'La libertad es mi causa': un documental sobre la despenalización del aborto en Colombia
10 Septiembre 2024 10:09 pm

'La libertad es mi causa': un documental sobre la despenalización del aborto en Colombia

Crédito: Fotos: Movimiento Causa Justa

El documental 'La libertad es mi causa' recorre la historia de las luchas que hicieron posible la despenalización del aborto en Colombia. La película la dirigió Claudia Bermúdez Vélez con la asesoría de Ana Cristina González Vélez y Laura Castro González, del Movimientos Causa Justa: líderes que se han abanderado en el proceso de la despenalización del aborto en Colombia.

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Por Alexander Triana Yanquén

Hablar de aborto en Colombia es como preparar una cena con amigos. Es una velada llena de llena de emociones, argumentos, estigmatización, ideaologías culturales, sociales, políticas, económicas y religiosas puestas sobre la mesa como los ingredientes principales de la conmoción nacional que despierta este tema.

Recientemente se presentó el documental La Libertad es mi causa como parte de la programación del Undécimo Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos (FICDEH). Un film dirigido por Claudia Bermúdez Vélez con la asesoría temática de Ana Cristina González Vélez y Laura Castro González, pioneras del Movimientos Causa Justa, líderes que se han abanderado en el proceso de la despenalización del aborto en Colombia, el punto central de esta película que sin duda permite a los espectadores reflexionar y ver desde la barrera una sinergia de exposiciones tanto jurídicas como morales y el impacto cultural que tiene hablar de aborto en Colombia.

Ana Cristina, quien ha sido una de las voceras más representativas del movimiento feminista en Colombia, hace parte del Colectivo Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, el cual nació en Colombia hace 25 años, “con el objetivo de pensar estrategias para avanzar en la despenalización del aborto, en una época en donde el aborto estaba totalmente prohibido en la ley, pero también prohibido socialmente”, detalla.

Según Ana Cristina, la mayor motivación para la realización de este documento audiovisual es "la contribución a la memoria histórica del país y a la memoria de cómo ha sido la conquista de los derechos humanos de las mujeres, y cómo esas conquistas han contribuido a la democracia en Colombia", agregando que esto no ha sido una "conquista menor".

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Esta declaración nos remonta a esas grandes conquistas de las mujeres en la sociedad y no es para menos, el derecho al voto, la educación, al trabajo, entre otras son un ápice de toda una estigmatización machista en cada una de las civilizaciones que nos han precedido y la ferocidad con la que se cruzan tormentas impuestas por el machismo.

El documento presenta declaraciones y testimonios de profesionales de la salud, figuras públicas como Margarita Rosa de Francisco, Piedad Bonnett y Humberto de la Calle, entre otros, quienes abren una discusión semántica y temática enfocada en hacer un recorrido profundo sobre el proceso liderado por Causa Justa, que concluye con la Sentencia C-055/2022, que despenalizó el aborto en Colombia hasta la semana 24 de gestación. Consideramos que la magnitud de lo que se alcanzó en 2022, es suficientemente significativa en la vida de las mujeres como para que sea una historia que valga la pena contar”, asegura González Vélez.

'La libertad es mi causa´ presenta el testimonio de cómo la organización y la movilización pueden cambiar el curso de la historia y destaca la importancia de defender los derechos humanos y la autonomía reproductiva.

 

 

Este documental es un testimonio de muchas voces, como el Movimiento Causa Justa, de cómo conseguimos la despenalización del aborto en Colombia, dando cuenta de la importancia del movimiento feminista en este trabajo, pero también de los retos y desafíos que nos restan para eliminar prejuicios y tabúes sobre el tema", comenta Laura Castro, coordinadora de La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres.

La producción del documental tomó aproximadamente 18 meses y dentro de las expectativas previstas por el colectivo, productores y directores, se espera que sea proyectado próximamente en las salas de cine de todo el país.

El documental tuvo un preestreno en junio, en la Cinemateca de Bogotá, y hemos estado en diferentes gestiones y acciones para que se presente en varios sitios y festivales”, comenta González Vélez. Agrega que desde ese momento el objetivo era contar la historia y es así como llegaron a los organizadores del Festival, quienes aprobaron la proyección y ahora ha sido emitido en Bogotá, Cali y Medellín.

"La semana pasada estaba en Noruega y me estaban diciendo que sería interesante si lo pudiéramos presentar para consideración allá; porque el tema del aborto es un tema que se ha convertido en uno de los indicadores más importantes de la democracia liberal, en el sentido que es una democracia capaz de respetar y proteger los derechos de sus ciudadanos y ciudadanas, y en el caso de las mujeres, uno de los derechos más sustanciales es la posibilidad de que sean libres e iguales, y que puedan decidir en qué momento, si sí ser madres o no", relata Ana Cristina.

Ahora, es importante mencionar que según Profamilia, en el primer semestre de 2023, posterior a la aprobación de la despenalización del aborto en Colombia, se registró un aumento del 36.7 por ciento de abortos seguros en el país. Revelando el informe que el 75 por ciento de los casos se practican antes de la semana nueve y el 88 por ciento en las primeras 12 semanas de gestación. Asimismo el 75 por ciento de las usuarias reportadas que lograron acceder a un aborto de manera oportuna son personas de los estratos socioeconómicos 1 y 2.


Entre la historia de lucha y los logros del proceso
 

Es importante destacar que la película no sólo documenta el camino legal y político que culminó en este importante cambio legislativo, también explora los desafíos, las resistencias y el impacto social del movimiento en el país. La libertad es mi causa presenta el testimonio de cómo la organización y la movilización pueden cambiar el curso de la historia y destaca la importancia de defender los derechos humanos y la autonomía reproductiva.

Cuando nos referimos a los procesos de colectivos y movimientos que han dado esta pelea en pro de los derechos de las mujeres, es innegable que tenemos que referirnos a un hecho mediático y significativo como lo fue el caso de Roe versus Wade, en Estados Unidos, que es un claro ejemplo de interés y vocación por parte de quienes aprueban el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, y los que están en contra de reconocer el aborto como un derecho, los denominados "Provida".

Este litigio ocurrió en 1973, cuando la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que la Constitución de ese país reconoció la libertad de una mujer embarazada para elegir abortar sin excesivas restricciones gubernamentales. Con lo cual se anularon muchas leyes federales y estatales sobre el aborto, provocando un debate nacional en el país que se considera con la democracia más sólida de los últimos tiempos.

No obstante, sufrió infinidad de reclamos por diferentes sectores sociales, generando una polarización enorme y finalmente el dictamen fue anulado el 24 de junio de 2022 por la sentencia Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, dándole vía libre a los estados de restringir o incluso prohibir en su totalidad el aborto. Dejando en la historia un proceso de cincuenta años entre discusiones y argumentos de todos los sectores implicados en el debate.

Una mirada a Colombia muestra que el Código Penal Colombiano tipificaba el aborto como delito, con sanciones para las mujeres que lo realizan y los profesionales de la salud que lo facilitan. Sin embargo, se contemplan excepciones en casos de riesgo para la vida de la madre. Llegó luego así la Sentencia C-355 de la Corte Constitucional, en donde el 24 de febrero de 2006, se despenaliza el aborto en tres circunstancias específicas: Cuando la continuación del embarazo represente peligro para la vida o la salud de la mujer, en caso de malformaciones fetales incompatibles con la vida, y si el embarazo es resultado de una violación. Avalando así que las mujeres tienen derecho a acceder a este procedimiento en instituciones de salud autorizadas.

Hasta este punto, Ana Cristina refiere que hasta que se emitió esa sentencia, Colombia compartía el lugar entre los países donde se penaliza el aborto con El Salvador, Nicaragua, Guatemala, básicamente todos los países centroamericanos; y detalla que Chile, es quizás uno de los referentes más significativos bajo el mandato de Pinochet en donde era una conversación bastante complicada por el temor a la represión.
No obstante, explica que "hubo varios intentos en los años 70 y 80, por parte de algunos congresistas para pasar Proyectos de Ley que avanzaran en la despenalización del aborto y no se conseguía", dice González Vélez.

Ana Cristina González Vélez
Ana Cristina González Vélez


Asimismo, explica que aun con todo este trabajo realizado por la Mesa y el colectivo para que resolviera la Sentencia del 2006, la investigación y recopilación de evidencias que se presentaron, el modelo de las causales estipuladas en la Sentencia, eran insuficientes y producían desigualdades entre las mujeres: "A las mujeres las criminalizaban por haberse realizado un aborto, las mujeres más pobres no podían acceder, las más jóvenes tampoco, en ciertas ciudades del país tampoco, y empezamos a darle forma a una idea que ya teníamos y es que el aborto no debería ser un delito, sino que más bien deberían regularse los servicios de acceso al aborto fuera del ámbito penal", relata González Vélez.

Sin embargo, esa mirada tácita que tenemos que hacer para entender el impacto de despenalizar el aborto en Colombia, nos acerca al 2012, en donde se realiza una propuesta de Reforma Legislativa con el fin de ampliar las causales de despenalización, en donde se propuso que se contemplara hasta las 24 semanas de gestación sin necesidad de justificarlo bajo causas específicas. Claro está, la propuesta enfrentó grandes retos y oposición impidiendo que avanzara en el Congreso de la República.

Desde ese momento el tema cobró otro sentido, se presentaron toda serie de debates y movilizaciones sociales que se intensificaron en favor de los derechos reproductivos, con la demanda de una legislación más inclusiva que garantice el acceso al aborto seguro y legal.

"Esta es una batalla que lastimosamente no se acaba porque en nuestra sociedad todavía hay mucho pensamiento patriarcal y hay muchos señores y señoras que creen que las mujeres no deberían tomar decisiones sobre sus vidas": Ana Cristina González Vélez

Llegó así 2022, año en que el Congreso de la República retomó la discusión de despenalizar el aborto en Colombia. Dentro de las propuestas se habló de las 24 semanas de gestión, garantizar acceso gratuito y confidencial en el sistema de salud público. Sin embargo se enfrentaron fuertes debates y oposición por grupos conservadores, con lo cual se vio un retraso en la aprobación.

Hasta que en 2023, la Corte Constitucional reforzó la Sentencia C-355 de 2006 en varias decisiones, con lo que se reafirmó la importancia de proteger los derechos reproductivos de las mujeres y la necesidad de facilitar el acceso a servicios de aborto en las causales ya establecidas. Lo anterior generó una nueva y ferviente discusión que conlleva como resultado que el pasado 15 de agosto el Gobierno Nacional a través de la Superintendencia de Salud emitiera una circular que reglamenta el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, y generando la movilización masiva de opositores que el 28 de agosto la conocida "bancada Provida" presentara ante el Consejo de Estado una acción de nulidad con el fin de anular la reglamentación del aborto en Colombia.

Esta es una batalla de gran aliento que como explica Ana Cristina, "no se mantiene sola porque hay muchos colectivos y organizaciones que luchan para que se mantenga", dejando claro que se han presentado más de 30 proyectos en oposición, solamente tras la Sentencia del 2006. Sin embargo, "todos esos procesos implican que nosotras revisemos, opinemos, participemos de la discusión siguiendo y respetando los mecanismos legales y los procedimientos que existen", agrega González Vélez.

Es por eso que la propuesta documental cobra un valor significativo. Nos refiere a los intentos por parte y parte de justificar sus argumentos, estrategias, y procesos en pro de los derechos desde la mirada de cada una de esas barreras sociales, económicas, políticas, culturales, religiosas y morales.

Ana Cristina González señala que si bien hay muchos procesos en marcha en pro y en contra del aborto y la despenalización de este, la tarea de los movimientos consiste en seguir revisando cada proceso y estudiando alternativas para aportar un poquito a la consolidación de una democracia sana, segura y responsable, considerando que si bien el panorama de que su modifique la sentencia, tendría que existir un panorama poco real, como sería que los miembros de la Corte Constitucional sean todos o en su mayoría parte de esa "bancada Provida".

"Esta es una batalla que lastimosamente no se acaba porque en nuestra sociedad todavía hay mucho pensamiento patriarcal y hay muchos señores y señoras que creen que las mujeres no deberían tomar decisiones sobre sus vidas, pero esa no es una posición compartida, afortunadamente, por la mayoría de la sociedad (...) Ahora, un gobierno antiderechos no podría tumbar esto, porque esto no es una Ley, es una decisión Constitucional. Tendrían que poner nueve jueces antiderechos en la Corte Constitucional y convertir a Colombia en un país autócrata", finaliza Ana Cristina.

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