Régimen de Nicolás Maduro, el espejo en el que no quieren reflejarse los líderes de la izquierda latinoamericana

De izquierda a derecha: Luiz Inácio Lula da Silva, Nicolás Maduro y Gabriel Boric.

Crédito: Colprensa - Reuters.

29 Julio 2024 02:07 pm

Régimen de Nicolás Maduro, el espejo en el que no quieren reflejarse los líderes de la izquierda latinoamericana

Nicolás Maduro resultó reelegido como presidente de Venezuela en medio de unas elecciones que distintas figuras políticas en el mundo han calificado como cuestionables. Incluso, los mismos líderes de izquierda en América Latina han marcado distancia del régimen venezolano.

Por: Claudia M. Quintero

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Nicolás Maduro se posesionó como presidente interino de Venezuela en 2013, luego de la muerte de su mentor Hugo Chávez, y el pasado 28 de julio resultó reelegido en medio de unas votaciones que desde distintas orillas políticas han calificado como cuestionables. Si Maduro suma otros seis años más en el Palacio de Miraflores, el chavismo completaría 30 años en el poder.

Las cifras muestran lo que expertos califican como un régimen. “Se trata de un autoritarismo electoral, porque llegó al poder a través de las elecciones —un mecanismo democrático— y lo que hace es socavar la democracia por dentro”, le dijo a CAMBIO Martha Lucía Márquez, profesora asociada de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana. 

Así, con la reelección de Maduro se mantendrá un “régimen en el que hay altos niveles de represión, persecución a la oposición política, ineficiencia y con sistemas de educación y salud en muy malas condiciones”, explico la profesora. 

La oposición venezolana ha denunciado que, incluso, después de 24 horas del cierre de las urnas, aún no se ha entregado el total de las actas de votación. Esto ha llevado a líderes políticos en el mundo a pedir claridad en el reconteo de votos. 

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María Corina Machado y Edmundo González, líderes de la oposición venezolana. Foto: Colprensa. 

Los pronunciamientos de líderes de la izquierda latinoamericana: Boric, Lula y Petro

Ante esto, figuras como Gabriel Boric, presidente de Chile, y una de las voces fuertes de la izquierda en América Latina, resaltaron la poca credibilidad que tienen los resultados electorales en Venezuela e hizo un llamado a garantizar la transparencia. 

“El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados. Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”, publicó el presidente Boric en un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter). 

En una declaración antes de las elecciones del pasado 28 de julio, Maduro aseguró que si perdía las elecciones podría “correr un baño de sangre”. Ante esto, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, salió a decir que se trataba de un riesgo y que se debe reconocer que quien pierde las elecciones debe irse.  “Me asustaron las declaraciones de Maduro de que si pierde las elecciones habrá un baño de sangre”, dijo otro de los mandatarios claves de la izquierda latinoamericana.

Gustavo Petro es otra de las voces de izquierda en la región y, aunque no se ha pronunciado de manera directa sobre los resultados electorales, desde la Cancillería colombiana y el Ministerio del Interior se ha pedido una verificación de las actas electorales para garantizar la legitimidad de los resultados que dan como ganador a Maduro. 

Pero, ¿por qué hasta las voces de izquierda de la región le dan la espalda a Maduro —a quien han apoyado en algún momento —? 

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Foto: Colprensa. 

Luis Fernando Trejos, doctor en Estudios Americanos con mención en Estudios Internacionales y profesor de la Universidad del Norte, le explicó a CAMBIO que esa distancia que han marcado los líderes de la izquierda en la región obedece principalmente a que “Nicolás Maduro se asocia a ineficiencia en la administración del Estado, corrupción generalizada, pobreza y represión. De ahí que Venezuela, así como Cuba, sean espejos en los que la nueva izquierda latinoamericana no quiera verse reflejada”.

Es decir, mantener una cercanía con Maduro aún con las condiciones en las que está Venezuela —en las que se reportan casos de persecución, acoso institucional, sistemas sociales deficientes, entre otros— podría llevar a muchos a pensar que la izquierda se asocia con eso que vive Venezuela. 

María Jimena Escandón, abogada y analista política, explica que la distancia se da porque entienden que “la democracia y la libertad son el mayor bien de una sociedad”. 

Así, el régimen de Maduro en Venezuela termina por afectar la credibilidad de la izquierda latinoamericana. “Venezuela, Nicaragua y Cuba le hacen un daño enorme a la izquierda latinoamericana: la gradúa en violación de derechos humanos, violencia, incapacidad de gestionar económicamente las necesidades de sus pueblos, así como la demostración de que son solo ideología y pobreza. El resultado de esto es el giro hacia el espectro político de centro y de derecha que tomará la región en el relevo del poder presidencial, en las próximas elecciones”, dijo Escandón. 

Manuel Camilo González, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, considera que un panorama así permite que, en medio de la polarización, algunos candidatos “utilicen la retórica de que la izquierda busca expropiar la propiedad privada y desmontar las instituciones democráticas para construir un modelo político hegemónico que no admite competencia”. Cuando, de acuerdo con el experto, esa situación está muy lejos de la realidad de muchos partidos de izquierda en la región. 

El papel que deben tener los líderes de izquierda en la revisión de los resultados electorales 

Si bien desde esta orilla política no quieren que se les asocie con el régimen de Maduro y los efectos que este ha tenido sobre la población venezolana, que ya tiene más de  7,7 millones de migrantes y refugiados en el mundo —según la Organización Internacional de Migrantes (OIM)—, los expertos consultados consideran que Boric, Lula y Petro deberían ejercer presión para reconducir al diálogo. 

“Deben ser mediadores y facilitadores de procesos de diálogo y búsqueda de acuerdos políticos, cuidándose de ser percibidos como cómplices o simpatizantes del gobierno venezolano y apoyando humanitariamente a quienes siguen saliendo de ese país”, dijo Luis Fernando Trejos. 

En cuanto a Lula y Boric, la analista María Jimena Escandón considera que son demócratas e intentarán ejercer presión para reconducir al diálogo. 

Aunque Boric tiene una relación más distante frente a Maduro, “Lula tiene un rol fundamental, porque es el referente en la región y sabe lo que está en juego. Del Presidente Petro no hay mucho que esperar, primero porque tienen similitudes con el proyecto político; segundo, porque el presidente necesita a Venezuela para su política de transición energética y paz total, y tercero, porque el régimen sabe mucho”, insistió.

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Gustavo Petro y Nicolás Maduro. Foto: Colprensa. 

Esto es clave, porque en Colombia varias figuras políticas le han pedido al presidente que se pronuncie rechazando de tajo los resultados dudosos de la reelección de Maduro. Sin embargo, el primer mandatario no ha emitido un pronunciamiento de fondo. 

Así las cosas, Germán Prieto, profesor de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, señala que es posible que tanto Lula como Petro tengan una participación relevante en que la oposición y el gobierno de Venezuela se sienten a negociar. Por esto —cree— es que ellos no han cortado el diálogo con Maduro. 

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