“El sistema de salud viene quebrado desde que Alejandro Gaviria era ministro”: habla Carolina Corcho
9 Abril 2023

“El sistema de salud viene quebrado desde que Alejandro Gaviria era ministro”: habla Carolina Corcho

En entrevista con CAMBIO, la ministra Carolina Corcho asegura que el sistema está colapsado desde hace tiempo y que la reforma es necesaria para salvarlo. Dice que además de ineficiencias hay desfalcos y contraataca al exministro Alejandro Gaviria.

Por: Redacción Cambio

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CAMBIO: La reforma a la salud ya causó una crisis ministerial. Los funcionarios que firmaron el documento publicado por CAMBIO dijeron que sus sugerencias no habían sido tenidas en cuenta. Los jefes de los partidos dicen lo mismo. ¿Es que usted no está recibiendo sugerencias ministra?

C.C.: Pienso que ya este tema se surtió, se escuchó, se resolvieron esas inquietudes y eso se refleja en ese documento del ministro de Hacienda y Crédito Público. Posteriormente, en este proceso de construcción y de diálogo ha habido una amplia disposición al consenso y a la escucha. Se hace la reunión con los partidos políticos, con los cuales tuvimos unas mesas técnicas de trabajo con cada uno de sus representantes, donde participamos como Ministerio de Salud y Protección Social, también con invitación y participación de los ponentes designados por el Congreso de la República para adelantar este debate. Si ustedes revisan el proyecto radicado respecto a la ponencia, ha cambiado de manera importante y creo que se mejoró mucho con un nuevo capítulo que se llama las gestoras de salud y vida, con base a la propuesta presentada por los partidos políticos. Entonces, yo creo que todo este proceso lo que ha hecho es mejorar mucho la ponencia que ya ha sido presentada al Congreso de la República y que, por supuesto, surtirá otra serie de modificaciones porque el debate apenas empieza. El Congreso de la República tiene el escenario y los instrumentos de las proposiciones para que los partidos políticos continúen haciendo sus sugerencias y aportes.

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CAMBIO: Ministra, usted dice que ese debate ya se surtió. Pero lo cierto es que sigue sobre la mesa. Tanto los ministros que firmaron el documento como los jefes de los partidos dicen que se sientan con usted y luego usted no incluye las cosas que se acordaron. Usted dice que sí las incluye. Ambas cosas no pueden ser ciertas...

C.C.: Es necesario entender que el debate apenas comienza. Yo creo que es importante que hablemos de los contenidos de la reforma a la salud. En la propuesta inicial que se radicó con los aportes de los ministros se considera la posibilidad de que las EPS que funcionan continúen, solo que con unas nuevas condiciones de territorialización. Hoy tenemos EPS, por ejemplo, que tienen 4 millones de afiliados en Bogotá, pero luego en un municipio de Colombia tienen 200 o 300 personas y ellos mismos han expresado que es imposible hacer alguna gestión de la prestación de servicios en estos territorios. Entonces se consideró que los centros de atención primaria pueden ser públicos, privados y mixtos. Los partidos hicieron unas propuestas y estamos de acuerdo con el 95 por ciento de ellas. Se le ha dicho al país que este proyecto de ley acaba con el aseguramiento. Eso es falso. Las EPS van a tener una transición de dos años. En esos dos años van a tener que adoptar el nuevo modelo de atención donde vamos a territorializar la población, la vamos a organizar. Es que nosotros recibimos un sistema en crisis, recibimos un sistema donde hay una deuda de más de 23 billones de pesos demostrados en las cuentas por pagar de las EPS. La reforma es una respuesta a la crisis. No es que la reforma sea la crisis, como cierta narrativa de la oposición quiere mostrar en el país.
 

CAMBIO: El nuevo papel de las EPS está en la raíz de esta discusión. El proyecto de ley excluye su misión como aseguradores del sistema. ¿Por qué en el proyecto de reforma a la salud se excluye ese papel para las EPS?

C.C.: Lo primero que quiero decir es que las EPS no son aseguradoras. Esa es la realidad. Hoy, si yo le aplico normatividad de habilitación a las EPS para que sean aseguradoras, las tengo que liquidar todas. Las EPS han sobrevivido en Colombia por más de 14 actos administrativos que se han emitido en los últimos gobiernos para bajar los estándares de habilitación y exigencia. Los gobiernos colombianos han estado solventando esto. Para ser un asegurador tienes que poder sustentar una capacidad financiera que hoy no tiene ninguna EPS. Dado que las EPS no podían cumplir con eso, lo que se hizo en Colombia fue posibilitar que, de los recursos públicos de la UPC, una parte se invirtieran reservas técnicas. Es decir, en capitalización privada, en inversiones privadas. Yo realmente no sé si esto es constitucional o no. Nosotros hemos convocado lo mejor del pensamiento democrático, institucional y constitucional de este país para que nos ayuden a pensar una alternativa. Esto no es un asunto de que el Gobierno se ensañó contra las EPS como alguna narrativa lo ha querido mostrar. Sino que esto está en quiebra. Y la preocupación que nosotros tenemos es que el castillo de naipes de las EPS que ya están quebradas, se lleven las demás, y arrasen a las clínicas y los hospitales, que son el eje de la prestación de servicios en Colombia.
 

CAMBIO: ¿Usted por qué no quiere que las EPS sigan manejando plata?

C.C.: No es que yo no quiera. Si yo hoy, inclusive sin proyecto de ley, emito un decreto haciendo las exigencias que debería hacérsele a las EPS, las llevo a la liquidación. Y eso no le conviene al país.

CAMBIO: Hace unos días, en entrevista con CAMBIO, el presidente Petro dijo que si quisiera acabar con las EPS no presenta la reforma y deja que el sistema se quiebre solo. ¿Usted es partidaria de dejar colapsar el sistema para mostrar que no puede funcionar de otra manera?

C.C.: Nosotros no vamos a dejar colapsar el sistema, pero es que no tenemos instrumentos. En dos años, si no hacemos nada, se tiene que liquidar el régimen subsidiado. Y en cinco años, si no hacemos nada, terminaría liquidado el régimen contributivo. La propuesta que está haciendo el Gobierno es salir de esto de fondo, no aplazar el problema. Porque nosotros entonces podríamos emitir unos actos administrativos y aceptar frente al país que el Estado colombiano está entregando billones de pesos a particulares de los cuales depende la vida de los colombianos. ¿Es ético para una sociedad tener que aceptar que no podemos hacer nada frente a una decisión que se tomó? Seguramente quienes hicieron el diseño institucional de este sistema esperaban otra cosa, pero la realidad es que no operó. Esa es la razón por la que estamos presentando la reforma de la salud. Y por eso nosotros hacemos un llamado a la sensatez. Es que es demasiado grave que en Colombia nosotros tengamos más de la mitad del territorio nacional desprovisto de los servicios básicos de salud, que porque no eran rentables económicamente.
 

CAMBIO: ¿El Gobierno les está pagando a tiempo a las EPS o les está demorando los pagos para que quede en evidencia el problema?

C.C.: Estamos pagando cumplido. El pago a la UPC, que es la cifra per cápita que paga el Estado por cada uno de los afiliados, se paga por anticipado. Ya fueron pagados los 6.6 billones a las EPS. Ya los tienen ahí. Los recursos que se pagan posteriormente son los denominados presupuestos máximos, que son de alto coste, que han ido aumentando de manera exorbitante e insostenible desde el punto de vista fiscal, porque esto es un sistema de salud que no hace prevención. Pero ese no es el problema fiscal del sistema. El sistema tiene una deuda que supera los 23 billones de pesos en las cuentas por pagar de las EPS. Pero si ustedes revisan las cuentas por cobrar de las clínicas y hospitales, supera 30 billones de pesos. 800.000 millones de pesos que nosotros paguemos no van a resolver el problema. Eso no lo sostiene nadie.
 

CAMBIO: Alejandro Gaviria, que era su compañero de gabinete hasta hace unas semanas, dice que el Ministerio de Salud está aplicando una estrategia de inacción destructiva que consiste en dejar quebrar el sistema para anotarse un punto ideológico. ¿Usted qué le responde al exministro Gaviria?

C.C.: Lo primero que quiero decir es que el sistema viene quebrado desde que Alejandro Gaviria era ministro. Alejandro Gaviria lo sabe. Él estuvo seis años allí, el sistema estuvo en quiebra. Hay varias funciones de advertencia que ustedes pueden verificar. Actos, documentos de la Contraloría General de la República, donde le advirtieron a los gobiernos colombianos, incluido Alejandro Gaviria, que es el ministro que más ha durado, que el sistema estaba en quiebra, en insolvencia. Los cuadros y las cifras de la Superintendencia de Salud muestran el desplome financiero de las EPS y fue el propio Alejandro Gaviria quien adoptó las medidas de flexibilización de actos administrativos del Ministerio para que las EPS no siguieran en picada. Entonces, frente a ese conocimiento, no me parece que haya honestidad intelectual en la afirmación que hace, más aún cuando él que sabe muy bien que el sistema hace muchos años está en quiebra.
 

CAMBIO: ¿Desde antes de Alejandro Gaviria? Porque usted en su respuesta nos da la idea de que el sistema quebró en sus manos...

C.C.: Desde antes de Alejandro Gaviria. Pero lo que no podemos pensar es que veníamos en un sistema maravilloso y que de repente llegó el gobierno de Gustavo Petro y se inventó una crisis para poder generar una reforma a la salud. Creo que eso falta a la verdad y no corresponde con el histórico de este país.
 

CAMBIO: Hablemos del problema de la escasez de medicamentos. ¿Cuál es la responsabilidad del Gobierno de Colombia en esa situación y qué se está haciendo para solucionarla?

C.C.: Desafortunadamente, la oposición está utilizando asuntos que vienen desde hace muchos años para generar un manto de duda sobre el gobierno. Yo aprovecho para mandarle un mensaje a la oposición. Si lo que quieren es oponerse a la reforma a la salud, discutámoslo, pero saquemos este tema de la polarización y del debate político, porque se trata de la vida de los colombianos. La escasez de medicamentos viene de hace muchos años en Colombia. De hecho, en el año 2013 ya se tiene data de este fenómeno, que es un fenómeno global. Hemos hecho más de 15 mesas técnicas, pero si esto se utiliza como arma y como instrumento para oponerse a la reforma, es muy difícil que el país pueda tener claridad y podamos salir adelante con el tema.
 

CAMBIO: Usted es médica. Algunos de sus colegas piensan que el proyecto de ley los va a convertir en empleados públicos. ¿Eso es así?

C.C.: Eso no es cierto y le agradezco mucho la pregunta. En el capítulo de formalización de los trabajadores de la salud lo que nosotros pretendemos es que se dignifique al médico, a la enfermera, al odontólogo. El 80 por ciento están precarizados en un sistema de salud que tiene los recursos y donde se desperdicia demasiada plata en todas estas cadenas de intermediarios. El 80 por ciento de la prestación de servicios de salud en Colombia es privada. Luego es imposible que nosotros estemos exigiendo que sean empleados públicos porque eso sería equivalente a acabar con la prestación de servicios en Colombia y en ningún momento este proyecto de ley se propone estatizar ni volver a un sistema completamente público, porque es imposible. Aquí necesitamos las clínicas privadas, los consultorios privados, la iniciativa privada, la prestación de servicios. Lo que nosotros estamos estableciendo son unos mecanismos de dignificación, para que le paguen dignamente al médico, que le paguen a tiempo, que pueda tener todo su derecho de ley.
 

CAMBIO: Quiero plantearle una situación cualquiera: mi hijo tiene un dolor de cabeza que no le pasa. ¿En el nuevo sistema cuál sería la ruta para que lo atienda un neurólogo?

C.C.: Si se aprueba la reforma, el país se organizan en centros de atención primaria en salud. Tu hijo y tú deben estar inscritos en un centro de atención primaria en salud. Hay libertad de elección. El sistema actual no tiene libertad de elección. ¿Cuál es la libertad de elección que tienen los 7,5 millones de colombianos de las empresas por liquidar que nadie los quiere recibir? Ninguna. Entonces, en este nuevo sistema de salud, todos los colombianos estaremos adscritos a un centro de atención primaria en salud, sea público, sea privado. No es nada distinto a ese centro donde a usted lo atienden y tiene la posibilidad de escoger su médico. Si usted se va a pasar de barrio, pues lo trasladan al otro barrio y usted tiene la posibilidad de decir yo prefiero que me atiendan cerca mi trabajo. Y usted en ese sentido, tiene libertad de escogencia si es cerca de su casa o cerca a su trabajo.
 

CAMBIO: Se entiende la proximidad geográfica. Pero si yo vivo en un pueblo, mi hija tiene cáncer y yo quiero que la atienda el mejor especialista que está en Bogotá, ¿eso va a ser posible?

C.C.: Lo que va a pasar en Colombia es que todo ciudadano que quiera estar con el mejor especialista de cáncer tiene varias opciones a nivel nacional. Usted va a llegar allá porque el sistema lo va a tener que llevar allá. Por eso le estoy diciendo, la red de prestación de servicios es nacional, porque todas las clínicas de trasplantes del país van a estar disponibles para todos los colombianos. ¿Pero qué es lo que cambia aquí? Lo que cambia es que tú tienes unos CAPS con unos equipos y allá van a ir a hacerle exámenes de detección temprana. La mayoría de gente con cáncer en Colombia llega sin ser detectada. Hay mecanismos clínicos para poderle hacer un examen a esa señora previamente, detectarlo a tiempo, hacerle el tratamiento ahí o mandarla de una vez al centro de alta complejidad, porque el cáncer en muchos casos es curable. Aquí se acaba la autorización de las EPS. Es la orden del médico tratante y posteriormente habrán unos mecanismos de auditorías externas sobre el médico. Pero no es a costa de la vida del paciente.
 

CAMBIO: La pregunta básica, ministra, es ¿cómo hago yo para llegar a tiempo con mi hija que necesita la atención de primer nivel?

C.C.: Por eso te estoy diciendo que es lo que pasa hoy. Si esto se aprueba, no pasa de un día para otro porque tu hija va a seguir en la misma EPS. La misma EPS es la que va a territorializar. Hoy en Colombia tenemos suficiente experiencia dado que se han liquidado 17 EPS, tres en este gobierno y las demás en los anteriores gobiernos, para hacer los traslados con todos los tratamientos. Tutelas falladas, tutelas que se cumplen, el sistema sigue. Si tú estás siendo atendido por un especialista, tú tienes el derecho a exigir que tu tratamiento siga ahí, a no ser que te ofrezcan algo mejor. El sistema se tiene que cambiar es para el país desposeído, que es el que no tiene nada. Pero la realidad en Colombia es muy dramática. El año pasado hubo más de 1.200.000 quejas, peticiones y reclamos por inatención en salud. No de zona dispersa y rural, porque la gente de zona dispersa y rural se resigna a la muerte, no se queja. Imagínense la vulnerabilidad, la vulnerabilidad del resto del pueblo colombiano. ¿Es que yo no entiendo por qué tanto odio por nosotros al estar planteando algo tan elemental como la defensa de la vida en Colombia?

CAMBIO: Hay un millón de colombianos que han comprado la medicina prepagada. ¿Qué les va a pasar a ellos?

C.C.: No les va a pasar nada, porque la reforma a la salud no toca las prepagadas. Esto ha sido un debate descalificador. Quienes nos adversan no tienen ninguna propuesta alternativa. La propuesta alternativa es decir que vamos muy bien y lo que dicen es que esto va a ser un desastre. Inclusive he escuchado decir que con la reforma nuestra la gente va a correr a afiliarse a la prepagada. Qué poco conocen nuestro pueblo. Nuestro pueblo no tiene ese nivel de ingresos. El 70 por ciento de nuestro país es muy vulnerable. Personas en condiciones de pobreza, de bajos ingresos. Ni siquiera a un médico general hoy con los ingresos que tiene, le da para pagar una prepagada, que es más de un millón de pesos.
 

CAMBIO: Alfonso Prada le dijo al diario El Tiempo esta semana que había quedado "sorprendido" con la radicación de la reforma. ¿No cree que para presentar un proyecto había que avisarle al ministro del Interior? ¿Por qué saltárselo?

C.C.: El día lunes hubo una reunión en la Casa de Nariño en presencia del ministro Prada, los presidentes de los partidos y sus delegados, los ponentes. Se llegó a la conclusión de que ya dentro de este trámite esto quedaba en manos de los ponentes. Hasta el día viernes estuvieron introduciendo muchos cambios que mandaron los presidentes de sus partidos para que esto se pudiera radicar. Y todo esto corresponde a un cronograma que señaló el presidente de la Cámara de Representantes, porque el Gobierno tiene una serie de proyectos de ley. De acuerdo a este de cronograma, los ponentes procedieron a hacer algo que además es legal y legítimo en la autonomía del Congreso de la República.
 

CAMBIO: ¿Cómo va su relación con el presidente del Senado, Roy Barreras?

C.C.: Muy buena relación. Nos reunimos recientemente, estuvimos desayunando, conversando sobre cuáles eran esas esencias que había que mantener, sobre las modificaciones que había surtido en las discusiones que habíamos tenido en este proyecto de ley.
 

CAMBIO: Ustedes se fueron por la estrategia de convencer uno a uno a los parlamentarios. ¿Cómo van los cálculos de las mayorías? Pelear contra los directores de los partidos no es fácil...

C.C.: La democracia son reglas ciertas, con resultados inciertos. Hemos tenido muchas reuniones. Yo creo que uno de los proyectos de ley que más reuniones ha tenido a todos los niveles, a nivel político, a nivel social, ha sido este. Inicialmente la Cámara de Representantes planteó unas audiencias. Yo creo que esas audiencias sirvieron mucho para la sensibilización de los congresistas frente a este proyecto de ley. Por supuesto que esto es un proyecto de ley del gobierno. Mi función legal y constitucional, además, es explicar este proyecto, convencer al Congreso de la República para que vote por este proyecto. Y eso, eso es lo que estamos haciendo permanentemente desde octubre. Yo mantengo desayunos con las comisiones 7.ª de Cámara y Senado. Antes de cerrar el proyecto de ley nosotros ya teníamos unos diálogos con el equipo experto.
 

CAMBIO: La realidad es que cuando uno negocia esto con los congresistas el tema se va a puestos, contratos y mermelada. ¿El gobierno del cambio está dispuesto a repartir mermelada para conseguir los votos?

C.C.: Yo creo que es un asunto más profundo. Mire, esto es un gobierno de coalición. Y este es un gobierno de una coalición muy variopinta. Es una coalición progresista, liberal y hasta conservadora. Yo tengo compañeros en el gabinete que son conservadores, que son liberales, que representan estas colectividades. Yo creo que lo que está a prueba en una coalición donde ya hay participación de esos partidos, la mayoría de partidos políticos que están en el Congreso, exceptuando quienes se declararon independientes o en oposición, participan del gobierno. Y eso es abierto, público y ocurre en toda la democracia del mundo. Eso no debe generar ninguna espectacularidad. Yo creo que el desafío es si la coalición resiste un acuerdo programático alrededor de estos cambios. Esa es la discusión que estamos teniendo en este momento.
 

CAMBIO: Esta semana la W Radio contó que usted fue a una reunión en Arauca con aspirantes políticos, fichas del liberal Germán Rozo, ponente de la reforma. ¿Usted que tiene que decir sobre eso?

C.C.: A mí me llama mucho la atención que eso fuera noticia. Que sea noticia que un ministro se reúna con congresistas me parece una cosa muy extraña. Yo permanentemente mantengo reuniones con los congresistas de las comisiones séptimas, donde reposa la reforma de la salud. De ahí se derivaron inclusive titulares que decían que estábamos ofreciendo prebendas. ¡Por favor! Yo me reúno con los congresistas en todo el territorio nacional porque es mi función, porque me corresponde.

CAMBIO: Pero es que no eran solo congresistas. Había un aspirante a la Alcaldía, y se dijo además que habría un propósito de silenciar unas investigaciones que existían por malos manejos relacionados con el tema de salud.

C.C.: Ya eso son relatos paralelos. Pero tú no puedes derivar de un video donde yo estoy reunida con unos congresistas todos esos relatos. Yo no sé si había candidatos o no, porque te cuento que yo llego a ciudades y en esas ciudades puede haber aspirantes a lo que tú quieras, además, porque hoy en Colombia no hay nadie inscrito oficialmente para ser candidato, no hay nadie inscrito, no hay ningún acto de campaña. Yo como funcionaria lo que no puedo asistir es un acto de campaña. Pero si yo llego a un evento público, ahí van a llegar líderes, precandidatos que yo no sé si son o no son, porque yo realmente no voy en función de la política local de Arauca. Nuestro gobierno es un gobierno del territorio y tiene que seguir yendo a los territorios a dialogar, a explicar. Ese ha sido el talante de nuestro Gobierno.
 

CAMBIO: El presidente Petro ha difundido informaciones falsas e indicadores erróneos para decir que el sistema colombiano es el peor del mundo. Mucha gente puede pensar que quieren arrasar con todo lo que hay. ¿De lo que hoy funciona qué se busca mantener?

C.C.: A mí no me preocupa que el presidente Gustavo Petro se haya equivocado juntando unas fotos que no eran. Me preocupa es que eso sí ocurre en Colombia. El problema de fondo no es la equivocación en la foto. El problema de fondo es que en Colombia hay 600 municipios donde en zona rural no hay ni siquiera un puesto de salud. Yo quiero que vayan a las regiones de Colombia a ver si no es cierto que aquí se hace el paseo de la muerte. El país no puede aceptar más que gente que no debió morir, muera, que niños que debieran nacer no nazcan en Colombia.
 

CAMBIO: El presidente Petro nos dijo que si se cruzaban unas líneas rojas él prefería retirar del Congreso el proyecto de reforma y dejar que el estado de cosas se encargue de liquidar el sistema. ¿Señora ministra, cuáles son esas líneas rojas? ¿Qué pasaría con los pacientes colombianos si el sistema colapsa, si entra en crisis?

C.C.: Bueno, lo primero es que el sistema ya está en crisis y  ya está colapsado. Yo no creo que haya sistema de salud en el mundo que tenga las deudas y los desfalcos que tiene el sistema de salud en Colombia. A mí me preocupa mucho que no haya fallos todavía en Colombia de investigaciones penales, fiscales y disciplinarias que deberían en este momento tener resultados. Conocimos el de Saludcoop. Conocemos otros casos como los cárteles de la hemofilia. Es que la propuesta de la reforma a la salud también es una propuesta contra la corrupción. Es que un país que acepte que más de 70 billones de pesos rueden sin mayor control, que el Estado gire y ruede sin control esa plata, y que ni siquiera la Superintendencia en este momento vigila sus recursos por auto reportes de aquellos que manejan esa plata. Eso es una cosa muy opaca.
 

CAMBIO: Vuelvo a la pregunta original. ¿Cuáles son las líneas rojas del presidente Petro y usted que de no respetarse los llevarían a retirar la reforma?

C.C.: El Gobierno presenta un proyecto de ley es para que haya un cambio. Si a la final esa iniciativa de política pública es para que todo siga igual, entonces para qué la iniciativa de política pública, pues no tiene sentido. Si le damos una vuelta a eso y al final quedamos en lo mismo, no solo el presidente, cualquier parlamentario, cualquier persona que tenga sentido común sabe que una propuesta que al final no vaya resolver el problema que se propuso resolver, pues deja de tener sentido. Eso pasó con la reforma política, que en el camino dejó de tener sentido porque al final no resolvía los problemas que pretendía resolver en el sistema político electoral en Colombia. Entonces, lo que plantea el presidente es apenas de sentido común. Si la propuesta no nos permite resolver el problema que queremos resolver y que yo he descrito en esta hora de diálogo, pues ya habría que mirar qué se hace.
 

CAMBIO: ¿No cree que el impacto político de su reforma ha ido demasiado fuerte para el Gobierno?

C.C.: Bueno, lo que pasa es que no sabemos si hay respaldo o no de las mayorías, porque es que el proyecto de ley todavía no ha iniciado trámite. Por ahora ha habido una discusión de opinión pública. Insisto, no muy referida a los contenidos, sino muy referida a lo que pasa alrededor. Entonces, en ese sentido, no podemos hablar si hay mayorías o no, porque eso solo se define del punto de vista legal y procedimental en el trámite parlamentario, en la manera como se manifiesta. Y eso sí es incierto. Nosotros no podemos saber qué va a pasar a futuro. Eso es un proceso democrático. Ya se verá en el camino qué pasa.
 

CAMBIO: Antes de la Semana Santa surgió una campaña en redes sociales pidiendo su renuncia. El numeral era #RenuncieCorcho y fue tendencia durante dos días. La revista Semana publicó una portada titulada "La ministra obstáculo". ¿Usted ha pensado en renunciar? ¿Se siente un obstáculo para el trámite de la reforma?

C.C.: Desde el momento en que el presidente Gustavo Petro me designó como ministra de Salud ha habido campañas en redes en contra mía, entre otras cosas, ataques personales. Yo sí hago un llamado a la dignificación de la política porque no discutimos sobre los problemas, sino sobre las personas. El país se merece una dignificación de la política. Esto no es antes de Semana Santa. Yo llevo ocho meses soportando toda una andanada de redes sociales, de insultos, de ataques de odio, de polarización, de amenazas alrededor de las personas que nos apoyan en este proceso social. Ha sido una andanada muy fuerte. ¿Tiene que producir odio que nosotros queramos que los colombianos accedamos a la vida? ¿Será que no somos capaces de ponernos por encima de nuestras diferencias para que además podamos sacar esto adelante como un proyecto de nación? ¿Será que Colombia no va a poder dar ese cambio? Eso es lo que está en juego en este momento.

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