Preocupante dato: estudio revela cuánto tiempo pasan los estudiantes bogotanos atrapados en el trancón

Imagen ilustrativa de ruta escolar en Bogotá.

Crédito: Colprensa

21 Enero 2025 08:01 pm

Preocupante dato: estudio revela cuánto tiempo pasan los estudiantes bogotanos atrapados en el trancón

El informe analizó más de 3.000 vehículos de transporte escolar y a 150.000 alumnos del área metropolitana de Bogotá. Estos son los datos.

Por: Rainiero Patiño M.

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La situación es tan cotidiana que todos creen que es normal: en promedio, los estudiantes que viven en Bogotá pasan 2 horas y 40 minutos al día en medio del tráfico de la capital.

Una investigación realizada por la compañía especializada On Track, publicada recientemente, señala que, si se suman todos esos tiempos, la conclusión es alarmante porque en resumen los estudiantes bogotanos pueden llegar a pasar hasta 32 días y 8 horas al año atrapados en el tráfico. Las cifras se basan en el monitoreo de más de 3.000 vehículos y 150.000 usuarios activos en Bogotá.

El estudio incluyó a más 120 instituciones educativas en la capital y el municipio de Chía, cuyos datos fueron recolectados a través de una plataforma de seguimiento y control de rutas escolares.

La muestra fue tomada entre febrero y noviembre de 2024, y el ciento por ciento de los colegios monitoreados son privados y están ubicados en las localidades de Usaquén, Suba y Chapinero en Bogotá, además del municipio de Chía, Cundinamarca. A esto se sumó la información del resultado de encuestas realizadas a padres de familia y conductores.

Entre los principales factores que influyen en el incremento de los tiempos en la duración de las rutas figuran los tiempos de espera en paraderos, la congestión vehicular en 'horas pico' y la distribución ineficiente de los trayectos. Otro dato llamativo es que la mayoría de los colegios tienen su horario de ingreso en las horas de mayor congestión vehicular, es decir, entre las 6 y las 9 de la mañana.

A lo anterior hay que sumarle variables que terminan empeorando las condiciones, como las constantes lluvias en Bogotá, que también ponen en evidencia la vulnerabilidad del sistema de transporte escolar ante imprevistos.

El 75 por ciento de las rutas estudiadas en 2024 tuvo una duración promedio por encima de las dos horas. Y el promedio general de 2 horas y 40 minutos que pasan los estudiantes en la ruta puede aumentar a 3 horas y 30 minutos en días atípicos, como el pasado 6 de noviembre, cuando Bogotá colapsó por fuertes lluvias.

El horario más crítico para el tránsito de las rutas es entre la 6:15 y 7:15 de la mañana. Y es esta jornada en la que hay más rutas escolares transitando de manera simultánea.

Más que tiempo

El problema trasciende el tiempo perdido, porque el estudio también concluyó que esto impacta no solo la salud y el bienestar de los niños, sino la dinámica familiar y la calidad de vida de padres y cuidadores.

Arturo Henao Chaparro, director general de OnTrack Global, cree que el estudio más que una simple recopilación de datos, es un llamado de atención sobre la crítica situación del transporte escolar en Bogotá.

“Los números son contundentes y revelan un problema estructural que va más allá de la movilidad: estamos hablando de cómo más de 32 días al año de la vida de un niño se pierden literalmente atrapados en el tráfico. Es preocupante que estemos sometiendo a nuestra población infantil a una carga física y emocional que puede tener consecuencias a largo plazo en su desarrollo y bienestar”, explica Chaparro.

En comparación con el mismo periodo de estudio, pero en 2018, los resultados actuales muestran una tendencia al alza en los tiempos de ruta. Cuatro años antes, los niños pasaban en promedio 2 horas y 07 minutos en la ruta, mientras que ahora se evidencia un incremento de 33 minutos debido al creciente tráfico.

El aumento en los tiempos de trayecto, según las conclusiones del estudio, no es un dato aislado sino un indicador preocupante de la tendencia al alza en la complejidad del tráfico urbano.

Por ejemplo, la duración de los recorridos incrementa el tiempo que pasan los estudiantes en posición sedentaria y, a largo plazo, esto puede contribuir a problemas posturales y musculoesqueléticos en niños en desarrollo, y de aumentar el riesgo de obesidad debido a la reducción del tiempo para realizar actividad física. Estos efectos se agravan cuando las rutas se hacen en vehículos con espacio limitado y condiciones incómodas.

Los efectos negativos también se pueden dar en su seguridad y el rendimiento académico. Por eso, el estudio propone recomendaciones para optimizar las rutas escolares, como el uso de herramientas tecnológicas, ajustes en horarios y la implementación de autobuses compartidos.

“Para los niños, estas largas jornadas no solo representan un desgaste físico, sino también una carga emocional. Pasar horas en el autobús puede generar miedo, ansiedad o angustia, afectando su bienestar general y evidenciando la necesidad de priorizar su seguridad y comodidad en rutas más eficientes”, se puede leer en el informe.

Como recomendación final, la investigación plantea como acción urgente que colegios, autoridades locales y padres de familia trabajen en conjunto por soluciones que reduzcan estos tiempos, repensar el sistema de movilidad en Bogotá y garantizar que los estudiantes y sus familias recuperen un tiempo invaluable para dedicarlo a vivir con calidad.

Otros datos del informe:

  • Los estudiantes pasan más de 64 horas y 40 minutos en el bus escolar, cada mes.
  • Las rutas con horarios de entrada entre las 7:00 y las 8:30 de la mañana presentan duraciones máximas de trayecto superiores a las 2 horas.
  • Los tiempos de espera en paraderos oscilan entre 3 segundos y 5 minutos por parada, lo que, en una ruta con hasta 15 paradas, podría sumar entre 10 y 39 minutos adicionales al trayecto.
  • Los estudiantes que se desplazan desde y hacia Chía pueden pasar más de 3 horas diarias en rutas escolares.
  • La localidad de Suba lidera con un tiempo máximo de 3 horas y 43 minutos por ruta, seguida de Chía con 3 horas y 26 minutos.
  • La preocupación constante por la seguridad de sus hijos, durante desplazamientos prolongados, genera altos niveles de estrés en los padres.
  • Algunos colegios con horarios de entrada entre 7:00 y 7:30 de la mañana, enfrentan el punto máximo de congestión vehicular.
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