El choque entre el Grupo Argos y Tecnoglass que puso a Barranquilla a debatir su expansión urbana

Editoriales de diarios locales, un buen número de columnas de opinión, campañas ciudadanas de defensa, especiales radiales, pronunciamientos de directivos de gremios y hasta llamados para abrir el debate en la Asamblea departamental y en el Concejo de Barranquilla. El choque público entre el Grupo Argos y la compañía Tecnoglass por el uso de un terreno, en una zona de expansión urbana en el norte de la ciudad, ha dado para todo y tiene la polémica ardiendo.

El origen de la disputa entre los dos pesos pesados del mundo empresarial del país está en una serie de lotes que Argos anunció serán usados para la construcción del proyecto inmobiliario Portal del Norte, al lado de una de las unidades del gran complejo industrial de Tecnoglass, referente en fabricación de vidrio arquitectónico y una de las joyas de la corona de la economía local, que es propiedad de los hermanos Christian y José Manuel “Yuyo” Daes, unos personajes tan reconocidos como polémicos en Barranquilla.

Uno de los puntos llamativos de la disputa es que esta ha sido capaz de hacer que múltiples sectores ciudadanos y profesionales, que durante años habían hecho silencio frente al crecimiento acelerado que ha venido teniendo Barranquilla, por fin hayan empezado a discutir sobre el fenómeno.

Para muchos, el principal motivo de la actual alharaca es que en esta ocasión el hecho toca a la compañía de los hermanos Daes, reconocidos por ser unos de los contratistas públicos más poderosos de la ciudad, tener relaciones con un buen número de empresarios locales y políticos, haber donado varios monumentos y ser unos de los grandes auspiciantes de los medios y del periodismo local.

Portal del Norte es un proyecto de uso mixto, según explicó Argos, donde se mezclan tres proyectos de vivienda VIS con comercio e industria de bajo impacto. Los proyectos de vivienda son de 160, 260 y 320 unidades en edificaciones de 5 pisos y están a cargo de dos constructoras.

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Hasta ahí todo normal. Solo un proyecto inmobiliario más entre las decenas que se desarrollan actualmente en el norte de Barranquilla y su área metropolitana, incluyendo uno gigantesco denominado Ciudad Mallorquín y que también está bajo el liderazgo de Argos. Sin embargo, los reclamos de Tecnoglass por supuestas irregularidades en el uso del suelo donde se desarrolla Portal del Norte dispararon una avalancha de críticas contra Argos y crearon una tensión entre las compañías.

Uno de los quiebres de la historia está en que Tecnoglass sostiene que Argos modificó el uso del terreno y que se dieron cambios de licencias, ya que este era de uso industrial y comercial exclusivamente.

Para argumentar las supuestas irregularidades, la empresa de los Daes señaló que le ha comprado a Argos, durante 40 años, alrededor de 400.000 metros cuadrados en la zona. Y que las últimas transacciones se dieron en 2013, 2015 y 2021, todos en el proyecto denominado Portal Empresarial del Norte, cuyas licencias “dicen claramente que los usos del suelo de los lotes son empresariales e industriales”.

También Tecnoglass ha señalado los problemas que causaría, según su análisis, el proyecto inmobiliario de Argos en el sector. El primero, según la empresa, es que las familias de escasos recursos que se endeudarían para comprar los apartamentos, merecen vivir sin ruido y sin tráfico pesado; el otro, es que la compañía no puede limitar su operatividad para no incomodar a los futuros vecinos residenciales; y que la permanencia de Tecnoglass está en veremos y los cerca de 10.000 empleos que genera.

Argos respondió y dijo que en esas últimas tres transacciones entre su unidad de Negocio de Desarrollo Urbano y Tecnoglass quedó establecido en las escrituras que en esa zona de la ciudad era posible que cambiaran los usos y la destinación del suelo acorde a lo que a futuro se definiera en el POT.

“Como se dijo es parte de un proceso de discusión y aprobación en el Concejo Distrital y que busca la mejor satisfacción de los intereses de toda la ciudadanía”. Y que, además, “los cambios del POT no comprometen la permanencia de su industria en la zona”, señaló la constructora. Esto último pareció ser una respuesta directa a la especie de anuncio o amenaza de Tecnoglass de seguir con su proceso de expansión y estancia en Barranquilla.

Argos le dijo a Cambio que Portal del Norte está sustentado en el marco legal y administrativo del POT de Barranquilla. Y frente a las voces críticas locales que han señalado al grupo constructor de ser una amenaza para el desarrollo integral de Barranquilla por el desarrollo de proyectos como Portal del Norte, se limitó a señalar que desde hace cerca de 40 años ha venido adelantando la urbanización responsable de amplias zonas del área metropolitana, “con proyectos inmobiliarios, industriales, comerciales y hoteleros que cuentan con los más altos estándares de calidad en Colombia y Latinoamérica”.

La constructora no se quedó atrás y también puso sus cifras sobre la balanza. Entre otras, destacó que en esas cuatro décadas, “Argos le ha aportado a Barranquilla y Puerto Colombia más de 2 millones de metros cuadrados de zonas verdes y espacio público, equivalentes a más de 10 veces el Gran Malecón”. Además recordó sus inversiones hechas para “más de mil habitaciones hoteleras, medio millón de metros cuadrados de comercio, 200.000 metros cuadrados de oficinas, 25.000 para de cajas de compensación, más de 100 camas hospitalarias y la acogida, cada año, de más de 12 mil estudiantes de universidades y 1.500 de colegios, públicos y privados”.

Portal del Norte, le dijo Argos a CAMBIO, “no es la excepción” e insistió en que “los cambios del POT no comprometen la permanencia de la industria en la zona”.

Crecimiento de Barranquilla

Contrario a muchas de las opiniones que se han escuchado recientemente en Barranquilla, Manuel Moreno Slagter, profesor titular de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de Uninorte, cree que el desarrollo urbano de la zona noroccidental de Barranquilla, cercana a la conurbación con el municipio de Puerto Colombia, de las últimas décadas, ha sido relativamente homogéneo y ordenado.

En ese sentido, el especialista, cree que sectores como Buenavista, Miramar, Villa Carolina, Portal del Genovés y recientemente Ciudad Mallorquín se han consolidado mediante la planeación y construcción de grandes conjuntos multifamiliares cerrados y masivos centros comerciales, edificios de oficinas y nodos institucionales y que se ha mejorado el manejo de las redes de servicios públicos y la dotación de parques y zonas verdes.

“Sin embargo, la discusión sobre el modelo, o los modelos, de ciudad más apropiados para Barranquilla (o cualquier otra ciudad) es compleja y casi en ningún caso logra consensos. Temas como la densidad urbana, el tamaño de las vías, la mezcla de usos y el papel del transporte público, suelen estar en tela de juicio permanentemente y los sectores que he mencionado no escapan a esas críticas”, explicó Moreno.

Para el arquitecto lo que sí debe ser importante en el desarrollo de este tipo de proyectos es que, al menos, cumplan con un proceso de diseño y reglamentación acorde con las normativas vigentes y que se desarrollen dentro de la ley.

Sobre el caso específico de la polémica por la construcción del proyecto Portal del Norte, Moreno dice que no conoce los detalles, pero que ciertamente es muy complejo lograr que sean compatibles los usos industriales de alto impacto con los usos residenciales, así que, en principio, esa no parece ser una mezcla recomendable.

Y aunque en la ciudad han circulado diferentes versiones de una posible suspensión o modificación por parte de las autoridades en el desarrollo de la obra, al ser preguntada al respecto Argos señaló que no conoce ninguna condición que pueda comprometer el desarrollo del proyecto por parte de los constructores.

Lo que quiere decir que a pesar de la polémica generada y hasta de la campaña mediática y social que se ha construido alrededor del proyecto, este, hasta ahora sigue su ejecución normal. Eso sí Argos indicó que “mantiene sus puertas abiertas para encontrar alternativas en pro de la convivencia de los usos residencial, comercial e industrial en este sector”. De este modo parece que, agotado el primer capítulo de esta serie de poder e intriga, la valla de autorización del proyecto seguirá instalada, mientras el ruido de críticas de los aliados de los Daes resuena en las ventanas de su alrededor.