
En los primeros cinco meses del año las empresas de energía giraron 1,5 billones por el concepto de subsidios.
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El sector energético sigue al borde: 5,9 billones en déficit y sin luz en el presupuesto
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Las preocupaciones por los recursos para 2025 persisten, a pesar del pago de 2,5 billones de pesos que hizo el Gobierno para pagar las deudas con las empresas de energía y gas correspondientes a 2024. Un nuevo fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca y las apretadas cuentas de Hacienda le ponen más presión al tema.

El sector energético sigue en medio de una crisis financiera, aunque hace tres semanas el Gobierno giró 2,5 billones para pagarles a las empresas de energía y gas los subsidios que les adeudaba de 2024. La situación financiera es tan compleja que las empresas del sector alertan por la falta de recursos para este año y, posiblemente, en 2026.
El sector lleva meses llamando la atención sobre la problemática y la necesidad de que el Gobierno avance en los pagos de una deuda billonaria con las empresas, mientras que la Contraloría y la Procuraduría han puesto la lupa sobre la situación. Los pagos, sin embargo, no llegan.
A esto se suma que el pasado viernes 13 de junio el Tribunal Administrativo de Cundinamarca emitió un fallo en el que determinó que los Ministerios de Hacienda y el de Minas y Energía deben “emprender las actuaciones tendientes a asegurar la disponibilidad de los recursos necesarios para cubrir los recursos otorgados a los usuarios de energía y gas de los estratos 1, 2 y 3”. Para ello el tribunal le dio un plazo de diez días al Gobierno para emprender acciones.

¿Cuál es el problema con los subsidios?
En Colombia las facturas de electricidad y gas que pagan los usuarios de los tres estratos más bajos son subsidiadas por las contribuciones de los estratos 5 y 6 y los usuarios comerciales, y por otra, con recursos del presupuesto nacional. Las empresas distribuidoras de energía cubren ese costo en las facturas. Luego el Estado les reconoce su aporte, que ronda los 300.000 millones de pesos al mes.
El problema es que el Gobierno comenzó a colgarse con estos subsidios, una deuda que se sumó a otros saldos que le debe al sector. A finales de abril el déficit total de estas empresas estaba en 7,6 billones de pesos, y con el giro por la deuda de 2024 logró bajar ese déficit a 5,9 billones.
Sin embargo, y según la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica (Asocodis), en los primeros cinco meses de este año las empresas asumieron subsidios por 1,5 billones, y ese saldo sigue sin cubrirse.
Además de los subsidios, hay otras cuentas que afectan a las empresas, como la opción tarifaria –los saldos pendientes de la pandemia–, equivalente a 2,9 billones; la deuda de los usuarios oficiales como la Policía, las escuelas, centros penitenciarios, entre otros, que asciende a 1,2 billones; y más de 300.000 millones de pesos por las diferencias entre los precios en que se compra la energía en bolsa y su precio de venta.

El lío con el presupuesto
En días pasados, ocho gremios del sector enviaron una nueva carta el ministro de Hacienda, Germán Ávila; al ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, y a la directora de Planeación Nacional, Natalia Molina, con un requerimiento para que en el presupuesto general de 2025 y de 2026 se garanticen los recursos para los subsidios.
En la carta, las empresas del sector señalan que, para el año 2025, según el decreto del Presupuesto General de la Nación para este año, hay un faltante de recursos sin apropiar, o sin asignar, cercano a 2,7 billones de pesos para energía eléctrica, 900.000 millones para gas por red y 78.400 millones para GLP en cilindros, para un total de 4,4 billones de pesos, entre las empresas de energía y de gas.
“Hay una preocupación porque en el presupuesto general no hay plata. El déficit de apropiación es cerca de nueve meses y esto es preocupante porque si no pagan, en octubre volveremos a una situación similar a mayo”, aseguró José Camilo Manzur, presidente de Asocodis.
Si bien el representante gremial reconoció el “gran alivio” que representó para el sector el pago de las deudas de 2024, hacia adelante persiste la preocupación sobre qué pasará con las cuentas del sector, especialmente en un contexto complejo para las finanzas públicas del país y en el que el Ministerio de Hacienda ha reconocido amplios problemas de caja.
La semana pasada se presentó el Marco Fiscal de Mediano Plazo, un documento en el que el Gobierno presenta sus metas financieras en un horizonte a diez años. En dicho documento, el ministerio confirmó que para este año, dadas las complejidades fiscales del país, no solo no se cumplirá la regla fiscal, sino que el déficit llegará a 7,1 por ciento del PIB, casi tan alto como en la pandemia, y la deuda se elevará a 61,3 por ciento del PIB: el peor dato de este siglo. Además, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, confirmó que se necesitará una reforma tributaria por cerca de 19 billones para financiar no solo los gastos de 2026, sino también a mediano plazo.
