La Unidad de Búsqueda y la JEP han encontrado 3.834 bolsas con cuerpos en el cementerio de Cúcuta

Crédito: JEP

26 Febrero 2024

La Unidad de Búsqueda y la JEP han encontrado 3.834 bolsas con cuerpos en el cementerio de Cúcuta

En la más reciente comisión llevada a cabo por ambas entidades en el camposanto, revisaron más de 1.000 bolsas ubicadas en una zona de "interés". En total, hallaron 211 cuerpos que podrían ser de víctimas de desaparición.

Por: Pía Wohlgemuth N.

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Hace más o menos 13 años, una niña de unos 15 años llegó muerta, sin identificación, a Medicina Legal en Norte de Santander. Todo indica que falleció por una explosión, tal vez, después de haber sido reclutada por un grupo al margen de la ley.

La entidad mandó su cuerpo al Cementerio Central de Cúcuta, un camposanto de 40.000 metros cuadrados, y permaneció allí cerca de dos años sin que se supiera su identidad. Entonces, su mamá, desesperada por encontrarla, dio su ADN al Estado para cruzarlo con cuerpos de niñas sin identificar. Gracias a mecanismos para la búsqueda de desaparecidos, pudo determinarse que el cadáver de la niña reposaba en la capital nortesantandereana. No obstante, la administración del cementerio movió sus restos y no pudieron encontrarla.

Ahora es posible que la búsqueda de aquella adolescente esté por terminar: la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) encontraron los huesos de una joven que coinciden con los de ella en la Casita San José, una bodega de tres por tres metros que denominan "sitio de interés". Allí también encontraron 1.086 bolsas con restos humanos. En muchos casos, las bolsas albergaban los huesos de más de una persona.

Lo anterior es solo un ejemplo de las historias que esconde aquel cementerio, en donde ambas entidades, nacidas por el Acuerdo de Paz, buscan a 770 personas desaparecidas, sin identificar. Sin embargo, la UBPD está segura de que hay un subregistro, por la magnitud del camposanto y el gran desorden que lo caracteriza.

En los otros nueve sitios de interés que ya examinaron en seis etapas de intervención del cementerio, había unas 2.700 bolsas más con huesos. Es decir, fácilmente podría haber más de 4.000 cuerpos guardados en bolsas plásticas color negro.

La UBPD –dedicada a la búsqueda humanitaria de personas dadas por desaparecidas en todo el país– y la JEP llegaron a ese cementerio por el Plan Regional de Búsqueda de Cúcuta Área Metropolitana y Frontera, activo desde 2019. Así mismo, por cuenta de las medidas cautelares de 2021 en zonas de interés forense, que dictó la jurisdicción de paz. 

“De los 20 procesos de medida cautelar que la Sección de Ausencia de Reconocimiento de la JEP ha ordenado, el peor escenario, por la magnitud, la gravedad y el incumplimiento de las obligaciones de las autoridades locales, es el del Cementerio Central de Cúcuta”, dijo al respecto la magistrada María del Pilar Valencia, citada en un comunicado.

La investigación previa a cada intervención requiere hallar a las familias que buscan a seres queridos en cementerios específicos, testimonios, necropsias, visitas previas y más. Incluso, la UBPD suele contar con el apoyo de excombatientes que, por la firma del Acuerdo de Paz, tienen el compromiso de contribuir en la búsqueda de desaparecidos.

¿Qué se sabe de los cuerpos guardados en el cementerio de Cúcuta?

La mayoría de los cuerpos que reposan en las bolsas no son de interés forense para la UBPD y la JEP. Los cuerpos de personas fallecidas en el conflicto armado que ellos pretendían identificar en el cementerio de Cúcuta eran 770, que murieron en Ocaña, Teorama, Catatumbo, y otros. Sus cuerpos pasaron por Medicina Legal entre 1985 y 2016 y después los enviaron a "inhumación estatal". Los enviaron a ese cementerio sin saber quiénes eran, como en el caso de la adolescente. 

Según le explicó a CAMBIO Carlos Ariza, antropólogo forense jefe de esta comisión, hace cerca de 14 años la Registraduría y Medicina Legal aunaron esfuerzos y cruzaron información, que permitió identificar 10.000 cadáveres en todo el país.

Cuando la UBPD comenzó su trabajo en el Cementerio Central de Cúcuta en 2023, encontró 35 cuerpos sin nombre que permanecían en los sitios en donde los dejaron desde un principio, en unas bóvedas específicas.

cementerio de cúcuta

Por eso, las personas que todavía están por identificar son 735. El problema es que sus cuerpos, como los de otras miles, los movieron y los pusieron en lugares irregulares en el mismo cementerio. "Es el cementerio donde se ha hecho todo lo que no se debe hacer para manejar cadáveres no identificados", anotó Ariza.

Después de seis comisiones, la UBPD pudo identificar que 211 de los cerca de 4.000 cuerpos analizados podrían corresponder a personas desaparecidas en el conflicto. Estos cuerpos podrían ser de víctimas de falsos positivos, de personas reclutadas por algún grupo armado ilegal y que murieron en combate, entre otras. Incluso, algunos podrían ser de jóvenes que sobrevivieron a la Operación Berlín –llevada a cabo en el páramo con el mismo nombre, durante los diálogos de paz entre el gobierno Pastrana y las Farc–, que murieron en acciones bélicas más adelante.

¿Por qué están en bolsas?

Los cementerios tienen permitido mover los cuerpos de las bóvedas cuando pasa el periodo de cinco años de ocupación del espacio. Si la familia no puede pagar un osario o no reclama a su ser querido, la administración del camposanto puede exhumarlo y disponer del cuerpo donándolo, mandándolo a cremación o ponerlo en una fosa u osario común.

No obstante, la norma no permite hacer esto con cuerpos sin identificar, pero muchos cementerios no han respetado el lineamiento. "Los cadáveres no identificados no generan recursos y sí ocupan espacios que podrían utilizar para arrendarlos o venderlos. Al no haber dolientes detrás de ellos y que no haya administraciones que sigan esto muy de cerca, han aprovechado los cementerios para la extracción y disposición irregular de los cadáveres", explicó el funcionario de la UBPD que coordina la investigación en el Cementerio Central de Cúcuta.

Según dijo Carlos Ariza a este medio, encontraron que entre los cuerpos en las 1.086 bolsas de la Casita San José había varios con nombre e identificación plena. En muchos casos, ese nombre no correspondía con el de alguien reportado como desaparecido. Por eso, no son de interés específico para la misión de la UBPD y la JEP.

Casi todos los cuerpos que no corresponden con los que buscaban, los dejaron en bolsas nuevas, rotuladas y debidamente marcadas. Los que sí podrían ser las personas que están buscando, tenían signos claros de identificación acordes con criterios que la UBPD y la JEP establecieron: signos de que les hicieron alguna necropsia, cadáveres desnudos, que portaran elementos llamativos para la búsqueda de personas víctimas del conflicto armado, como lesiones por proyectil, amarres, prendas de las Fuerzas Militares, camuflado, etcétera.

cúcuta

¿Qué viene ahora?

Todavía hay un camino largo por recorrer y en marzo será la siguiente fase de investigación. El equipo envió 211 muestras a Medicina Legal, para que se cruce su información genética con el banco de ADN con que cuenta la entidad.

Ariza espera, con cierto optimismo, que a mediados de este año ya se den las primeras respuestas de parte del organismo. Sin embargo, esto puede no ser tan rápido, si se tiene en cuenta que hay otros múltiples equipos de la UBPD que envían muestras periódicamente, tras cada una de las intervenciones a campo abierto y en otros cementerios. Todos tienen el mismo objetivo, hallar desaparecidos y darles la sepultura necesaria.

"El gran reto es buscar en este mar de estructuras óseas", concluyó Carlos Ariza, quien se alista para viajar en marzo, una vez más, a Cúcuta, desde Bucaramanga.

 

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