de invernaderos, una para investigación y otra en modelo de escala de producción, en los que se propone un sistema cíclico entre acuicultura, hidroponía y nitrificación orientado a fomentar el emprendimiento familiar.

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Colibrí, inaugurado el 2 de diciembre de 2022, está ubicado en el suroriente de Ibagué, en el km 12 de la vía que la comunica con Bogotá, cerca al barrio Picaleña.

Tres son los objetivos principales: generar transferencia tecnológica que contribuya a mejorar los ingresos de familias rurales en el Tolima; contribuir a la seguridad alimentaria a partir de esas tecnologías, y potencializar el emprendimiento entre los jóvenes para que generen empresa en sus entornos.

“Todos hemos buscado las mejores configuraciones, con tal de que estos sistemas sean rentables y ofrezcan la mayor productividad a los emprendedores del Tolima”, explica al respecto el ingeniero civil Luis Eduardo Peña Rojas, docente de Unibagué y coinvestigador en esta área experimental.

Y los frutos se ven. Tal como se esperaba, frente al propósito inicial de fomentar la producción de hortalizas, frutas, aromáticas y medicinales, ya han brotado tomate, lechuga, cebollín, ruda y albahaca, con los que se empieza a comprobar la alta trascendencia que tendrá este sistema para la economía de la región.

El énfasis de la acuaponía está en la aplicación de procesos físicos y biológicos en condiciones aerobias y anaerobias, para el tratamiento de los residuos de los peces.

De hecho, los empresarios del departamento ya han empezado a reconocer las bondades de este complejo científico. Por ejemplo, representantes de firmas como Mayoristas Agrícolas S.A. (Magro) y de las que integran el Comité de Gremios del Tolima ya conocen las variadas maneras de contribuir en esta labor conjunta que se avizora como de largo aliento.

“Queremos llegar a la comunidad y enseñarle esto, mostrarle que es un proceso amigable y que se puede aprovechar una cantidad de recursos para ser más productivos”, puntualiza Delgadillo, docente adscrita al programa Ingeniería Civil.

Acuaponía fomenta una nueva economía en la Capital Musical de Colombia y, en general en el Tolima. Gracias al liderazgo de la Universidad de Ibagué se promueven las buenas prácticas, se brinda empoderamiento a las comunidades rurales para que mejoren su calidad de vida y se preserva el medio ambiente.

(*) Periodista de Unibagué