Elecciones 2023: ¿partidos tradicionales, los más beneficiados con el caso Zuluaga y el descontento con el Gobierno?

En poco más de tres meses los colombianos tendrán su cita en las urnas para elegir a los gobernantes locales y desde la política nacional ya se están moviendo las fichas. 

Pero el caso de Óscar Iván Zuluaga, el dos veces candidato a la presidencia y exministro de Hacienda en el segundo periodo de Álvaro Uribe como jefe de Estado, fue un cambio de juego para los partidos políticos, porque le resta credibilidad a unos y refuerza la posición de otros, como afirman analistas. 

Pues por la presunta entrada de dineros de Odebrecht a la campaña presidencial de Zuluaga en 2014, la Fiscalía le imputa a Zuluaga seis delitos y uno a su hijo David Zuluaga. Sin embargo, en la audiencia de imputación de cargos ninguno los aceptó y deberán demostrar su inocencia ante el ente acusador. 

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La reactivación de esta investigación, pese a ser "un caso viejo", como lo describen los analistas consultados, tiene efectos sobre las elecciones territoriales del 29 de octubre. Esto porque se suma a los escándalos que vienen minando la credibilidad del Centro Democrático y que incluso, en el caso de las elecciones del año pasado, ayudaron a Gustavo Petro a llegar a la Casa de Nariño. 

Mauricio Jaramillo, docente de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, explica que "este es un caso más de desprestigio del Centro Democrático, que viene desde hace mucho tiempo, por ejemplo, todo lo que rodea a Uribe en torno al proceso por la manipulación de testigos, las revelaciones recientes por los casos de los falsos positivos en Dabeiba (Antioquia)". Lo que demuestra que por sí solo el caso Odebrecht no implica un efecto directo para el partido, pero la suma de todo golpea la confianza que muchos de los electores tenían sobre la colectividad. 

Esto no es todo, porque la disminución en la aprobación que está teniendo el gobierno de Gustavo Petro es otro de los factores que termina por darles más créditos a partidos tradicionales. 

Por ejemplo, en la última encuesta de Invamer, publicada a finales de junio, se observa que el descontento con la administración del presidente ha aumentado. 

En esta medición, la desaprobación del presidente Petro fue 61 por ciento en junio, mientras que su aprobación fue del 33 por ciento. Esto en contraste con abril, cuando la probación fue 57 por ciento y la desaprobación 35 por ciento. 

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Con esta realidad, para Jaramillo, en las elecciones de octubre también va a pesar el "voto castigo" frente a la gestión del primer gobierno de izquierda en el país.

Por otra parte, Nicholas Benedetti, politólogo de la Universidad Javeriana, agrega que "las elecciones regionales serán ante todo un plebiscito por la presidencia de Petro, que se ha vuelto omnipresente en las discusiones políticas del país desde que asumió la presidencia". 

El académico asegura que con la realidad política actual, "lo que se podría vaticinar es que la oposición se va a reacomodar y a tomar distancia del Centro Democrático, que pierde frente a otros partidos de oposición". 

Es decir, este panorama termina por darle protagonismo a los partidos tradicionales como Cambio Radical, el Conservador y los Liberales, que han criticado esa gestión y también se distancian del Centro Democrático. Logrando así capitalizar el descontento. 

Llamado de Vargas Lleras para hacer un frente contra Petro

De hecho, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras hizo un llamado a los partidos tradicionales para formar una "nueva coalición en el Congreso", con la que esperan "evitar una catástrofe en los próximos tres años" y con la que esperan sumar fuerzas en las territoriales. 

Coalición que, si se materializa, no solo podría complicar el trámite de las reformas sociales en el Congreso, sino, como afirman los analistas, capitalizar el descontento con el Gobierno Petro y la poca credibilidad del Centro Democrático.