El presidente Gustavo Petro estuvo en San Sebastián, Magdalena, y en Montería, Córdoba, con la Agencia Nacional de Tierras, anunciando la devolución histórica de tierras a campesinos de ese departamento y de Córdoba. El evento ocurrió en presencia de los exparamilitares Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, y Salvatore Mancuso, actual gestor de paz.

El evento es el inicio de un proceso que se espera que, a finales de octubre, haya cumplido con la devolución de más de 50.000 hectáreas al campesinado del país.

La Presidencia de la República habló de 11.700 hectáreas de tierra fértil que recibirán habitantes de la región. En los eventos de este 3 de octubre, Petro entregó 3.280 hectáreas de tierra para familias campesinas en Magdalena y 8.430 hectáreas en Córdoba.

“Entregar la tierra al campesinado es una de las mejores cosas que puede pasar en Colombia, yo diría que la mejor, porque los problemas que ha tenido nuestro país en la historia reciente y en los siglos que hemos vivido como república tienen una fuente, que es la inmensísima desigualdad social”, dijo Petro.

Mancuso y Jiménez aprovecharon la oportunidad para pedir perdón a los campesinos de la región por el horror paramilitar.

Cuestionamientos a Fiscalía de Barbosa

En su intervención en San Sebastián, el mandatario arremetió contra el exfiscal Francisco Barbosa. Según él, este no quiso darle la lista de los bienes que excomandantes de los grupos paramilitares le dieron a la justicia, pues le "entregó tierras del paramilitarismo al Clan del Golfo".

"Cómo puede ser que, si Mancuso entrega sus tierras, Macaco y Jorge 40, y no sé cuántos más, los Valoy, entregan sus tierras —"sus" entre comillas, porque ilícitamente las estaban poseyendo con el dinero del narcotráfico y en los cuerpos muertos de los campesinos—, cómo es que se las entrega la justicia a la Fiscalía y de pronto hoy vamos y los que están ahí son hombres de fusil integrantes del Clan del Golfo”, sostuvo Petro.

El sombrero de Mancuso

Otro de los momentos más llamativos del acto de Montería ocurrió cuando el jefe de Estado intercambió sombreros con el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso, quien le entregó un sombrero vueltiao. A cambio, Petro le entregó el que llevaba puesto.