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Universidad Nacional autoriza clases telepresenciales por presencia de la minga indígena en sus instalaciones
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Tras la llegada a la Universidad Nacional de los indígenas, la institución decidió impartir las clases en modalidad remota. Las comunidades piden diálogo sobre paz, educación y seguridad.
Por: Carolina Calero

En la noche del pasado 28 de abril, un grupo de indígenas pertenecientes a la minga ingresó y ocupó las instalaciones de la Universidad Nacional. Ante esta situación, la institución emitió un comunicado en el que informa que las clases se dictarán de manera remota, dado que muchos estudiantes no han podido acceder al campus.
En las últimas horas, el profesor de Física Diego Torres difundió un video en el que relata lo ocurrido desde el domingo en la noche. Explicó que varias zonas de la universidad fueron tomadas por las comunidades indígenas.
“Lo más preocupante es que se ven personas con machetes, y con actividades y actitudes bastante intimidantes. Me cuentan que hay que tener mucho cuidado a la hora de acercarse. Se siente mucha tensión en el ambiente”, manifestó el académico.
Con el paso de las horas, la situación se ha tornado más compleja, ya que los estudiantes que se acercan al campus no han logrado ingresar ni asistir a clases debido a los bloqueos. Por su parte, los indígenas sostienen que cuentan con el derecho y el permiso de las directivas de la universidad.
Y es que, según un comunicado de la Secretaría de Gobierno, el acuerdo alcanzado, con la participación del Ministerio del Interior y delegados de la misma minga, contemplaba la llegada de 20.000 indígenas. Para su estadía, se habilitaron el Parque Tercer Milenio y la Universidad Nacional, donde se les garantizarían condiciones básicas para permanecer durante esta semana.
“El Distrito, en coherencia con su compromiso con el diálogo y la construcción de paz, recibe a la Minga Indígena Nacional con unos compromisos definidos, que incluyen la garantía del acceso al agua, a la salud y a un espacio digno como lo es el Parque Tercer Milenio, con carpas tipo hangar para su permanencia”, indicaron las autoridades.
Además, señalaron que la minga contará con el acompañamiento de personal del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger), Bomberos, Acueducto, Instituto Distrital de Recreación y Deporte (Idrd), Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), Instituto para la Economía Social (Ipes) y las secretarías de Salud, Seguridad y Movilidad, así como de la Personería de Bogotá.
“Ellos se comprometen a que cada uno de los espacios que reciben será entregado de la mejor manera, en las condiciones en que es recibido precisamente. Y lo segundo el respeto por la ciudadanía, la minga ha sido reiterativa en que no quiere afectar a los ciudadanos bogotanos y que, en ese sentido, su permanencia en la ciudad se hará de manera pacífica y respetuosa”, afirmó el secretario de Gobierno, Gustavo Quintero.
En una rueda de prensa, el rector Leopoldo Múnera y la vicerrectora Carolina Jiménez presentaron un balance sobre la presencia de la minga indígena nacional en la sede Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia.
Actualmente, se estima que hay cerca de 10.000 personas en el campus y se espera la llegada de otras 5.000 más.
Aunque el acceso a algunos edificios está restringido, la afectación directa solo se registra en cuatro de las 160 edificaciones: el CIT, el edificio Julio Garavito, el edificio de Ingeniería Paula Santander y la Facultad de Ciencias Económicas.
"Nosotros estamos aquí con una agenda específica": indígenas piden paz, educación y seguridad
Los representantes de la minga señalaron que su presencia en la Universidad Nacional responde a una agenda clara que busca visibilizar problemáticas urgentes en sus territorios, como la violencia, la falta de acceso a la educación y la inseguridad.
“Planteamos varios escenarios: el de paz, pues a nuestra gente la siguen matando. De nada sirve unos instrumentos normativos para poder potenciar los sistemas, si a nuestra gente la siguen matando en el territorio. Por eso la apuesta es colocar en el escenario una propuesta estructurada de construcción de paz. Ese es nuestro objetivo aquí”, afirmaron durante su intervención.
También manifestaron su preocupación por la permanencia de cultivos ilícitos en algunas regiones, aunque aclararon que esta no es la única realidad de los territorios. Criticaron que las políticas actuales no permiten fortalecer las formas de organización productiva que existen en las comunidades: “Hoy tenemos diferentes sociedades productivas en diferentes niveles, pero lastimosamente el Estado está hecho a la manera de los intereses capitales. Por eso queremos conversar”.
Finalmente, reiteraron que su presencia en la universidad es pacífica y que no buscan generar daños ni afectaciones.
“Nosotros aquí no hemos venido a hacer daños, no hay ninguna afectación. Ahorita que hagan el recorrido se van a dar cuenta de que la gente instalada está ahí de forma pacífica”, aseguraron.
