Vuelve la violencia a Buenaventura: ¿hubo realmente cese al fuego?
25 Mayo 2023

Vuelve la violencia a Buenaventura: ¿hubo realmente cese al fuego?

El incremento en la violencia deja en evidencia que el laboratorio de la paz total en la ciudad, que serviría de ejemplo a otras regiones, está haciendo agua.

Por: Maria F. Fitzgerald

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

En su cuenta de Twitter, el activista Leonard Rentería denunció el asesinato de un futbolista bonaverense, ocurrido el 23 de mayo, y, de paso, expresó su preocupación por el incremento de la violencia que está viviendo, una vez más, la ciudad que fue elegida por el gobierno de Gustavo Petro como laboratorio de paz.

 

Rentería, uno de los rostros más visibles de la atención que hace años reclama Buenaventura y, en general, la región Pacífica, señaló a Francia Márquez y a Gustavo Petro como responsables indirectos por no atender de manera efectiva la violencia de Buenaventura. 

En un trino publicado el 22 de mayo, aseguró:

"Lo que nos están haciendo Francia Márquez y Gustavo Petro genera mucha decepción, hemos creído en ustedes y llevamos semanas gritando y pareciera que les da igual, llevamos semanas suplicando por nuestras vidas y nada pasa, hemos podido prevenir si ustedes actuaran pero no, han decidido no escuchar a un pueblo que en elecciones les demostró su lealtad y amor, que les dio mas de 80 mil votos, llevamos una semana esperándolos pero la voz de la comunidad no se escucha, parece que importara solo las voces de los dos grupos que hablan de paz pero cada día generan mas violencia. Nos van a matar y ustedes están leyendo y escuchando pero no actúan”. 

El incremento de la violencia, denunciado por Rentería, preocupa a los expertos por un motivo adicional: el hecho de que Buenaventura haya sido elegida como laboratorio para el proyecto de la paz total. Si el laboratorio fracasa, opinan los especialistas, la paz total y la labor del alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, quedarían en entredicho. 

 

Para profundizar

¿Un cese real o violencias invisibles? 

La Fundación Pares ha detectado que en Buenaventura se libran tres guerras. La primera es la que protagonizan dos grupos urbanos, Los Shotas y Los Espartanos, por el control interno de la ciudad.

La segunda es la que ejercen desde el sur la columna Jaime Martínez de las Disidencias de las Farc, contra la Segunda Marquetalia, otra disidencia de las Farc. Pese a que tienen mayor incidencia en la zona rural, terminan ejerciendo presión en la ciudad.

La tercera es la protagonizada por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), que han escalado por todo el Pacífico y actualmente quieren tomarse la ciudad. Es un conflicto que libran contra el ELN, desde la zona del sur del Chocó y el Bajo San Juan, y ha llegado hasta Buenaventura. 

De los tres, el primer conflicto es el que se ha exacerbado, luego de unos meses de tranquilidad, durante los cuales los asesinatos se habían suspendido. Pese a que ambas bandas habían decretado un cese al fuego, este acuerdo se rompió y no ha sido posible controlarlo. 

“Se le descuadernó Buenaventura a Danilo Rueda”, asegura Juan Manuel Torres, coordinador de Pares en la zona Pacífico. De acuerdo con su lectura, cuando se decretó el cese sí hubo una reducción sustancial de la violencia. Así lo reflejó el informe que analiza los primeros resultados de la paz en Buenaventura, entre 2021 y 2022. 

En 2021 se registraron 191 asesinatos. En 2022, ochenta asesinatos menos. Desde septiembre de 2023, cuando los grupos urbanos se sentaron a dialogar, durante 85 días no ocurrió ningún asesinato. 

 

El quiebre del cese al fuego

Sin embargo, este cese se rompió: “Nosotros consideramos que es necesario que se piense la estructura bajo la que se está gestionando el proyecto de la paz total. El alto comisionado no está alcanzando a abarcar todas las aristas que merece este proyecto, por eso desde Pares hemos sugerido que instauren alguna figura que permita mandar comisionados a cada región que se encarguen de coordinar la paz total en las subregiones y así entender las dinámicas de cada zona”. 

Kyle Johnson, investigador de Conflict Responses (CORE), considera que es posible que no haya existido este cese al fuego sino que la violencia se haya mantenido constante pero invisibilizada. 

“Nosotros recibimos una serie de denuncias en las que la comunidad hablaba de que los asesinatos seguían ocurriendo, pero los muertos eran arrojados a los ríos o al mar, o por fuera de la ciudad, para que no fuera tan evidente la guerra”, dice Johnson. 

Para él, es difícil medir si realmente ocurrió la reducción de la violencia: “Los reportes locales, de la fuente voz a voz, nos indicaron lo contrario. No podemos asegurar plenamente cuánto se redujo la violencia, pero sí podemos asegurar que esto de cero asesinatos no fue una realidad”. 

En cualquier caso, para los dos investigadores y para Rentería es urgente volver a atender la creciente violencia en la ciudad. Porque, pese a que los homicidios son los más visibles, la realidad es que tanto las desapariciones forzadas, como las extorsiones y la violencia entre los grupos armados se ha mantenido. Torres concluye: “No es posible continuar pensando un proyecto de paz total que no atienda con urgencia y efectividad este tipo de situaciones”. 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí