Cómo hacer para que el hidrógeno limpio sea más atractivo para potenciales compradores

La adopción de hidrógeno verde, proveniente de energías renovables, es una pieza clave para llegar a las metas de descarbonización y de transición energética. El hidrógeno es especialmente útil en aquellos sectores difíciles de electrificar por la necesidad de altas densidades de energía y en aplicaciones móviles, lo que hace incuestionable la relevancia del hidrógeno verde. Sin embargo, sólo el 4 por ciento de los proyectos de hidrógeno verde anunciados en el mundo han llegado a la fase de Decisión Final de Inversión o están en construcción.
Este estancamiento se atribuye a la concentración histórica en el estímulo de la oferta en lugar de potenciar la demanda. Así lo señala el informe del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) con apoyo de ERM que ha trabajado temas de sostenibilidad con más de la mitad de las 100 empresas más grandes del mundo.
Este estudio destaca la necesidad de políticas sectoriales para dinamizar el desarrollo de proyectos de hidrógeno, enfocándose en cuatro sectores cruciales: producción de acero sostenible, transporte terrestre pesado, producción de amoniaco y refinerías de petróleo.
El hidrógeno libre de carbono es vital para alcanzar emisiones netas cero en 2050. Sin embargo, aunque 41 países cuentan con estrategias para su producción, pocas tienen las medidas para el estímulo a la demanda. La reticencia de las empresas a invertir, motivada por los mayores costos y la falta de apoyo, impide su desarrollo.
Para lograrlo aún es necesario poner en marcha políticas adaptadas que hagan el hidrógeno limpio más atractivo para compradores corporativos, brindando visibilidad de precios y generando confianza para inversionistas y promotores de proyectos.

El informe destaca la necesidad de instar a los gobiernos a aplicar estrategias para reducir costos, estimular la demanda y aumentar precios del carbono, todo esto por medio de un calendario específico que fomente una transición gradual. Hasta 2025 se busca la inclusión de objetivos de producción en estrategias energéticas nacionales, aumentando el apoyo financiero directo y desarrollando facilitadores del mercado. En la próxima década se prevé la transición hacia mecanismos basados en el mercado, como contratos diferenciados, y la introducción de mandatos que obliguen a buscar soluciones de hidrógeno descarbonizado. Finalmente, a partir de 2030 se proponen moratorias y prohibiciones para eliminar gradualmente soluciones basadas en combustibles fósiles.

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El hidrógeno libre de carbono es vital para alcanzar emisiones netas cero en 2050. Sin embargo, aunque 41 países cuentan con estrategias para su producción, pocas tienen las medidas para el estímulo a la demanda.

Según el informe, el aumento paulatino de los impuestos al carbono y la existencia de sistemas de comercio de emisiones son esenciales para desincentivar soluciones fósiles y respaldar la economía del hidrógeno. La aplicación cuidadosa de estas estrategias es fundamental, siguiendo un calendario que se adapte a la madurez de los mercados y las soluciones tecnológicas. Con el apoyo político adecuado, el hidrógeno descarbonizado puede convertirse en una opción viable para las industrias seleccionadas y otros sectores que enfrentan desafíos similares.

El hidrógeno verde en Colombia

De acuerdo con la Cámara de Hidrógeno Andi-Naturgas, a 2030 el país podría tener una capacidad instalada para producir hidrógeno verde de entre 1 y 3 gigavatios, a un costo de 1,7 dólares por kilogramo, un precio que puede reducirse hasta 1,1 dólares por kilogramo en 2050.
Las proyecciones de Colombia como productor y exportador de hidrógeno verde competitivo a nivel regional se basan en los incentivos nacionales a la generación renovable que han sido extendidos a través de la Ley 2099 de 2021 a la producción de hidrógeno verde al considerarla una fuente no convencional de energía renovable (FNCER). Los incentivos ampliados por la Ley 2099 a las FNCER son depreciación acelerada de hasta un 33,33 por ciento anual; exclusión del IVA para equipos e inversiones; deducción de la renta de hasta el 50 por ciento de los gastos de capital (CAPEX) por un periodo no superior a 15 años, y exención de pago de derechos arancelarios para tecnología. Cabe resaltar que los beneficios aplican no solo a la etapa de construcción del proyecto, sino a las de preinversión (investigación y desarrollo tecnológico o formulación e investigación preliminar), inversión (estudios técnicos, financieros, económicos y ambientales definitivos, montaje e inicio de operación) y operación (administración, operación y mantenimiento).

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Según el informe, el aumento paulatino de los impuestos al carbono y la existencia de sistemas de comercio de emisiones son esenciales para desincentivar soluciones fósiles y respaldar la economía del hidrógeno.

En Colombia, empresas como Ecopetrol y Promigas han entrado al mercado del hidrógeno verde con proyectos piloto. Sin embargo, el país no es ajeno al dilema de la demanda, por lo que este es un tema que se debe abordar para impulsar el crecimiento de esta industria y posicionarse como líder en la región. Es por ello que en el Primer Congreso de Hidrógeno y Eficiencia Energética realizado en octubre en Cartagena, nueve empresas lanzaron el primer corredor de hidrógeno en el país. Las empresas participantes son: Ecopetrol, Fanalca, Celsia, Fem Energía, Promigas, Linde, Terpel, EPM y TGI. El corredor permitiría el desarrollo del sector de carga pesada a base de hidrógeno, que impulsará la descarbonización del sector transporte.
Proyectos como el corredor de hidrógeno brindan aplicaciones reales y de volumen atractivo para la introducción del hidrógeno verde a la economía nacional.