El caso por presunta compra de votos que le fue archivado a José Alfredo Gnecco y ahora revivió

José Alfredo Gnecco

Crédito: @JoseAlfreGnecco

19 Octubre 2023

El caso por presunta compra de votos que le fue archivado a José Alfredo Gnecco y ahora revivió

Un denunciante afirmó que Gnecco ofrecía 50.000 pesos por voto en varios municipios del Cesar para las elecciones de 2018. En 2022, la Corte Suprema determinó que los hechos no existieron. Ahora que el magistrado Francisco Farfán terminó involucrado en una conversación que lo incrimina por, supuestamente, haberle pasado información a la poderosa familia, la Corte Suprema de Justicia desarchivó el caso.

Por: Alejandra Bonilla Mora

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El 14 de febrero de 2018, semanas antes de las elecciones al Congreso de la República, el senador José Alfredo Gnecco Zuleta fue denunciado por supuestamente haber “orquestado un plan criminal” para comprar votos masivamente en los municipios de La Paz, San Diego y en el norte del Cesar a 50.000 pesos el voto.

La denuncia decía que, presuntamente, para esa actividad ilegal, Gnecco Zuleta había recibido el apoyo de la alcaldesa de La Paz Andrea Ovalle, así como de Juan Paulo Ovalle, Efraín Jesús Ovalle, Eduardo ‘el Tuli’ Ovalle, Gerardo Arzuaga, Benjamín Calderón, José María Pinillo, Fabián Pinillo, Edward Guerrero y Édgar Feria, conocido como el Chegar.

Gnecco Zuleta fue reelegido en el Senado por el Partido de la U y la denuncia llegó a estudio a la Sala de Instrucción de la Corte Suprema en agosto de 2018. El 4 de marzo de 2019, el despacho del magistrado Francisco Farfán abrió una investigación previa y ordenó, luego, la interceptación telefónica de Gnecco Zuleta y siete miembros de su familia, incluida la matrona de ese clan político, Cielo Gnecco Cerchar.

Tras cuatro años de trámite, en febrero de 2022, la Sala de Instrucción decidió que no había pruebas concretas que permitieran indicar que el delito señalado hubiera ocurrido. En consecuencia, archivó el caso. La decisión, de 64 páginas, que CAMBIO tiene en su poder, cobra ahora relevancia, tras revelarse que en una de las llamadas interceptadas, Cielo Gnecco le dijo a José Alfredo, su sobrino, que el magistrado Farfán les había hecho saber que los estaban escuchando.

El escándalo provocó una reacción inmediata: el magistrado Farfán pidió desarchivar el caso, pedir investigaciones contra él mismo y en contra del personal de su despacho, y, de paso, denunciar por calumnia agravada a Cielo Gnecco, bajo el argumento de que se trata de una mentira, un señalamiento falso que tenía la intención de afectar su integridad moral y desacreditar a la Corte Suprema.

El informe de interceptaciones

¿Por qué fue archivado el caso? La decisión de la Corte reseña que las interceptaciones se ordenaron el 14 de mayo de 2019, pues, aunque ya habían pasado las elecciones, era clave establecer “posibles pautas” en la conducta del senador sobre la transparencia electoral. Y cita que se elaboraron cuatro informes de Policía Judicial: dos de junio, uno de agosto y otro de diciembre de 2019.

 

Las escuchas se llevaron a cabo entre el 15 de mayo y el 28 de agosto de 2019 y, según la decisión de archivo, las conversaciones obtenidas por los expertos del CTI de la Fiscalía “muestran las diversas gestiones lícitas” de los que se comunicaron con las líneas interceptadas.

Dice la Corte que esas llamadas se limitaron a gestiones de reuniones políticas, a las estrategias de persuasión de los votantes, a la coordinación de actividades de publicidad y proselitismo, a la conformación de coaliciones y a los trámites de avales de los partidos. Es decir, no menciona por ninguna parte la llamada que, según uno de los informes que aparecen en el expediente, se dio entre Cielo Gnecco y José Gnecco y que salpica al magistrado Farfán.

Al contrario: en la decisión se dice que solo hay referencia a actividades legales. “Solo revelan la inexistencia de comportamientos delictivos pues simplemente se refiere en sus conversaciones a la actividad política”, dice el documento, que despliega algunos ejemplos de esas llamadas. Más adelante, enfatiza que, de la reconstrucción de los hechos, “no se advierte en el imputado un patrón de conducta o pauta de comportamiento del que se pueda inferir un modus operandi de compra de votos para terceros y copartidarios”.

Incluso, dice que no solo no hay evidencias de corrupción, sino que tampoco se encontró el uso de un lenguaje cifrado. Así, dijo la Sala, las reglas de la sana crítica apuntan a que no hubo delito, lo cual se suma a que no se obtuvieron otros elementos de prueba que acreditaran la presunta de compra de votos alegada.

Ahora, este 19 de octubre de 2023, el magistrado Farfán indicó, a la ahora de pedir investigaciones, que quien elaboró el borrador de esta decisión no fue él sino su magistrado auxiliar y que él solo supo de la existencia de tal llamada por los medios de comunicación.

 

El denunciante anónimo

Del documento de archivo se desprende que la Corte buscó por Twitter, Facebook, con “labores de vecindario” y otras investigativas al denunciante, que aparecía como Rafael Pardo Cotes, pero no lo encontró ni pudo establecer su plena identidad –lo único que encontró fue a una persona llamada Rafael Pardo Cortés–. En el caso de otros mencionados, advirtió que, aunque algunos tienen registros de procesos penales iniciados en su contra, ninguno estaba relacionado con la compra de votos denunciada.

La Sala dejó explícita la imposibilidad de contactar a Pardo Cotes: “en definitiva no fue posible ubicar información concreta” que permitiera saber quién es. Sobre Pardo Cortés, añade que es un oficial retirado de la Policía Nacional dedicado a asistencias jurídicas que dijo no tener idea de la denuncia, ni de los hechos que se narraron ni de por qué su nombre había sido usado. Además, dijo que no conocía al imputado ni a su familia.

La Corte dijo que la sola cercanía de Gnecco Zuleta con Cielo Gnecco (hoy con orden de captura) no permite decir que hubo delito, y que se trata de una denuncia anónima especulativa sin soporte de ninguna clase. También analizó los testimonios de Andrea Ovalle, exalcaldesa de La Paz, quien reconoció a algunas de las personas mencionadas como familiares o como habitantes del municipio, y quien negó cualquier hecho de corrupción electoral.

 

Ovalle dijo que nunca trabajó con Gnecco Zuleta y dijo que ni este ni su familia le han brindado apoyo en sus aspiraciones electorales, entre otros, porque son de fuerzas políticas distintas.

Ahora, si bien la Corte concluyó entonces que los hechos denunciados no existieron ni se materializaron, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema deberá revisar lo estudiado, revisar el contenido de las interceptaciones y, con un nuevo magistrado a cargo, tomar nuevas labores investigativas.

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