Francisco: las posiciones valientes de un papa progresista
21 Abril 2025 03:04 am

Francisco: las posiciones valientes de un papa progresista

El Papa Francisco siempre estuvo abierto a la discusión de temas polémicos dentro de la iglesia.

Crédito: Colprensa

El pontífice será recordado por defender sus posiciones frente a polémicos temas dentro de la alta jerarquía de la Iglesia católica, como el aborto, el divorcio, los abusos y el papel de las mujeres.

Por: Rainiero Patiño M.

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En medio de la devastación por la tragedia que dejó 194 personas muertas, y solo un par de horas después de que las llamas devoraran el boliche República Cromañón, en el barrio Balvanera, de Buenos Aires, el 30 de diciembre de 2004, el entonces cardenal Jorge Bergoglio fue uno de los primeros líderes que se apersonó de la situación. Visitó a los sobrevivientes en los hospitales, organizó un movimiento social para ayudar a las familias, programó misas campales frente a la calcinada discoteca, tuvo tiempo para dar la extremaunción a algunas de las víctimas y hasta encaró de manera pública a las autoridades y denunció abiertamente las redes de corrupción en torno a los controles de seguridad.

Sus acciones durante esos días marcaron para siempre la imagen de Bergoglio en su país como un líder con sensibilidad y activista de las luchas sociales. Por eso, con la renuncia de Benedicto XVI el 11 de febrero de 2013, y ante la posibilidad de que el cardenal argentino llegara en su reemplazo como máximo jerarca de la Iglesia católica, empezaron a sonar las campanas de advertencia de los más radicales. 

Algunos se atrevieron, incluso, a referirse al argentino como una especie de "anticristo que podía acabar con las bases de la Iglesia católica”. Todo el ambiente creado alrededor de Bergoglio  insinuaba, para aquellos que desconocen por completo las venas ocultas del poder que se maneja internamente en el Vaticano, que nos encontrábamos frente a un posible quiebre en los máximos centros de poder de la iglesia.

“La iglesia para las periferias” 

Desde los días antes de su elección como papa se empezó a hablar de las posiciones reformistas de Bergoglio. Como prueba quedó un documento divulgado por el entonces cardenal de La Habana, Jorge Ortega, en el que el argentino presentó ante el cónclave su ponencia sobre lo que consideraba la esencia y las posiciones, que, desde su punto de vista, “enfermaban a la Iglesia católica”.

El entonces cardenal propuso cuatro puntos, pero todos se referían a la necesidad de que la iglesia dejara de girar en torno a su centro y que empezara “a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria”.

Y fue más allá, porque también conceptualizó lo que creía debía ser el nuevo papa: “un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo... ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales”.

El mismo día del anuncio de su elección, ya como Francisco, en boca del cardenal protodiacono Jean-Louis Tauran, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el nuevo papa marcó el derrotero de su mandato, al ponerse en manos del pueblo y de su fe. 

Francisco siempre declaró que la iglesia debía estar siempre abierta a los más pobres, desfavorecidos y a los pequeños.
Francisco siempre declaró que la iglesia debía estar siempre abierta a los más pobres, desfavorecidos y a los pequeños. Colprensa

En sus primeras breves palabras insistió en pedir al pueblo que rezara por él. “Para que el Señor me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la bendición para su obispo. Hagamos en silencio esta oración de vosotros por mí”. Línea que marcaría su papado, al poner la figura del máximo jerarca al nivel de todos.

Días después, durante la inauguración del pontificado, Francisco volvió a insistir en su posesión de humildad para la iglesia. “Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio”, resumió. Desde ahí se supo que su llegada a la silla más alta del catolicismo también iba a abrir el espacio para nuevas discusiones sobre algunos de los temas más polémicos en la historia reciente de la religión. Aquí algunos de ellos.

Divorciados y los sacramentos 

Desde la publicación de su primera exhortación apostólica, Amoris Laetitia, en 2016, el papa sentó su posición sobre las parejas divorciadas al señalar que estas “no estaban excluidas de la iglesia” y pidió a los sacerdotes a cogerlas en el seno de la Iglesia.

“Los divorciados no están excomulgados”, ha insistido Francisco y ha pedido que estos sean atendidos “para que no se sientan abandonados por la Iglesia”.

Es que, según la tradición católica, aquellas personas que se divorcian y se vuelven a casar no pueden recibir los sacramentos. Francisco, sin embargo, en otro planteamiento revolucionario ha propuesto abrir las puertas a los divorciados, explorando nuevos caminos.

“La Iglesia quiere estar cerca de estas parejas y caminar también con ellas, para que no se sientan abandonadas y puedan encontrar en las comunidades lugares accesibles y fraternos de acogida, de ayuda al discernimiento y de participación”, dijo el papa.

Matrimonio homosexual

Uno de los temas más polémicos dentro del radicalismo católico, pero aplaudido por los defensores de derechos humanos en el mundo, han sido, tal vez, las posiciones de Francisco frente al matrimonio homosexual.

La unión homosexual sigue siendo considerada como “pecado” por la doctrina de la iglesia y los más retardatarios la consideran como parte de la denominada “agenda homosexual mundial” y “un ataque al Sagrado Depósito de la Fe”, consignado en las sagradas escrituras.

Pero, Francisco ha sido directo en su argumento y abrió la puerta a la unión al permitir, a partir de 2023, que los padres católicos puedan bendecir a las uniones del mismo sexo. “Una bendición es la búsqueda de las personas para estar en presencia de Dios, pero nunca debe ser confundido con el sacramento del matrimonio”, aclaró en ese entonces. 

Mujeres en la iglesia 

En declaraciones recientes, Francisco se refirió a la necesidad de abrir las puertas de la jerarquía eclesiástica a las mujeres. 

Esto en respuesta al movimiento que aboga por su ordenación como sacerdotes. Sin embargo, su posición llegó hasta abrir la discusión de permitir la ordenación de mujeres como diáconos. Esto les permitiría administrar la eucaristía y desempeñar otras funciones sacramentales dentro de la Iglesia.

La discusión sobre el papel de las mujeres en la iglesia fue uno de los temas recurrentes de Francisco.
La discusión sobre el papel de las mujeres en la iglesia fue uno de los temas recurrentes de Francisco. Colprensa.

De manera explícita, el pontífice pidió, durante el más reciente Sínodo de Obispos, la ejecución de un estudio para evaluar la posibilidad de ordenar mujeres como diáconos, buscando ampliar su rol dentro de la estructura eclesiástica.

Los diáconos son el primer grado dentro de la ordenación sacerdotal, por debajo del presbiterado y el episcopado.

Abusos y denuncias

“Pensemos en lo que ocurre cuando los pequeños son escandalizados, heridos, maltratados por quienes deberían cuidarlos, en las heridas de dolor e impotencia, en primer lugar en las víctimas, pero también en sus familias y en la comunidad", dijo Francisco sobre uno de los temas más espinosos para la Iglesia católica. 

“En la Iglesia hay lugar para todos, todos, pero todos serán juzgados y no hay lugar para el abuso, no hay lugar para encubrir el abuso. Pido a todos: ¡no encubran los abusos! Pido a los obispos: ¡no encubran los abusos! Condenen a los abusadores y ayúdenles a curarse de esta enfermedad del abuso", dijo el papa, en una reciente intervención en el Vaticano, durante la homilía de beatificación de la Sierva de Dios, Ana de Jesús. Con lo que ratificó su posición frente al tema de los abusos dentro de la iglesia católica. 

“Que se sepa. Y que se juzgue al maltratador. Que se juzgue al abusador, sea laico, laica, sacerdote u obispo: que se le juzgue”, reiteró Francisco.

El aborto

El aborto es uno de los temas que más discusión genera dentro de la iglesia. La posición de Francisco frente a este ha sido clara. “Es un homicidio”, ha dicho en varias oportunidades. Pero, también ha abierto una nueva discusión para plantear a todos los sacerdotes la posibilidad de la “absolución sacramental” a este pecado, lo que antes estaba limitado solo a algunos sacerdotes especiales, quienes podían hacerlo con el permiso de un obispo o del mismo Pontífice.

"Entrego de aquí en adelante a todos los sacerdotes, en virtud de su ministerio, la facultad de absolver a aquellos que han cometido el pecado de procurar un aborto", dijo el papa, en noviembre de 2016, durante la clausura del Jubileo o Año Santo de la Misericordia.
 

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