
¿Armando Benedetti se convierte en el ministro en la sombra de la política?
Armando Benedetti, asesor político del presidente Petro; Juan Fernando Cristo, ministro del Interior.
Crédito: Colprensa
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El exembajador de Colombia ante la FAO anunció que su nueva oficina estará en el tercer piso de la Casa de Nariño, donde despacha el presidente Petro. El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, se desmarcó de la llegada de Benedetti, pero este lunes se reunieron con el presidente y Laura Sarabia. ¿Es este el regreso de un nuevo ministro del Interior, pero en la sombra?
Por: Armando Neira

Las acciones que marcan el regreso de Armando Benedetti al núcleo duro del poder en el alto gobierno se han desarrollado de manera tan vertiginosa como sorprendente, demostrando el inmenso poder de quien, hasta hace un par de días, estaba considerado políticamente muerto.
Hoy, se considera lo contrario. Incluso se cree que, a partir de este martes, podría convertirse en el nuevo "ministro en la sombra" de la política.
“Si Juan Fernando Cristo renuncia antes de marzo para no inhabilitarse de cara a las próximas elecciones, como se ven las cosas, Benedetti podría instalarse en La Giralda”, dice un conocedor de los juegos políticos, en referencia a la sede de la cartera de Gobierno.
Y es que Benedetti goza de privilegios que absolutamente nadie más tiene frente al presidente Petro. El sábado por la mañana, los colombianos se despertaron con el anuncio de que Benedetti regresaba, según lo afirmaba en una entrevista con la revista Semana, el medio que Petro considera más una plataforma política en contra del ideario de izquierda que un medio de comunicación serio.
Benedetti coquetea con Vicky
En la entrevista, Benedetti incluso se mostró halagador con ella: “Lo que pasa es que existe una buena candidata, que es Vicky Dávila. Antes la derecha en nuestro país, y en buena parte del mundo, significaba fascismo, violencia; hoy la derecha significa familia, no a la dosis mínima, seguridad, familia, etcétera. Y hoy Vicky representa eso. Y creo que es la única candidata que realmente no tiene que ser postiza para ayudar a ese tipo de frente o a ese tipo de ideas que son las que hoy están ganando las elecciones en todas partes del mundo”.
En la conversación, reveló que, durante varias semanas, no había estado en Roma al frente de la embajada ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sino que se había internado en México, en la ciudad de Mazatlán, para someterse a un tratamiento con la intención de dejar el consumo de alcohol y drogas.
“Ahí te hacen una introspección, una retrospectiva de lo que es toda tu vida, y empiezas a hablar de verdad con los sentimientos. Uno parece que se le olvidan los sentimientos. Y en esa retrospectiva es cuando haces verdaderamente una sanación. Nunca me voy a sanar realmente del alcoholismo, lo que sí puedo es recuperarme”, explicó.
“Eso fue un esfuerzo muy grande que alcancé a hacer, estuve 35 días internado en una clínica de rehabilitación. Lo hice porque el tema de la adicción al alcoholismo me había ganado mucho terreno y lo hice con base en una decisión familiar y en mi estado de salud”, agregó.
Y, eso sí, enfatizó que tiene la protección del presidente porque están unidos por lazos de afecto. “Tengo una comunicación fluida con el presidente Petro. Lo que tengo es una amistad con él”, aseguró.
Un regreso entre el asombro
Naturalmente, semejantes declaraciones fueron el tema político del domingo. Ese día, muchos no salían de su asombro al escuchar su anuncio de que iría a Palacio el lunes a hablar con el presidente. En Colombia, se dice, que la política es dinámica pero este nivel era inédito.
"Voy a renunciar a la embajada en la FAO. Ya tengo lista la carta de renuncia, la paso la próxima semana (...) Vendré a ayudar al Gobierno en temas nacionales, a título de asesoría. Creo que a él le va bien (...) Para ser claros, ha faltado gente más idónea en el Gobierno. Más que gente idónea, también es con más experiencia”, le dijo Benedetti a Semana.
Y en efecto, este lunes llegó y no solo fue recibido por el jefe de Estado, sino también por Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), a quien había insultado en unos audios que desembocaron en una de las grandes crisis del Gobierno.
En las imágenes suministradas a la prensa, se ve que Benedetti lleva la conversación mientras Petro y Sarabia lo escuchan con atención. La reunión duró dos horas y media.
A esa misma hora, el ministro del Interior, Cristo, declaraba ante los medios que Benedetti podría regresar al país, pero no como asesor de su ministerio, porque ya tenía el cupo completo y contaba con gente muy capacitada para el cargo.
Oficina al lado del presidente Petro
Luego, Benedetti salió de Palacio y ofreció más declaraciones en las que informó que iba a estar en un nuevo cargo, en el tercer piso de la Casa de Nariño, el mismo donde despacha el presidente Petro y Sarabia. El alarde de poder era evidente. Allí aprovechó para mostrarse más empoderado, altivo y hosco con la prensa.
Aseguró que su rol estará relacionado con tareas propias del Ministerio del Interior: "Hablé un largo tiempo con el presidente, entendiendo y buscando descripción más que análisis de todo lo que estaba sucediendo... Se necesita más experiencia de relacionamiento con el Congreso. No es de politiquería ni mermelada, como a veces tontamente se quiere decir. Hay que relacionarse con el Congreso, que es un ente y un pilar del Estado. Por lo tanto, hay que tener Congreso para gobernar y buscar el cambio”.
Atrás parecen haber quedado los ecos de los audios en los que Benedetti le decía a Sarabia: “No es mamando gallo, no es amenaza, porque tú me conoces. Yo no me voy a dejar mamar gallo, Laura, te lo juro por la vida de mis hijos que no pasará nunca. Nos hundimos todos. Nos acabamos todos. Nos vamos presos, acabamos todos en la hijueputa verga”.
En ese momento, él dejó gravitando que tenía información privilegiada y que lo debían tratar como se merecía o, de lo contrario, contaría cosas. “Yo soy un tigre que, sin salida, de pronto me tiro encima de las personas”, cuenta el mismo en los audios en los que se escucha dolido y furioso.
Laura, la jefa
Ahora, él ha vuelto al centro del poder, aunque en un nuevo rol. En principio, Sarabia será su jefe. “En principio estoy viendo si lo hago como contratista o servidor público. Es una decisión que tengo que tomar en las próximas 24 horas, pero voy a ganar un 30% menos de lo que gano como embajador. O sea que tranquilo”, le dijo a un periodista que le preguntó.
Más tarde, trascendió que el ministro Cristo fue llamado a una reunión en la que estuvo él con Sarabia y Benedetti. A Cristo, quien ha hecho un esfuerzo enorme por sacar adelante la agenda legislativa, que movió en el Congreso la elección de Juan Gregorio Eljach como procurador general de la Nación y la de Gustavo Malo como magistrado de la Corte Constitucional, y que está a punto de sacar la más ambiciosa reforma del Sistema General de Participaciones, se le presenta ahora a Benedetti como nuevo miembro del Gobierno.
Benedetti dice que “se necesita más experiencia de relacionamiento con el Congreso”. ¿Es este el regreso de un nuevo ministro del Interior, pero en la sombra?
