
Germán Vargas Lleras entra de frente en la confrontación con Gustavo Petro
Germán Vargas Lleras.
Crédito: Colprensa
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Mientras miles de ciudadanos marchaban en defensa de las reformas a la salud y laboral, él tomó la vía contraria y pidió hundirlas. Dijo que promoverá la abstención en la consulta popular, que el Gobierno “ya se acabó” y que “arrancó la campaña presidencial”. ¿A qué juega? Análisis.
Por: Armando Neira

Germán Vargas Lleras habla como candidato, se muestra como candidato, aunque, eso sí, dice que “todavía no es candidato”. El exvicepresidente, sin embargo, aprovechó la jornada de movilizaciones y protestas convocadas en apoyo a las reformas sociales del presidente Gustavo Petro para anunciar que “enhorabuena” estas deben hundirse por ser “inconvenientes” para el país.
Así, mientras miles de ciudadanos marchaban en defensa de las reformas a la salud y laboral, él tomó la vía contraria y expresó su apoyo a los congresistas que votaron por su archivo.
Para el líder natural del Partido Cambio Radical, lo que ocurre hoy en Colombia con las movilizaciones y los anuncios de la consulta popular responde al propósito del presidente de iniciar una campaña para que el petrismo permanezca en el poder después del 7 de agosto de 2026, cuando él termina el periodo legal de su mandato.
“Hoy inicia formalmente la campaña del año 26. Ya venía haciéndolo, porque es que Petro no sabe sino estar en campaña. En estos dos años lo ha hecho, por eso la baja ejecución en los ministerios. Recordemos lo de la amenaza de la constituyente, que quedó ahí”, dijo en una entrevista a Blu Radio.
La aparición de Vargas Lleras en el escenario es una consecuencia natural del proceso político que vive el país, reflexiona el analista Gabriel Cifuentes. El experto señala que, en este contexto, tanto el Gobierno como la oposición están haciendo sus propios cálculos y apuestas.
Un Gobierno hijo del estallido social
El Gobierno cree que, a través de la movilización social, puede ejercer presión, demostrar vigencia y afianzar su apoyo popular (en última instancia, esto está en su ADN, pues el Gobierno es hijo del estallido social). Además, sabe que se avecina un año de campaña, en el que se deberán realizar consultas internas, y considera que el escenario de la calle es perfecto para copar la agenda pública y dar visibilidad a los liderazgos del partido, argumenta Cifuentes.
Por otro lado, añade Cifuentes, la oposición, que ha sido torpe o que calcula que esta estrategia puede beneficiarla, cree que puede convertir la consulta popular en un referendo contra el Gobierno y aprovecharla para atraer a la ciudadanía descontenta con la administración de Petro y que rechaza las manifestaciones de calle (con el recuerdo del estallido social aún presente).

María Jimena Escandón, máster en Gobierno de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y especialista en Derecho Constitucional, asegura que, en la coyuntura actual, en la que el presidente de la república es quien impulsa la protesta social atacando frontalmente la división de poderes, Vargas Lleras busca posicionarse como un liderazgo opositor.
“Es claro que la consulta popular está muerta, que el Gobierno perdió la calle hace tiempo y que las amenazas con las que nos ha acostumbrado desde el inicio de su mandato empiezan a convertirse en paisaje”, dice ella.
La oposición lo sabe y hoy usa esta situación para fortalecer sus liderazgos políticos, responder en el mismo tono del mandatario y, por supuesto, preparar el ambiente para la campaña electoral. En esta coyuntura es que Vargas Lleras muestra consolidarse como una alternativa.
La estrategia de Petro, según Vargas Lleras
Eso explica que Vargas Lleras señale que la consulta popular no es más que una estrategia para mantener movilizada a la base política del presidente y presionar al Congreso. Según el exvicepresidente, cuando el mandatario no logra sus objetivos legislativos, recurre a movilizaciones o amenazas políticas para intentar alcanzarlos.
En su relato, además, recordó que esta no es la primera vez que el presidente usa esta estrategia. Mencionó el caso de la reforma a la salud, cuando Petro amenazó con convocar una asamblea constituyente tras el hundimiento del proyecto en el Legislativo. Sin embargo, esa advertencia no se concretó y ahora, según su pronóstico, la consulta popular tendrá el mismo desenlace.
Ante esta situación, sin embargo, el exvicepresidente anunció que promoverá la abstención en la consulta, argumentando que participar en ella no haría más que legitimar una estrategia electoral disfrazada de mecanismo democrático.
“Petro constantemente lanza amenazas. Claro que entraremos en modo campaña de abstención para mostrar los errores que tiene incorporados esta reforma y decirles a los ciudadanos que no voten esta consulta”, afirmó.
Para Carlos Arias, experto en análisis político, Vargas Lleras está jugando el mismo juego que Petro: posicionarse en la contienda electoral de 2026. “A ambos les importan poco las reformas sociales que el país necesita”.
Este experto en comunicación política recuerda que el anhelo de Vargas Lleras ha sido el mismo desde hace casi una década: ser presidente. “Aunque está más preparado que Petro, su megalomanía y su disposición a hacer cualquier cosa para lograrlo son similares”.
¿Quién miente?
En diálogo con la emisora, el exministro de Vivienda también mencionó que el primer mandatario utiliza su fuero presidencial para, según él, calumniar y mentir sobre quienes no comparten su proyecto político.
“Amparado en su fuero presidencial, se siente con el derecho de injuriar y calumniar a quienes hacemos oposición, lanzando acusaciones infundadas desde la red social X”.
La subida de tono de Vargas Lleras es una de las acciones que marcaron esta jornada. “Él es un actor político relevante en el sistema colombiano; podría decirse que busca mantener y consolidar un espacio como candidato presidencial, desde la oposición al Gobierno y en el espectro de centroderecha”, señaló Ángel Tuirán Sarmiento, docente y analista de la Universidad del Norte de Barranquilla.
En paralelo a su confrontación política, Vargas Lleras, además, mantiene un pulso jurídico con el presidente Petro. De hecho, contó que ha interpuesto 22 demandas por los infundios en su contra.

En este contexto, el Consejo de Estado dio un plazo de 48 horas al presidente para que se retracte de los señalamientos contra el exvicepresidente. El capítulo más reciente obedece a que Petro, el 7 de noviembre de 2024, señaló en sus redes sociales que Vargas Lleras hizo “caso omiso” a su propuesta de elevar la Autopista Norte en el tramo vial que pasa por los humedales Torca y Guaymaral, con el fin de evitar o disminuir las inundaciones.
Según el mandatario, esa recomendación la hizo cuando era alcalde de Bogotá y Vargas Lleras vicepresidente. Al estudiar la tutela, el Consejo de Estado determinó que, con su publicación, el jefe de Estado vulneró los derechos fundamentales de Vargas Lleras.
El presidente no se va a retractar
Al conocer el fallo, Petro no solo rechazó rectificar su posición, sino que insistió en sus críticas. “Germán Vargas Lleras fue a mi oficina cuando yo era alcalde a pedirme que la concesión vial de la Autopista Norte se ampliara hasta llegar a Bogotá con la prórroga de la concesión jugosa, y yo le dije lo que pensé que era más sabio: que antes que el negocio estaba el cuidado de las aguas, y que la autopista debía elevarse para liberar el agua”.
Y dejó claro que no se retractará: “No puedo decir una mentira, así me lo ordenen con pena de cárcel”. “Claro que miente”, respondió Vargas Lleras.
En cuanto a sus aspiraciones presidenciales, dice Viveros, se percibe una tendencia a conformar una especie de “liga antiprogresista” que agrupe a quienes no comulgan con el petrismo, con el objetivo de ganar mayoritariamente la Casa de Nariño.
En resumen, Vargas Lleras está moviendo su sector, pensando no solo en la Presidencia, sino también en obtener un número importante de curules en el Congreso de la República en 2026.
Finalmente, el exvicepresidente expresó que, en estos días, estaba encantado con la vida por el nacimiento de su nieto, Agustín. Contó que su única hija, Clemencia, ha tenido que salir del país por razones de seguridad, lo que, según él, se convierte en un aliciente para trabajar más duro. No solo para que el pequeño no tenga que vivir fuera de Colombia, sino tampoco bajo un Gobierno de Petro. Lo único, en conclusión, que le falta decir a Vargas es que formalmente es candidato.
