"Presidente Petro, ¿por qué no condena la persecución de Nicolás Maduro a la oposición en Venezuela?": David Luna
23 Julio 2024 11:07 am

"Presidente Petro, ¿por qué no condena la persecución de Nicolás Maduro a la oposición en Venezuela?": David Luna

David Luna, senador del Partido Cambio Radical.

Crédito: Colprensa

El senador David Luna, de Cambio Radical, exige que el mandatario colombiano asuma una postura como la del brasileño Lula da Silva ante el acoso del régimen en vísperas de las elecciones. Entrevista.

Por: Armando Neira

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David Luna, senador de Cambio Radical, se ha convertido en un implacable crítico del presidente Gustavo Petro, pero, a diferencia de otros, él dice que lo hace “desde el respeto” y “con argumentos” porque se trata de construir “un país mejor para todos” y no solo “ser un obstáculo” que resulte en una “inmovilidad que no beneficia a nadie”.

Así lo hizo el sábado, 20 de julio, en su intervención en ejercicio del Estatuto de la Oposición: “Presidente, con el mayor respeto, con dolor y mirándolo a los ojos, debo decirle el sentir de millones de colombianos: en sus manos el país está retrocediendo. Lo digo con dolor porque usted fue una promesa de cambio y yo creía que tenía la esperanza de lograrlo, pero no ha podido y el tiempo se le está acabando”, le dijo. “Usted habla de un Acuerdo Nacional, pero ¿cuál Acuerdo Nacional si, con cada trino, ataca a la prensa, a la oposición, a los gremios, al empresariado y a cada uno de los ciudadanos que no están de acuerdo con usted?”, le preguntó en el Congreso.

Este lunes, Luna escribió en su cuenta de X (anteriormente Twitter): “Durante el primer semestre de este año, la ejecución del Presupuesto General de la Nación fue de apenas un 36,6 por ciento. Este nivel es peor al del año pasado y más bajo que el promedio de los últimos 23 años. La ejecución del presupuesto de inversión, en programas y proyectos para el progreso de los ciudadanos, fue de solo un 22 por ciento, el peor resultado en 11 años”.

Y agregó: “Si bien es positivo que el Gobierno haya decidido congelar 20 billones de pesos, ese congelamiento no explica toda la inejecución actual. Además, es condenable que decidan congelar casi 7 billones en inversión, el congelamiento debería concentrarse en presupuesto de funcionamiento (burocracia), no de inversión”.

CAMBIO: Usted escala cada vez más sus críticas a la gestión del presidente Gustavo Petro, pero, en simultánea, cuida más el tono y acude más a los argumentos. ¿Por qué?

D.L.: Porque Colombia está inmersa en múltiples problemas, demasiados y muy graves, y este país lo sacamos adelante entre todos. No se trata del que más grite sino de aportar soluciones. Como le dije al presidente Petro, le agradecía el gesto de haberse quedado en el Congreso oyendo a la oposición porque es valioso para construir cultura, pero adicionalmente para algo más importante que es dejar de polarizar.

CAMBIO: El presidente Petro los escuchó con atención, ¿entonces cuál es la crítica?                                                         

D.L.: Porque gobernar es fundamentalmente cumplir con la palabra. Hay que pasar del discurso al hecho. El presidente dice, por ejemplo, que él es un auténtico demócrata. ¿Cómo puede ser que un genuino demócrata guarde absoluto silencio ante la arremetida del régimen de Nicolás Maduro en contra de la oposición a escasos días de las elecciones en Venezuela? Y no se trata de unas elecciones más, sino de las de un país hermano cuyo presente y futuro tiene efectos directos sobre Colombia.

CAMBIO: ¿Qué esperaría que dijera el presidente Petro?                                         
D.L.:
Mire usted lo que a nuestro presidente le enseñó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Él dijo: “Me asusté con la declaración de Maduro de que si pierde las elecciones habrá un baño de sangre; quien pierde las elecciones toma un baño de votos, no de sangre. Maduro tiene que aprender, cuando ganas, te quedas; cuando pierdes, te vas”.

CAMBIO: ¿Por qué cree que el presidente Petro no ha dicho una palabra por el acoso a María Corina Machado, la detención de sus colaboradores, el encarcelamiento de sus seguidores?                                                                     

D.L.: Le insisto. Lo que está pasando en Venezuela es dramático. Y aquí vuelvo al presidente Petro. Por un lado, dice ser un demócrata, pero por el otro lado es el mayor contradictor y crítico de la libertad de prensa. Por un lado, dice ser un demócrata, pero ante las amenazas absurdas del señor Maduro calla. Colombia debe tener una posición contundente y clara respecto a qué significa cumplir las reglas de juego. Yo le quiero preguntar al presidente Petro si su silencio obedece a algún tipo de acuerdo con Maduro.

CAMBIO: Pero, ¿qué acuerdo podría tener el presidente Petro con Maduro?

D.L.: Eso es lo que nos debe responder. Bien sea por el gas que ahora dicen nos vemos forzados a comprarle a Maduro o bien sea porque los jefes de las organizaciones armadas ilegales como son el ELN o los de la Segunda Marquetalia, esto es Antonio García o Iván Márquez, tienen allí refugio.

CAMBIO: ¿Para usted qué está en juego en Venezuela este domingo?

D.L.: No solo para Venezuela. Para el continente, para el mundo, el resultado de las elecciones tendrá grandes efectos en todos los órdenes. De ahí, que es imperativo que se realicen unas elecciones limpias, en las que se garantice el resultado, la voluntad del pueblo venezolano.

CAMBIO: Volviendo a Colombia, ¿cómo vislumbra usted esta legislatura que acaba de empezar?

D.L.: Depende mucho de lo que haga el presidente Petro. El 20 de julio él propuso un acuerdo político y en mi caso, y en el de buena parte de los congresistas, estamos dispuestos a dialogar, estamos listos para buscar consensos. Pero depende de él que las cosas fluyan y de no volver a esos ataques inesperados, en especial con sus trinos, que tanto daño hacen.

CAMBIO: En su caso, ¿esta vez le cree en su propuesta de Acuerdo Nacional?

D.L.: No es la primera vez que la hace. Repito: el presidente debe hacer menos discursos y más acciones. Su propuesta del 20 de julio hay que materializarla porque en experiencias anteriores, escuchamos sus palabras y luego pasa a la confrontación. El presidente debe ser más un agente de construcción que de destrucción. Si toma una línea propositiva, el Congreso está listo.

CAMBIO: ¿Cómo explicarle al ciudadano de a pie que los políticos dicen que quieren hablar, pero pasa el tiempo y nada?

D.L.: Una de las dificultades, pienso, es que el presidente parece tener una profunda aversión a hablar con la oposición. A mí me parece que de los desacuerdos se pueden construir acuerdos en muchas cosas. Por ejemplo, sacamos adelante la reforma constitucional para crear la jurisdicción agraria. Mire que fue esta oposición la que ayudó en gran medida a sacar adelante las herramientas que permitían avanzar en los procesos de paz.

CAMBIO: ¿Entonces?

D.L.: Creo que es cuestión también de prioridades. A todos nos importa la conflictividad internacional y queremos ver de qué manera se pueden resolver los problemas externos. Pero, él traza una frontera con la oposición en Colombia por temas lejanos que si bien son muy importantes no dan soluciones en políticas públicas a los colombianos en campos y ciudades.

CAMBIO: ¿Es un problema de fondo y de forma?

D.L.: De ambos. Es importante citar un caso: que abandone la idea del fast track porque si sigue metiéndolo en la agenda y en sus discursos en la plaza pública, van a volver a romper la poca confianza que se pudo haber construido el pasado sábado.

CAMBIO: Para no hablar de una constituyente…

D.L.: Es cierto. Por eso me parecieron tan importantes las palabras del presidente del Congreso, quien dijo que no es momento para tramitar una reforma constitucional, porque creemos que la Constitución es joven, está más viva que nunca y fue producto precisamente de un proceso de paz y de un acuerdo nacional. Eso para mí es una pieza fundamental.

CAMBIO: ¿Por cuál camino se debería arrancar para ir a un Acuerdo Nacional?

D.L.: Uno no puede construir acuerdos nacionales etéreos; hay que construir acuerdos nacionales sobre ideas concretas. En el periodo que acaba de terminar se logró construir uno, que fue la reforma a la educación, que tendió a fortalecer la educación pública. Pero después de que se aprobó, simplemente no se implementó porque hubo una presión legítima, pero al fin y al cabo presión, de organizaciones que preferían más los temas electorales que los temas de los ciudadanos, en este caso de los estudiantes y los profesores.

CAMBIO: Esta legislatura coincide, además, con el inesperado inicio de la campaña electoral 2026. ¿Cómo será con esta coyuntura?                                       

D.L.: A mí particularmente no me parece preocupante que haya una campaña política, que se inicie tan pronto. Lo que sí me parece es que ojalá nadie le pique el anzuelo al presidente Petro de iniciar carreras electorales en este periodo de meses. Por lo menos para que se pueda gobernar y ejecutar las propuestas que ha hecho en campaña. Al día de hoy tenemos problemas realmente graves que hay que resolver.

CAMBIO: ¿Cuál se le viene en este momento a la cabeza?

D.L.: La llamada ‘paz total’. Eso es lamentable. En todos los procesos de paz ha sido un indicador muy importante que la fuerza pública y la Policía puedan defender a la sociedad mientras se negocia en una mesa de diálogo. Lamentablemente, el presidente Petro rompió con ese principio de manera inicial, lo cual puso a la ciudadanía en una situación crítica, como se está viviendo en el Cauca y en Norte de Santander. Las consecuencias cuando se incumple el cese al fuego pactado por parte de las organizaciones al margen de la ley son enormes. Con aumento del narcotráfico, minería ilegal, la tala indiscriminada, y, por si fuera poco, la ciudadanía queda indefensa porque nadie les puede hacer nada.

CAMBIO: ¿Por qué se llegó a este punto?

D.L.: Para que la ‘paz total’ avance, que yo creo que es el sentimiento de todos los colombianos, es muy importante que se diga la verdad sobre si existió o no el famoso acuerdo de La Picota, liderado, dicen, por el hermano del presidente.

CAMBIO: ¿Por qué eso es importante para usted?

D.L.: Porque si en realidad hubo conversaciones en ese sentido, será imposible tramitar un régimen jurídico en el Congreso que permita alternativas, porque obviamente eso es producto de la ilegalidad y de la corrupción. Bienvenidos los procesos, pero hoy la justicia restaurativa está diseñada a nivel mundial, entre otras, dentro de los parámetros de la Corte Penal Internacional. Por eso, hay que respetarla. De lo contrario, ese proceso va a seguir fracasando, como hasta el momento no ha avanzado en ninguna de las mesas de conversación que se han abierto. De ahí que sea vital que el presidente Petro sea transparente.

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