Filtraciones le complican los planes al Gobierno de armar una nueva coalición en el Congreso

Al alto Gobierno no le cabe ni una gotera más. En las últimas dos semanas las filtraciones de información del Ejecutivo a la prensa han dejado en evidencia una batalla interna entre funcionarios que no solo tendrá consecuencias legales sino también un fuerte impacto en el trámite de la agenda legislativa impulsada por la Casa de Nariño. En los partidos independientes, que pueden inclinar la balanza en el Senado y la Cámara, hay malestar y desconfianza por el caos en el que está el gabinete de Gustavo Petro.

En lo que va de 2025, tanto el Ministerio del Interior como la Presidencia han hecho varios acercamientos con los partidos independientes para darle oxígeno a una agenda legislativa con bajas expectativas de vida. El Partido de la U, el Partido Liberal y los conservadores han recibido invitaciones a reuniones tanto en la Casa de Nariño como en La Giralda (sede de la cartera política). 

El encuentro más reciente ocurrió este 18 de febrero en el palacio presidencial. La recién nombrada directora del Dapre, Angie Rodríguez, y el jefe de despacho, Armando Benedetti, convocaron a liberales y conservadores a un desayuno de trabajo. En esa reunión, Rodríguez se presentó ante los parlamentarios que asistieron y se habló de las prioridades del Ejecutivo para el actual periodo legislativo.  

“Es un encuentro que se acostumbra a hacer a comienzos del periodo legislativo. La idea era conocer a la doctora Rodríguez, pero también se habló de los proyectos que impulsa el Gobierno y la intención de concertar”, dijo uno de los asistentes al encuentro.

El encargado de tirar la línea política fue Benedetti, al fin de cuentas esa es una de las tareas principales de su nuevo rol. 

Sin embargo, la antesala del encuentro no pudo ser peor. El Reporte Coronell reveló el listado de congresistas, funcionarios y exfuncionarios que elaboró y entregó a la Fiscalía el ministro Luis Carlos Reyes. El documento señala más de 30 nombramientos y traslados en la Dian sugeridos en su mayoría por congresistas de casi todos los partidos con asiento en el Capitolio.

La revelación provocó una interminable serie de declaraciones públicas de los congresistas salpicados desmarcándose de los señalamientos. Ninguno admitió haber sugerido movimientos de personal en la Dian o en la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa).

Pero más allá de los pronunciamientos en redes y medios de comunicación, en los engranajes del Congreso el escándalo cayó muy mal. Según varios representantes y senadores godos, liberales y de la U consultados, es muy difícil llegar a un acuerdo con el Gobierno si en cualquier momento se va a filtrar otra lista como la de la Dian.

“El Gobierno ya nos ha hecho saber sus intenciones de llegar a acuerdos. Pero, ¿cómo vamos a dialogar si en cualquier momento aparecemos en una lista descontextualizada? Así es muy jodido”, le dijo a CAMBIO un senador de la U.

En el Capitolio el episodio de la Dian ha causado sorpresa, pues allí las recomendaciones para cargos y el clientelismo están más normalizados que en cualquier otra parte. “No es algo novedoso. Aquí todos han pasado hojas de vida o hemos recomendado a un amigo. Pero de ahí a ser cómplices de mafiosos hay mucha distancia”, agregó un liberal.

Para los parlamentarios es una “irresponsabilidad” relacionarlos –incluso indirectamente– con las estructuras de contrabando por sugerir el nombramiento de personas cercanas. Por ello, cualquier acuerdo burocrático debe hacerse con extrema cautela y solo hasta que se calmen las aguas en el gabinete.

El otro problema es que no es claro con quién debe ser el diálogo. Hasta ahora los acercamientos parecen estar liderados por Armando Benedetti, sobre quien ya son claras las prevenciones por parte de voces fuertes en el Gobierno. “Armando puede prometer muchas cosas, pero no sabemos si puede cumplirlas, o si otros ministros frenen lo acordado”, aseguró un senador. 

Por ejemplo, todavía no es claro si Gustavo García Figueroa será confirmado como ministro del Interior o continuará como encargado hasta que llegue el reemplazo de Juan Fernando Cristo. A pesar de que García es liberal su postura sigue estando más cercana al petrismo, por lo que encontrar puentes con los independientes hasta de su mismo partido no es tarea sencilla para él.

CAMBIO conoció que el Gobierno ha consultado a sectores liberales y conservadores por posibles candidatos para asumir el Ministerio del Interior y otras carteras. No obstante, a la fecha no hay aspirantes fuertes pues es cada vez más difícil que alguien quiera subirse en un gabinete tan inestable a un año de la campaña electoral. 

El fuego interno del alto Gobierno parece estar complicando los planes del presidente Petro de consolidar un frente amplio para este “año definitivo” como él lo llamó. Las posibilidades de una coalición lo suficientemente robusta para rescatar la reforma laboral y la de salud se están yendo por las grietas de un gabinete enemistado.