Militares que fueron secuestrados por las Farc durante la toma de El Billar no recibirán reparación

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Crédito: Colprensa.

29 Marzo 2024

Militares que fueron secuestrados por las Farc durante la toma de El Billar no recibirán reparación

El Consejo de Estado negó una demanda de reparación que presentaron siete de los integrantes del Ejército Nacional que fueron secuestrados y sometidos a tratos crueles por parte de las Farc tras la toma de El Billar en Caquetá de 1998. En esa violenta acción armada murieron 61 militares y, en total, fueron secuestrados otros 43. ¿Por qué no se les concedió la reparación? Detalles.

Por: Alejandra Bonilla Mora

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El 3 de marzo de 1998 las Farc llevaron a cabo una de las tomas más violentas de su historia: la de la quebrada de El Billar, ubicada en zona rural de Cartagena del Chairá que terminó con 61 integrantes del Ejército Nacional muertos y 43 secuestrados. Entre estos últimos estaban José Miguel Arteaga, Nelson Enrique Rada Pérez, Alexander Guerra Llanos, Darío de la Rosa Sánchez, Nilson Leandro Sánchez Rojas, Epifanio Sarmiento Santos y Edilberto López Beltrán.

Ellos eran soldados adscritos al Batallón Contraguerrillas No. 52 de la Brigada Móvil No. 3 y tuvieron que soportar los horrores de las llamadas ‘jaulas’ del ‘Mono Jojoy’. Fueron víctimas de tratos crueles que les generaron lesiones físicas y psicológicas durante años hasta que fueron liberados el 30 de junio de 2001 en el acuerdo humanitario, salvo el sargento primero Arteaga que fue rescatado el 2 de julio de 2008 en la Operación Jaque.

Los militares demandaron a la Nación indicando que hubo una falla en el servicio evidente que permitió la toma guerrillera, que las tropas no tenían experiencia, que no había armas suficientes para defenderse, que inteligencia militar había detectado la inminencia de un ataque y aún así no se tomaron medidas ni hubo una reacción de apoyo pronta para los uniformados.

La demanda fue negada tanto por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca como por el Consejo de Estado en segunda instancia por un tema que es técnico: que el plazo para demandar es de dos años, es decir, que se venció para el grupo de seis soldados el 1 de julio de 2003 y, para el caso de Arteaga, el 3 de julio de 2010.

La sentencia del Consejo de Estado, conocida por CAMBIO, se limita a decir que las demandas se presentaron en 2018 cuando ese plazo ya había pasado, aplicando un fallo de 2020 que cambió las reglas para demandar y fijó en dos años estrictos aún cuando se trate de crímenes de guerra y de lesa humanidad desde que las víctimas sepan que hay una posible participación, tanto por acción u omisión del Estado en los hechos.

El Consejo de Estado se limitó a indicar que, si bien “reconoce como un hecho notorio el drama humanitario que causa el secuestro, así como la situación de vulnerabilidad de las víctimas de este delito, lo que obstaculiza y dificulta el acceso a la administración de justicia, lo cierto es que dentro del plenario no obra prueba que permita determinar que a la parte accionante le fue imposible acceder a la jurisdicción durante los años posteriores al momento en que recobraron su libertad”.

La decisión (que confunde varias veces las fechas de las liberaciones de los soldados) les obliga a los familiares a pagar por costas, es decir, una erogación que paga la parte vencida en un proceso, por un salario mínimo. El fallo remitió copia del expediente a la Jurisdicción Especial para la Paz.

Precisamente, hace unos días, la JEP escuchó a uniformados que fueron víctimas de secuestro por parte de las Farc. Entre ellos estaban dos de este caso. Uno fue Nelson Enrique Rada Pérez quien relató la crueldad del secuestro. "Sentí la muerte de cerca, pensé que me iban a matar", dijo.

También habló el soldado Darío Sánchez Arteaga, quien contó cómo fue la toma de El Billar, las heridas que sufrió y cómo los miembros de la guerrilla remataban a los soldados heridos en combate. Dijo que estaban amarrados a tablas, que debían hacer sus necesidades en una caneca y que la guerrilla estaba "atentando contra nuestra vida las 24 horas".

Aunque no hizo parte de esta demanda fallida, William Pérez Medina también fue secuestrado en El Billar. Es recordado por ser el 'enfermero' de Íngrid Betancourt y también fue liberado con ella en la Operación Jaque. Ante la JEP, el militar retirado dijo que, hoy, 16 años después, todavía duele. 

"Para mí, lo más trágico de todo fue el uso de las cadenas. Una cadena que pesaba 15 kilos, que medía metro y medio, y que del otro lado estaba un compañero encadenado también. Fuimos deshumanizados completamente, nos sentíamos peor que animales", contó Pérez Medina.

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