
Carlos Giraldo, habitante de calle que dice ser un exmodelo reconocido.
Crédito: Redes sociales de Stylacho.
"Lo perdí todo por la droga": Andrés Giraldo, otro modelo que termina viviendo en las calles de Medellín
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Andrés Giraldo, quien dice ser un modelo reconocido que llegó a representar marcas internacionales, cayó en las profundidades de la drogadicción y perdió todo: su carrera, su familia y su futuro. Hoy, a sus 43 años, vive en las calles de Medellín y sueña con recuperar su dignidad.
Por: Juan David Cano

Andrés Giraldo recuerda con nostalgia los días en que desfilaba para reconocidas marcas de moda, hablaba varios idiomas y estudiaba derecho. Su vida prometía éxito, estabilidad y reconocimiento, pero todo cambió cuando las adicciones se apoderaron de él. Hoy, el hombre que alguna vez estuvo en la cima, camina sin rumbo por las calles de Medellín, enfrentando los estragos de sus decisiones.
La historia de Andrés fue difundida en redes sociales por el creador de contenido conocido como Stylacho, quien lo encontró en plena calle y decidió compartir su testimonio. "Ustedes no me van a creer lo que yo me encuentro en la calle. Pillen, este habitante fue un modelo de talla mundial, alcanzó a aprender varios idiomas y a estudiar derecho", así comenzó el video el influenciador.

Posteriormente, se dirigió donde estaba Giraldo, quien, aunque confundido, decidió hablar con franqueza sobre sus adicciones en el video: "Antes era una gran persona. Tuve la oportunidad de tener muchas cosas grandes, pero mis malas decisiones impidieron que las terminara. Fui un gran modelo, a punto de terminar una carrera universitaria, pero mire ahora dónde estoy", dijo.
El hombre siguió su relato hablando ciertos fragmentos en inglés y confesó con un evidente pesar: "Fui un gran modelo. Todo lo perdí, hasta mi carrera universitaria. Conozco varias lenguas, hablo varios idiomas. Pude haber sido un gran doctor, pero por esta mier... de droga, todo lo perdí".
Giraldo, de aproximadamente 43 años, reconoce que tuvo una "mente débil" para afrontar los problemas que se le presentaron en la vida. Entre sus recuerdos, menciona haber representado marcas como Gef y estar cerca de completar su formación profesional. Sin embargo, las adicciones lo arrastraron a una espiral de destrucción personal y familiar.
"Hay cosas en la vida que rompen los proyectos y quizá mentes grandes pueden controlar esas caídas, pero yo tuve una mente débil y no supe enfrentar los problemas que tuve y todo se acabó", añadió.
Un padre que anhela el perdón
Pese a los desmanes que ha enfrentado en su vida, Andrés mantiene una actitud positiva y valora su buena salud. Sin embargo, no oculta sus lamentos. Más allá de la decepción consigo mismo por no haber enfrentado sus problemas ni superado su adicción, lamenta profundamente haber defraudado a quienes lo rodeaban. Su mayor arrepentimiento se centra en su hijo, Juan Sebastián.

"Mi familia se perdió. Mi padre y madre fallecieron. Mi hijo, que no sé dónde está. Se llama Juan Sebastián. Si lo ve, dígale que todos los días pienso en él y que me perdone por haberlo abandonado. Yo sé que él sí va a ser grande", expresó con la voz quebrada.
La muerte de sus padres y su desconexión total con su hijo son heridas que aún sangran. En el video, su deterioro físico es evidente, incluido la pérdida de varios dientes, algo que él mismo asocia a las difíciles condiciones de vida que enfrenta actualmente.
Reacciones en redes sociales
El testimonio de Andrés ha generado una ola de comentarios en redes sociales. Mientras algunos lo apoyan y expresan deseos de que recupere su vida, otros cuestionan la veracidad de su relato, señalando inconsistencias en aspectos como su altura.
Este caso recuerda el reciente episodio de Íngrid Karina, una exmodelo que también terminó en situación de calle debido a las drogas, los abusos que sufrió durante años por su esposo y la impunidad de su caso en la justicia. Actualmente, la mujer se encuentra en proceso de rehabilitación.
La historia de Giraldo plantea nuevamente el debate sobre el impacto de las adicciones y la necesidad de programas de apoyo para quienes caen en este abismo. Mientras tanto, Andrés continúa vagando por las calles de Medellín, con la esperanza de que algún día pueda dejar atrás su pesadilla y encontrar una segunda oportunidad.
