A diestra y siniestra: así se han reordenado las fuerzas en el círculo cercano del presidente Petro

Crédito: Pablo Salgado-CAMBIO

5 Febrero 2025 05:02 am

A diestra y siniestra: así se han reordenado las fuerzas en el círculo cercano del presidente Petro

Las oficinas cercanas al despacho del presidente tienen nuevos inquilinos. En cuestión de un mes, los cargos con más incidencia en el día a día de la agenda del mandatario cambiaron de manos. ¿Cómo quedó el círculo cercano del jefe de Estado?

Por: Andrés Mateo Muñoz

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Tanto en la política como en los bienes raíces la ubicación lo es todo. Entre más cerca al poder, mayor valorización. Por ello, el círculo cercano al presidente Gustavo Petro es una especie de Quinta Avenida: los que allí están gozan de una incidencia mayor que la de otros funcionarios del gabinete. La confirmación de Armando Benedetti como el nuevo jefe de Despacho Presidencial es solo el movimiento más reciente de alfiles a la diestra y siniestra del jefe de Estado. ¿Quiénes rodean al mandatario?

Benedetti y Sarabia: los satélites que no ha dejado de girar alrededor de Petro

Más allá de las suspicacias, Armando Benedetti es la muestra de que el que sabe, sabe. El político barranquillero ha ocupado cuatro cargos diferentes en los últimos 29 meses. Ha sorteado los escándalos, lo mismo que su misoginia, las críticas y hasta el fuego interno. Nada ha sido demasiado grave para el presidente Petro, que como un director técnico hábil en el ‘manejo del vestuario lo ha mantenido como uno de sus jugadores estrella. 

A fin de cuentas, el cálculo frío es: a Benedetti es mejor tenerlo de tu lado y no en contra. Como un jugador de fútbol indisciplinado, pero goleador. ¿No es mejor tenerlo en tu equipo y evitar que te haga goles?

El aterrizaje de Benedetti en la Casa de Nariño se empezó a cocinar en el segundo semestre de 2024. Como su lugar nunca ha sido en los suburbios de la política, su presencia en la embajada ante la FAO hecha a su medida era temporal. Después de un proceso de rehabilitación por alcoholismo y chequeos médicos por un quiste cancerígeno, el exsenador del Partido de La U regresó a la Casa de Nariño el 28 de noviembre. 

Ese día se sentó con Laura Sarabia y se limaron tantas asperezas como fue posible mientras Petro observaba. Además, se jactó de que su oficina iba a estar al lado de la del mandatario. 

“Mi oficina estará cerca de la oficina de Laura Sarabia y del presidente de la República”, dijo Benedetti, consciente de aquello de la ubicación y la valorización.

Petro, Benedetti y Sarabia

Por ese entonces, el rumor de la salida de Sarabia también estaba circulando. Aunque su llegada a la Cancillería parecía una exageración, era casi una certeza que saldría de Palacio en el primer trimestre del nuevo año. Por ello, la presencia de Benedetti parecía una señal de que había olido la sangre y no iba a dejar escapar la oportunidad de pescar en una Presidencia revuelta.

Sin embargo, Benedetti tuvo que surtir un paso previo mientras Sarabia terminaba de dar su salto a la diplomacia. Se acomodó como alto asesor con funciones poco claras, pero con acceso directo al presidente. Se dijo que manejaría las relaciones con el Congreso y que tiraría línea en materia política, pero hasta ahora nadie sabe qué hizo exactamente en los últimos cuatro meses. “Uno escuchaba que andaba por ahí, haciendo llamadas, pero en realidad nunca se sintió su presencia”, dijo un congresista del petrismo, que calificó el rol de Benedetti como “fantasmal”.

Otras fuentes señalan que Benedetti no tuvo una función de puertas hacia afuera de la Casa de Nariño, sino todo lo contrario: su deber no era transmitir el mensaje de Petro al Congreso, sino llevar la realidad política con crudeza al oído del mandatario.

Pero más allá de las versiones cruzadas, lo cierto es que, con su nuevo cargo como jefe de Despacho, Benedetti se perfila como el todopoderoso de la Casa de Nariño. No solo será la voz de la conciencia del presidente, sino que estará a cargo de su agenda y la entrega de turnos para los interesados en hablar con él, desde ministros hasta congresistas. 

Además, el exembajador no tendrá que ocuparse en funciones administrativas. Por eso, su designación también implica que otra vez se van a separar los cargos de director del Dapre y jefe de Despacho, dos roles que se habían concentrado en la figura de Laura Sarabia en 2023.

Benedetti y Rojas: dos caras de la moneda

El exvicecanciller Jorge Rojas llegó a comienzos de este año como el relevo de Laura Sarabia. Apoyó a Petro en las campañas de 2018 y 2022 y en la Bogotá Humana fue secretario privado, secretario de Gobierno encargado y secretario de Integración Social. 

Su confirmación como director del Dapre, antes de la designación de Benedetti, dio a entender que el mandatario le iba a apostar por un círculo cercano más afín a la izquierda tradicional, dándole un guiño al sector que veía con desconfianza la influencia de Sarabia y que pidió constantemente su salida.

Sin embargo, justo cuando Rojas se estaba acomodando, el presidente decidió que Benedetti iba a asumir más funciones a tal punto que, en la práctica, sería más poderoso que cualquier otro funcionario en la Casa de Nariño.

Así, el presidente tendrá una mano derecha y una mano izquierda bastante disímiles entre sí. Rojas representa al petrismo ‘pura sangre’, del que hacen parte otros funcionarios como Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección, y Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social.

Por su parte, Benedetti es el rostro del costoso pragmatismo que, en parte, hizo posible la victoria de Petro en 2022. Un karma de la campaña que, para varios ministros y voces fuertes del Pacto Histórico, es cada vez más difícil de asimilar. 

“Expreso mi respaldo a las ministras y ministros de nuestro gobierno que piden una reflexión crítica sobre la llegada de Armando Benedetti a la Casa de Nariño. Existe una serie de hechos que cuestionan severamente la compatibilidad de esa decisión con nuestro proyecto político”, escribió el senador Iván Cepeda en noviembre del año pasado. 

Incluso, el mismo presidente ha tratado de matizar el papel que tendrá Benedetti, recalcando que no se trata de un jefe de Gabinete, ni mucho menos de un peaje con los ministros.

“La figura de jefe de Gabinete no existe ni constitucional ni legalmente, es un abuso. No hay intermediarios entre presidente y ministro porque la constitución ordena que el gobierno es el presidente y el o la ministro del sector o directores de departamento administrativo en materias de su sector”, escribió el mandatario en su cuenta de X.

Sin embargo, Benedetti se estrenó en el Consejo de Ministros televisado del 4 de febrero. Allí apareció sentado a la izquierda del presidente, el lugar que antes era de Laura Sarabia.

Presidente Gustavo Petro y Armando Benedetti
Armando Benedetti se estrenó como jefe de despacho presidencial el 4 de febrero en el consejo de ministros. Crédito: transmisión oficial de la Presidencia.

La pregunta es: ¿a quién representa? Porque es demasiado polémico tanto para el sector izquierdista como para el centro pragmático.

Un relevo en la seguridad de un presidente amenazado

Petro y varios funcionarios han sostenido en el último año que los planes de la mafia de atentar contra el jefe de Estado no son ‘cuentos chinos’. Han puesto a consideración versiones de un francotirador, un camión con explosivos y hasta un envenenamiento. Incluso, el jefe de Estado ha prescindido en algunos momentos de viajar en aviones de la Fuerza Aérea para usar aeronaves privadas.

En medio de los temores, infundados o no, el coronel Carlos Feria dejó de estar a cargo de la seguridad del presidente en enero pasado. Feria fue la sombra de Petro desde la campaña. Se encargó de garantizar la vida del candidato más amenazado de 2022 y luego asumió como jefe de la Casa Militar.

No hubo viaje internacional al que Feria no asistiera para coordinar el esquema de escoltas del mandatario y, como la mayoría de los cercanos al presidente, estuvo involucrado en un escándalo. Su nombre apareció vinculado al episodio de Marelbys Meza, la exniñera de Laura Sarabia.

En marzo del año pasado, la Fiscalía presentó formalmente cargos contra Feria y otros dos uniformados por supuestamente aplicar la prueba de polígrafo a Meza sin fundamentos legales. Dos meses después, el presidente lo ascendió de teniente coronel a coronel. Previamente, lo había condecorado con la 'Orden al mérito seguridad presidencial' por su “profesionalismo, valentía y comportamiento ético”.

Como reemplazo del coronel Feria llegó el brigadier general Pedro Sánchez, un oficial de amplia trayectoria en las fuerzas especiales que saltó a la fama por dirigir la Operación Esperanza, la misión humanitaria rescató a los cuatro hermanos Mucutuy, que estuvieron perdidos 40 días en la selva del Guaviare.

Los próximos movimientos clave en el gabinete serán sobre los reemplazos de los ministros que restan por salir para participar en elecciones. Los mensajes con Rojas y Benedetti son contradictorios y todavía no es claro si habrá un atrincheramiento ideológico o se tenderán puentes con la mayoría de los sectores políticos. Habrá que esperar que se va 'Armando' en el tablero del presidente.

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