De izquierda a derecha: Armando Benedetti, ministro del Interior, y Antonio Sanguino, ministro del Trabajo.
Crédito: Colprensa.
El 21 de abril, el día en que la consulta popular llegará al Senado
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La consulta popular, que se ha convertido en el punto de partido de la campaña presidencial, llegará en los próximos días al Congreso, donde debe enfrentar su primera prueba. ¿Se aprobará o no? ¿Cuáles son las posturas de los parlamentarios?
Por: Claudia M. Quintero
Aunque la campaña presidencial ya arrancó, el paso fuerte está en la consulta popular que, según el ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, llegará al Senado el 21 de abril, cuando los congresistas estén volviendo del receso —pago— de Semana Santa.
“El 21 de abril seguramente estaremos radicando ante la secretaría del Senado la solicitud del presidente, firmada por todos los ministros del despacho, para convocar a una consulta popular que haga posible la expresión de la ciudadanía y de millones de colombianos en favor de esta reforma laboral y su contenido”, aseguró el jefe de la cartera del Trabajo.
Se trata de una apuesta clave del Gobierno por sacar adelante una de sus reformas más importantes, que había prometido en campaña y que se hundió dos veces en el Congreso. Así, de entrada, el mecanismo llega con un reto enorme: lograr los votos necesarios en el Senado para que luego los ciudadanos puedan salir a votar.
Las posturas en el Congreso: la apelación de la laboral y la 'mini' reforma de los liberales
Por un lado, están los congresistas del Pacto, que están completamente dispuestos a impulsar la consulta y que, como hemos visto, vienen impulsando la votación por el sí.
Pero, además, hay un sector de parlamentarios que quiere esquivar la consulta popular. ¿Cómo? Hay dos vías. El presidente convocó este mecanismo luego del hundimiento de la reforma laboral, y el senador Fabián Díaz, del Partido Alianza Verde, apeló esa decisión. Entonces, algunos congresistas argumentan que no se pueden discutir las preguntas de la consulta si no ha resuelto la apelación. Según le dijo un senador liberal a este medio, porque se estarían tramitando dos mecanismos relacionados con el mismo tema.
A esto se suma la discusión de la ‘mini’ reforma laboral que presentaron los liberales y que busca modificar la jornada nocturna y establecer el recargo por dominicales y festivos, dos puntos esenciales del proyecto que se le hundió al Gobierno.
Sin embargo, el presidente y la bancada oficialista en el Congreso están completamente dispuestos a dejar a un lado esos argumentos y apostarle a la consulta popular. Como lo ha dicho el ministro del interior, “la consulta va porque va”.
En eso, el Ejecutivo tiene un punto a favor, porque si ninguno de los mecanismos anterior funciona, a los congresistas les quedará muy mal negar un mecanismo de participación ciudadana. Es decir, “no tiene sentido que unos políticos que fueron elegidos por voto, le nieguen a los ciudadanos la posibilidad de participar de unas elecciones”, como le dijo a CAMBIO el senador Inti Asprilla, del Partido Alianza Verde, hace unas semanas. Con esa postura también coinciden otros parlamentarios de partidos independientes y de oposición.
