"Jesús nos mostró un modelo de humanidad santa que todos podemos imitar": el papa León XIV en su primera misa

Este 9 de mayo a las once de la mañana, el nuevo papa, León XIV, presidió su primera misa ante los cardenales que lo eligieron en la Capilla Sixtina. La ceremonia, transmitida en vivo, reflejó el tono conciliador que también fue eje de su primer discurso como obispo de Roma.

El papa, nacido en Estados Unidos y nacionalizado en Perú, comenzó su homilía en inglés, la primera vez que se dirige de manera pública desde que fue nombrado en su idioma natal. En su primer discurso el pasado 8 de mayo, se dirigió a los fieles en italiano y español, con un saludo especial a la Iglesia que lo acogió durante años en Chiclayo, Perú. 

En su homilía, León XIV trazó las líneas que se esperan de su pontificado, centrando su mensaje en la misión espiritual de la Iglesia. 

"Jesús nos mostró un modelo de humanidad santa que todos podemos imitar", afirmó, resaltando que su liderazgo buscará ser un reflejo de ese ejemplo.

"Dios, al llamarme a través del voto de ustedes (los cardenales), me confía este tesoro a mí para que, con su ayuda, sea un fiel administrador", agregó, subrayando su compromiso con la responsabilidad que asumió como sucesor de Pedro.

El papa también hizo referencia a su predecesor, Francisco, recordando que "como muchas veces nos ha enseñado el papa Francisco, estamos llamados a dar testimonio de la fe gozosa en Jesús Salvador". Esta continuidad con el legado de Francisco sugiere un pontificado que buscará fortalecer la dimensión pastoral y social de la Iglesia. 

Al mismo tiempo, León XIV alertó sobre las dificultades que enfrenta la fe cristiana en el contexto actual: "Hoy también son muchos los contextos en los que la fe cristiana se retiene un absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes", explicó, señalando que en muchos lugares se prefieren "otras seguridades distintas a la que ella propone, como la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer".

Sin embargo, fue claro al señalar que estos ambientes, aunque adversos, no deben desalentar la misión de la Iglesia, sino reforzar su propósito.

"La falta de fe lleva a menudo consigo dramas como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia, la violación de la dignidad de la persona en sus formas más dramáticas, la crisis de la familia y tantas heridas más que acarrean no poco sufrimiento a nuestra sociedad", advirtió.

Con esta primera misa, León XIV delineó las prioridades de su pontificado, enfatizando la importancia de una Iglesia centrada en su misión espiritual y en la defensa de los más vulnerables, en un mundo que enfrenta crecientes desafíos éticos y sociales.