Trancones e investigaciones, la historia de la tercera calzada Bogotá-Girardot
8 Julio 2022

Trancones e investigaciones, la historia de la tercera calzada Bogotá-Girardot

Los trancones en la vía Bogotá-Girardot estarán hasta 2025

Crédito: Yamith Mariño

Si todo sale de acuerdo con lo previsto, la tercera calzada de la vía Bogotá-Girardot será entregada en 2025, nueve años después de que se firmara el acta de inicio de las obras. La construcción estuvo suspendida dos años mientras se resolvía una investigación a sus adjudicatarios por presunta cartelización

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La construcción de la vía Bogotá-Girardot, que en su momento fue considerada como una de las obras de infraestructura más importantes en Colombia, es por ahora uno de los principales dolores de cabeza de los conductores del centro del país.

Un recorrido que en principio no debería tomar más de tres horas, le lleva a un viajero entre seis y siete horas, especialmente en los fines de semana de puente que tienen alto tráfico vehicular, es decir, un conductor se tarda en recorrer un trayecto de 142 kilómetros lo mismo que le llevaría cubrir un recorrido de 426 kilómetros como Bogotá-Bucaramanga.

Junio y los primeros días de julio han sido especialmente fatídicos para quienes se desplazan por esta vía. En redes sociales conductores y pasajeros han publicado fotos y mensajes quejándose de las enormes congestiones.

Los trancones son causados por las obras de construcción del tercer carril de la vía Bogotá-Girardot, que en algunos puntos tiene pasos restringidos en  los que los conductores deben esperar a que les den vía y en otros tramos hay contraflujos en un solo sentido.

Esta obra, que hace parte de una concesión, fue adjudicada en octubre de 2016 al consorcio Vía 40 Express S.A.S. del que hoy hacen parte Conconcreto y Vinchi Highways S.A.S. Conconcreto también hace parte del consorcio CCC Ituango, encargado de las obras de Hidroituango, obra por la cual la Contraloría General emitió un fallo de responsabilidad fiscal por 4,3 billones de pesos y en el cual esta firma constructora junto con otras 25 personas jurídicas y naturales fueron condenadas en un fallo de responsabilidad fiscal. La Contraloría determinó que hubo cambios en las especificaciones técnicas y fallas en la calidad de los materiales.

Este no es el único caso por el  que Conconcreto ha sido investigado por órganos de control y regulación, su elección en el consorcio que conforma la APP que construye el tercer carril de la vía Bogotá-Girardot, fue investigada por la Superintendencia de Industria y Comercio y en 2018 les elevó pliego de cargos por presunta colusión, esta investigación fue archivada dos años después por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), en cabeza del superintendente Andrés Barreto.

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Sin embargo, este proceso conllevó a la apertura de otro en el que Juan Luis Aristizábal, presidente de Conconcreto, fue sancionado con una multa de 1.128 millones de pesos por competencia desleal. Las obras del tercer carril contemplan la construcción de 69 kilómetros de vía, la rehabilitación de 145 kilómetros, construcción de viaductos y puentes vehiculares y peatonales.

El proyecto tuvo un costo inicial de 1,7  billones de pesos e inició su ejecución en 2016, su entrega está proyectada para 2025, es decir, nueve años después. A raíz de las investigaciones de la SIC, las obras estuvieron frenadas por cerca de dos años. Si todo sale bien y las obras se entregan de acuerdo con el cronograma, aún  quedan tres años de trancones para quienes se desplazan por este, uno de los corredores viales más importantes del país.

La complejidad de la obra.

Germán Pardo, presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros le dijo a Cambio que este proyecto de infraestructura reviste una especial complejidad y por eso el largo plazo para su ejecución: “La ruta 40, que es la vía Bogotá -Girardot, comprende la construcción de un tercer carril. Este tercer carril incluye ampliar la vía, hacer una serie de variantes y construir unos puentes, como el que hay a la salida del Muña. Además, construir tres túneles en la zona del Boquerón, como es una vía en operación y tiene tanto tráfico, el plan de manejo y desvíos no es tan fácil”

Pardo explicó que la construcción de túneles en esta zona requiere especial atención y cuidado por las características del terreno: “Donde se van a hacer los túneles es una zona donde la roca hay que soportarla muy bien y requiere de avances que en promedio van a ser de 1,50 metros diarios”.

Al tener que coordinar los frentes de obra con el denso tráfico vehicular en la zona, el avance en los trabajos se ve retrasado al mismo tiempo que la llegada de los viajeros a sus destinos.

No obstante, Pardo agregó que el país tiene mucho por mejorar en tiempos de ejecución de las obras, los cuales mejorarían si antes de realizarlas se hace una rigurosa planeación: “Se necesita una investigación de factibilidad y prefactibilidad de todos los factores de riesgo de las obras públicas, si construimos una motriz de riesgo nos damos cuenta de lo que tenemos que mejorar y a lo que debemos ponerle cuidado, con eso vamos a mejorar los tiempos y los presupuestos”. La planeación de las obras lleva tiempo, por eso la Sociedad Colombiana de Ingenieros ha insistido en que los mandatarios de elección popular deben ser conscientes de que el inicio de estos proyectos no debe estar atado a sus periodos de mandato.

Los trancones y retrasos por las obras en la vía Bogotá-Girardot seguirán hasta que se culmine la construcción del tercer carril, por eso, además del kit de carreteras, documentos y el vehículo en buen estado, quienes se desplacen por esta vía tendrán que hacerlo con mucha paciencia, por lo menos hasta 2025.

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