¿Por qué Ryuichi Sakamoto, pionero de la música electrónica y compositor multifacético, fue tan importante?

El pasado 28 de marzo falleció Ryuichi Sakamoto, músico y pianista japonés de gran reconocimiento internacional. "El arte es largo, la vida es corta", solía decir este prolífico y multifacético maestro, cuyo apellido, que significa “el que vive al pie de la pendiente”, reflejó su intensa y vertiginosa vida. Tras varios años de lucha contra el cáncer, la Parca se lo llevó a sus 71 años.
La trayectoria artística de Sakamoto ha dejado una profunda huella en la música contemporánea. Conocido por su enfoque multidisciplinario, fue célebre por su innovadora obra en el ámbito de la música electrónica, sus composiciones para películas legendarias y su compromiso con cuestiones medioambientales y sociales.

A lo largo de su carrera, además de ser compositor y director musical, Sakamoto se distinguió por su experimentación con diferentes instrumentos y tecnologías, que incluyeron su habilidad en el piano, al igual que en el teclado de una amplia gama de sintetizadores, también en la guitarra y la percusión. Así mismo fue vocalista y actor de cine.

Se considera a Sakamoto heredero de Claude Debussy, compositor francés, uno de los más influyentes músicos de la "Belle époque”, tanto por el impacto de su estilo vanguardista como por la influencia de la música asiática. En alguna ocasión decía: "La música de Asia influenció en gran medida a Debussy, y Debussy me influenció en gran medida a mí, por lo tanto podemos decir que la música gira alrededor del mundo como un círculo".

En el universo de la música clásica también se enamoró de la obra de Erik Satie, compositor y pianista francés precursor del minimalismo y el impresionismo musical, y del teatro del absurdo. Sakamoto lo siguió innovadoramente en algunas de sus composiciones, movido por la misma admiración del sonido líquido de la percusión indonesia y las agrupaciones gamelanes javaneses.

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La trayectoria artística de Sakamoto ha dejado una profunda huella en la música contemporánea. Conocido por su enfoque multidisciplinario, fue célebre por su innovadora obra en el ámbito de la música electrónica, sus composiciones para películas legendarias y su compromiso con cuestiones medioambientales y sociales.

Comenzó a estudiar piano a los seis años y en la escuela tocaba música folclórica de Okinawa, escuchaba a los gigantes del modernismo europeo de posguerra, como Pierre Boulez y Karlheinz Stockhausen, e incursionaba en el free jazz en su tiempo libre. Cuando llegó a la Universidad de las Artes de Tokio en 1971 para estudiar etnomusicología, dado su interés por la música de Japón, India y África, su inspiración artística ya seguía múltiples caminos simultáneamente.

En la universidad, bajo la influencia de la música de Béla Bartók y Anton Webern, compuso sus primeras sonatas y composiciones de cámara y tuvo su primer contacto con los sintetizadores. En esos años de estudiante asistió a sus primeras reuniones políticas, se unió a los Zengakuren, una liga comunista y antiamericana en pleno movimiento contracultural, pero pronto se apartó para dedicarse plenamente a desarrollar su inmenso talento creativo.
Sakamoto inició su carrera musical en los años 70 como miembro de la banda de música electrónica Yellow Magic Orchestra, un grupo precursor de la música electrónica cuya influencia se puede escuchar en géneros musicales posteriores como el techno y el hip-hop. El enfoque innovador de la banda, combinando música tradicional japonesa, música clásica y elementos de pop con sintetizadores y samplers, le valió gran popularidad en Japón y en el extranjero.

A finales de la década, inició una carrera en solitario, destacándose aún más como visionario y pionero de la música electrónica. Lanzó su álbum Thousand knives como solista, en el que mostró su habilidad para fusionar diferentes estilos musicales como el funk y el jazz con elementos electrónicos, creando paisajes sonoros únicos y evocadores. (Escuche aquí la canción Riot in Lagos).

Uno de sus mayores logros fue su trabajo en la banda sonora de la película Furyo en 1983, conocida como Merry Christmas Mr. Lawrence en inglés, dirigida por Nagisa Oshima y protagonizada por David Bowie. Sakamoto compuso la música, que incluye la famosa canción Forbidden colours, e interpretó un papel protagonista en la misma. La película trata de la guerra británica-japonesa, el poder, la masculinidad y la sexualidad, ganando culto a lo largo de los años.

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Sakamoto inició su carrera musical en los años 70 como miembro de la banda de música electrónica Yellow Magic Orchestra, un grupo precursor de la música electrónica cuya influencia se puede escuchar en géneros musicales posteriores como el techno y el hip-hop.

También compuso la música para las películas del director italiano Bernardo Bertolucci The Last Emperor (El último emperador, de1987) -cuya banda sonora ganó el Premio Óscar de la Academia- y The sheltering sky (El cielo protector, de 1990), así como para documentales, videojuegos y ballets, demostrando su habilidad para adaptarse y crear en diferentes contextos artísticos. Su enfoque multidisciplinario y su “buen espíritu” para colaborar con artistas de diferentes campos, como David Sylvian, Alva Noto, Thomas Dolby y muchos otros, le permitió participar en obras únicas y sorprendentes, y ganar numerosos reconocimientos.

Ryuichi Sakamoto fue también conocido por su activismo social y su compromiso con diversas causas a lo largo de su vida. Se convirtió en una voz importante en la protesta contra la energía nuclear, especialmente tras el desastre nuclear de Daiichi en 2011. Se involucró igualmente en la protección de medio ambiente, la lucha contra el cambio climático y el uso de las energías renovables. En este campo, publicó un exuberante álbum ambiental titulado Async.

En enero de 2021 Sakamoto anunció que le habían diagnosticado cáncer . En un mensaje publicado en su sitio web, escribió: "A partir de ahora, conviviré con el cáncer. Pero espero seguir haciendo música un poco más". Sakamoto siguió haciendo música hasta el final.

* Director del programa radial Jazz Sin Fronteras