¿Quién es Robert Sarah? El cardenal africano que está en la carrera para suceder al papa Francisco

El pasado lunes 21 de abril falleció el papa Francisco y con su muerte comienza la labor para elegir al nuevo obispo de Roma, un periodo que se llama ‘Sede Vacante’ y abarca desde el fallecimiento del pontífice hasta la elección de su sucesor. Durante este tiempo, el encargado de asumir temporalmente las funciones de administración es el camarlengo de la Santa Iglesia Romana, un cargo que actualmente ocupa Kevin Farrell, quien también tiene la responsabilidad de organizar el cónclave que elegirá al nuevo Papa.

Mientras tanto, dentro y fuera del Vaticano ya se especula quién podría ser el próximo líder de la Iglesia católica. Uno de los nombres que más suena es el del cardenal Robert Sarah, una figura destacada del sector más conservador de la Iglesia. 

¿Quién es el cardenal Robert Sarah?

Originario de Guinea, el cardenal Sarah ha cobrado notoriedad tanto en el ámbito eclesiástico como en redes sociales. Muchos fieles lo ven como "la esperanza" para que la Iglesia regrese a una interpretación más tradicional de sus valores.

Sarah nació en 1945 y se convirtió al catolicismo gracias a misioneros franceses. Fue ordenado sacerdote en 1969 y, a los 34 años, se convirtió en el arzobispo más joven del mundo al ser nombrado líder de la diócesis de Conakry, capital de Guinea. Durante más de 20 años, dirigió la Iglesia en su país en medio de la dictadura de Sékou Touré, con quien tuvo enfrentamientos por defender la autonomía de la Iglesia. Su postura firme le ganó reconocimiento dentro y fuera de África.

Así mismo, ha ocupado cargos de alto nivel en el Vaticano, fue secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, presidente del Pontificio Consejo Cor Unum (organismo suprimido por Francisco), y prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos entre 2014 y 2021.

Además, fue nombrado cardenal por Benedicto XVI en 2010 y participó en el cónclave de 2013 que eligió al papa Francisco.

Su ideología y los desacuerdos con Francisco

A lo largo de su carrera como representante de la Iglesia católica, Sarah ha defendido con fuerza la doctrina tradicional sobre temas como la moral sexual, la defensa de la vida y la liturgia. Incluso ha propuesto que se vuelva a celebrar la misa “ad orientem” (de cara al altar), una práctica previa al Concilio Vaticano II que consiste en celebrar la eucaristía de cara al Santísimo, pero de espaldas a los fieles. 

También ha expresado su rechazo a la “ideología de género”, el aborto, la eutanasia y el reconocimiento legal de uniones homosexuales, a las que considera una amenaza para la familia y la civilización. En sus propias palabras: “La cuestión, por tanto, se vuelve bastante simple: ¿Debe el mundo cambiar su actitud, o debe la Iglesia cambiar su fidelidad a Dios?”.

Además, ha criticado lo que llama la “dictadura del relativismo”, asegurando que “el deseo personal se convierte en el único referente”, y se opone rotundamente a que las mujeres puedan ser ordenadas como sacerdotisas o diaconisas.

El distanciamiento entre Sarah y Francisco se hizo más evidente en 2021, cuando anunció la publicación de un libro escrito junto a Benedicto XVI en defensa del celibato sacerdotal. El texto, titulado De profondeurs de nos coeurs (Desde lo profundo de nuestro corazón), estaba programado para publicarse en francés y llevaba los nombres y fotografías de ambos autores en la portada.

La aparición del libro fue interpretada por algunos como una interferencia en la decisión que debía tomar el papa Francisco respecto a la propuesta de ordenar a hombres casados, planteada en el Sínodo sobre la Amazonia de 2019. Además, generó polémica el hecho de que el papa emérito, quien había prometido guardar silencio tras su renuncia en 2013, se involucrara en un debate tan sensible. Finalmente, Benedicto XVI pidió que se retirara su firma y su imagen del libro.

La controversia terminó con la salida de Sarah de su cargo como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Si Robert Sarah fuera elegido como nuevo papa, marcaría un giro hacia una Iglesia con una identidad más clara en lo doctrinal y más apegada a las formas tradicionales de celebración litúrgica, similar a los papados de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Su figura representa una postura firme frente a los cambios contemporáneos y es vista por muchos como un símbolo de fidelidad a la tradición católica.