Hongos para dejar de beber
Crédito: Yamith Mariño Díaz
Según reveló un estudio de la Universidad de Nueva York, la psilocibina, componente de los hongos alucinógenos, puede ayudar a reducir hasta 83 por ciento la adicción al alcohol. También ha resultado efectivo para tratar ciertas enfermedades mentales, entre ellas la esquizofrenia y la depresión.
Por: Maria F. Fitzgerald
Un estudio publicado por la revista JAMA Psychiatry reveló que el consumo de un componente de los hongos alucinógenos puede ayudar a reducir la adicción al alcohol hasta 83 por ciento. El estudio fue realizado por la Facultad de Medicina Grossman, de la Universidad de Nueva York.
La sustancia, que recibe el nombre de psilocibina, ha empezado a ser utilizada con diferentes fines terapéuticos, que buscan reemplazar las medicinas más tradicionales para tratar cuadros de salud mental, además de adicciones a otras sustancias. El estudio reveló que la psilocibina, acompañada de terapia psicológica, arroja resultados muy positivos, en comparación con otros métodos de manejo de adicciones.
Terapia contra la depresión
“Yo empecé a investigar mucho sobre el uso de la psilocibina, porque siempre había tenido un historial de salud mental con tendencia a cuadros depresivos fuertes. Eso me había llevado a tener que estar medicada, hospitalizada, a llevar tratamientos psiquiátricos casi toda mi vida. Nada de esto había servido. Luego, sobre todo durante la pandemia, terminé pasando mis días consumiendo marihuana casi constantemente, y eso ya me alertó, pues lo sentía casi como una adicción. Por eso empecé a buscar alternativas y me encontré con la psilocibina”, aseguró Melisa Ortega.
Para ella, la única terapia que realmente le ha ayudado a mejorar sus cuadros depresivos, y le ha permitido reducir su uso de otras sustancias, ha sido justamente la psilocibina: “Yo investigué mucho sobre el tema y estos componentes se están convirtiendo como en la nueva revelación para el manejo de muchos cuadros de salud mental. Para mí ha sido la mejor alternativa porque me traen alivio y no he tenido que lidiar con los efectos secundarios de otras drogas que terminan siendo más nocivas que el mismo cuadro”, afirmó.
Esta terapia se ha venido posicionando como una de las alternativas más reveladoras para la psiquiatría de los últimos años. The New York Times publicó en 2021 un artículo, titulado “Una revolución psicodélica llega a la psiquiatría”, que explica cómo la psilocibina y de MDMA en microdosis ayudan a controlar cuadros muy variados tanto de afecciones a la salud mental, como de adicciones a sustancias.
Uno de quienes más ha promovido el uso terapéutico de los hongos es Rick Doblin, investigador y neurólogo que, desde hace más de cuatro décadas, ha analizado el uso de sustancias psicoactivas para el tratamiento de afecciones a la salud mental y para el tratamiento de adicciones.
Cuadros que antes se creían intratables o sobre los que no existían métodos con altas tasas de éxito –como la esquizofrenia y ciertos tipos de depresión–, ahora pueden ser controlados con hongos. Según del artículo de The New York Times, los investigadores esperan que Estados Unidos apruebe el uso de MDMA para los tratamientos psiquiátricos en 2023; y que la psilocibina lo logre en 2025. “Tras décadas de satanización y criminalización, las drogas psicodélicas están a punto de entrar a la psiquiatría tradicional, con profundas consecuencias para un campo que en décadas recientes ha visto pocos avances farmacológicos para el tratamiento de los trastornos mentales y las adicciones. La necesidad de una nueva terapéutica se ha vuelto más urgente en medio de una epidemia de abuso de opioides y suicidios en Estados Unidos”.
Colombia no se queda atrás
En Colombia, el uso de la psilocibina a través de microdosis es más común de lo que se piensa. De hecho, en municipios como Barichara y Villa de Leyva, los visitantes los utilizan para sus propias terapias alternativas.
Una terapista que utiliza psilobicina en sus sesiones, le dijo a CAMBIO: “He tenido pacientes con cuadros de bipolaridad, con cuadros depresivos muy fuertes, con adicciones al alcohol y a sustancias químicas que los llevan en un camino de abuso propio muy fuerte. Nosotros, con ayuda de la psilocibina, hemos conseguido dar manejo a estos abusos y así logramos acompañar a las personas para que logren liberarse”.
Para ella, que previamente había ejercido como psiquiatra tradicional, las terapias alternativas son un camino mucho más certero pues, considera, es usual que las sustancias psiquiátricas tengan efectos secundarios que causan más daño al cuerpo: “Por supuesto, con estas sustancias, como con todas, es importante tener un acompañamiento constante, y, sobre todo, mucha prudencia. Pero sí considero que esta puede llegar a ser una revolución sin precedentes en un mundo que, ahora más que nunca, necesita alternativas de tratamientos para la salud mental de las personas”.