"En la administración pasada había un pacto con grupos criminales": Daniel Quintero
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En entrevista con CAMBIO, el alcalde de Medellín Daniel Quintero hizo duras acusaciones contra la administración de Federico Gutiérrez. También habló sobre el balance de su gobierno, la controversia de la 'caja menor' de la Alcaldía y su posible aspiración presidencial en 2026.
Por: Redacción Cambio
El alcalde de Medellín Daniel Quintero Calle está a cuatro meses de terminar su periodo al frente de la capital de Antioquia. Su paso por La Alpujarra está marcado por avances, críticas, cambios, controversias y confrontación con el Grupo Empresarial Antioqueño.
En diálogo con CAMBIO, el mandatario habló del balance de su administración, los logros alcanzados y las polémicas recientes como los gastos de la 'caja menor' de la Alcaldía y la casa por cárcel de su exsecretaria de Educación. Además, Quintero hizo graves señalamientos contra la administración anterior de Federico Gutiérrez, candidato que actualmente puntea en las encuestas para reemplazarlo.
CAMBIO: Con los resultados de las encuestas más recientes, ¿qué tanto le preocupa el nombre de quien sea su reemplazo?
Daniel Quintero: Uno de los logros más importantes que significamos nosotros en la política es haber derrotado al uribismo y darle la posibilidad a la ciudad de un gobierno de libertades, de un gobierno que promoviera la educación como un derecho, que promoviera la defensa del patrimonio público. Que vuelva eventualmente un gobierno que se oponga a estos principios será un retroceso.
Sin embargo, yo estoy convencido de que muchas de las cosas que hemos hecho ya son marcas que quedan para la ciudad y que difícilmente serán removidas. Hoy Medellín es una ciudad más crítica, es una ciudad en la que se ha roto el unanimismo. Algunos a eso lo llaman división, yo lo llamo apertura del debate.
En los gobiernos anteriores, Medellín había cambiado el rumbo y había empezado ese camino del deterioro de la empresa pública. El de Hidroituango es quizá el ejemplo más evidente de ese ejercicio, pero no el único. Habíamos ya vivido el ejercicio que hicieron con Opitel, con Antofagasta, con UNE. Nosotros revertimos el proceso. Cualquiera sea el alcalde va a encontrar una ciudadanía más crítica y menos dócil.
CAMBIO: Usted habla de legados. ¿Cuál es más importante de su administración?
D.Q.: Yo podría hablar de lo que se hizo por los niños, por ejemplo. Podría hablar de lo que se hizo por la infraestructura, podría hablar de lo que se hizo en la recuperación del patrimonio público, pero yo vuelvo a insistir en que quizá lo más valioso es que se abrió la oportunidad del disenso. En una ciudad en la que se permite el disenso es más fácil construir hacia adelante, crecer.
Ahora, lo que más me emociona a mí de haber sido alcalde es lo que hemos hecho por los niños. Y no me refiero solo a Buen Comienzo, en el que nos atacaron durísimo, pero donde se hicieron cosas maravillosas. Entre otras, limpiar a Buen Comienzo de la corrupción que se la tenían tomada, de los violadores que violaban a los niños como 'Manolo', de las organizaciones asociadas a Uribe, su familia e hijos, y GEA , que tenían tomada la contratación de Buen Comienzo.
Cuando los niños salen de Buen Comienzo, pasan a colegios donde se está haciendo la inversión más alta en la historia: cerca de medio billón de pesos en infraestructura educativa. Cuando llegan al bachillerato, reciben un computador. Es la única ciudad quizá de América Latina en la que hemos llegado al ciento por ciento de los niños de bachillerato con computadores. Más de 100.000 computadores entregados. Además, recibimos un municipio y ahora entregamos un distrito de ciencia, tecnología e innovación.
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CAMBIO: Al hablar de Buen Comienzo y defensa del patrimonio público, tengo que preguntarle por Alexandra Agudelo, su exsecretaria de Educación, que hoy está en casa por cárcel por un aparente entramado de corrupción en ese programa. ¿Qué pasó en una de sus iniciativas bandera?
D.Q.: Sigo firme con la teoría de la persecución política. La gente me recuerda a mí por la batalla de Hidroituango, pero no sabe la batalla que dimos en Buen Comienzo. En nuestro primer año nos encontramos con organizaciones en las que se estaban violando niños. Organizaciones y fundaciones en las que se falsificaban documentos para acceder a contratos, algo que reconoció públicamente, por ejemplo, la Fundación Carla Cristina. ¿Quién salió a defender a Carla Cristina? Uribe. ¿Quién era el presidente de la junta directiva de Carla Cristina? Carlos Sierra. ¿Quién era Carlos Sierra? El presidente de Celsia. ¿Quién es Celsia? Hace parte del Grupo Argos.
Entonces la batalla fue contra las fundaciones que no cumplían los requisitos, por eso hubo una primer gran crisis de Buen Comienzo antes de la pandemia.
CAMBIO: ¿Y qué pasó en la pandemia?
D.Q.: En la pandemia reconocimos que en la primera etapa del virus el problema no era el virus sino el hambre. En contexto, y para que Buen Comienzo no quedara inactivo y llegara la comida a los niños de 0 a 5 años, nosotros fuimos los únicos capaces de contratar. Lo hicimos a toda velocidad. Nadie quería prestar el servicio ni arriesgarse. Ahí contratamos con el que quizo hacerlo, que fue Colombia Avanza.
Tiempo después, primero la Contraloría y luego la Fiscalía, dicen que hubo sobrecostos en esos contratos. Sobre el primero, la Contraloría ya dijo que no hubo sobrecostos. Sobre el segundo contrato pasa algo aún más extraordinario todavía y es que no había sido pagado; aún así, hablaron de que había un detrimento patrimonial. Cualquier jurista con el que uno habla le va a decir que eso es absurdo. Cuando llegó la liquidación del contrato, encontramos que quedó 1.600 millones por debajo de lo que decían que iba a ser el detrimento.
Lamentablemente, aquí lo que hubo fue una intención de hacer un show mediático. Estamos esperando que un juicio justo nos de la razón; pero, sinceramente, va a ser muy difícil. Hay una intención de hacerle daño a una secretaria que lo hizo bien. Llegaron al colmo de decir que no era un sobrecosto sino una tentativa de sobrecosto. Se inventaron un nuevo delito.
CAMBIO: Usted liberó hace unos días las facturas del fondo fijo de la Alcaldía, una especie de 'caja menor' por la controversia de los gastos en su administración que incluyen almuerzos y cenas. ¿Qué pasa con ese fondo?
D.Q.: Eso no es un fondo que maneja el alcalde, sino para la Alcaldía. Cuando empieza a haber el escrutinio ciudadano, lo primero que hicimos fue que se supiera sobre nuestra alcaldía y sobre alcaldías anteriores.
Había que entrar a evaluar cada gasto para saber si tenía sentido o no. Por ejemplo, cuando llega un embajador, cuando llega un ministro, es normal que se hagan atenciones. Lo que habría que evaluar es el resultado de esas atenciones. Nosotros somos una administración eficiente y austera. En términos de gastos del Fondo Fijo y en viáticos estamos por debajo de anteriores administraciones.
CAMBIO: Usted habla de austeridad pero en las facturas hay almuerzos y cenas costosas en restaurantes de primer nivel, con cuentas imposibles de pagar para un ciudadano de a pie. ¿No faltó más control en esos gastos?
D.Q: Insisto: esos recursos no los administra el alcalde. Sin embargo, he pedido que le echen el ojo al tema. Aún así, no hemos encontrado ninguna irregularidad. Cada gasto está justificado.
CAMBIO: ¿De ese fondo salió un peso para financiar gastos personales suyos?
D.Q: El fondo funciona así: si el alcalde está acá y se toma una gaseosa, esa gaseosa la está pagando el Fondo Fijo.
CAMBIO: ¿No cree que ese tipo de gastos no deberían estar financiados por ese fondo sino de su bolsillo?
D.Q.: Lo que pasa es que hay asuntos en los que no da. Por ejemplo, yo todos los lunes a las 5 y media de la mañana tengo un desayuno con 70 personas. Si saliera del bolsillo del alcalde, estaría frito. De ahí salimos a otras reuniones. Por eso se crea ese fondo, porque no es para el alcalde sino para todos los despachos de la Alcaldía.
CAMBIO: ¿Cuál es el balance en términos de seguridad en Medellín?
D.Q.: Hay un cambio rotundo en Medellín de violencia. Nosotros recibimos una de las ciudades más violentas del Colombia y hoy Medellín es la ciudad más pacífica del país. ¿Cómo hizo Medellín para reducir los homicidios más del 40 por ciento? La razón es porque desde el primer día de gobierno se estableció una política por la vida que tenía dos componentes. Uno es la autoridad y el otro es reconocer que Medellín tenía un montón de heridas por sanar.
CAMBIO: Pero las cifras de hurto no bajan sino que, al contrario, suben. En lo que va de 2023, este delito se ha incrementado un 9 por ciento. ¿Por qué no se ha podido atajar esta situación?
D.Q.: La verdad es que yo no estoy contento con los resultados de hurto, a pesar de que son mejores que los de Federico Gutiérrez. Él entregó una tasa de 1.097 hurtos por cada 100.000 habitantes. Nosotros lo entregamos en 874. Es decir, hay una reducción, pero no lo consideramos suficiente porque él lo entregó simplemente muy alto. La reducción sigue siendo pobre.
Yo confieso que me concentré en la vida. La reducción de homicidios con arma de fuego en Medellín puede superar fácilmente el 70 por ciento y puede acercarse al 80 por ciento. Y es que rompimos un pacto que había, un pacto que había con los grupos criminales. Y el pacto lo que decía era que los grupos criminales podían matar siempre y cuando fuera en su barrio y no se enfrentaran a otros grupos criminales.
CAMBIO: ¿Un pacto con grupos criminales? ¿Me podría profundizar ese tema?
D.Q.: Sí, claro. Creo que hace falta más profundización sobre ese tema y hacen faltan más resultados sobre ese tema por parte de las autoridades. La administración anterior (Federico Gutiérrez) se eligió con el apoyo de un enlace de la Oficina de Envigado, que además fue secretario de Gobierno de Alonso Salazar y trabajó en la administración de Sergio Fajardo.
Hay una historia de trabajo, de articulación entre los gobiernos en Medellín y los grupos criminales, que lo sabe todo Medellín. Lo que decían era que, si no se llevaba la fiesta en paz entre los grupos criminales y la administración, entonces se deterioraban los indicadores de seguridad. Cuando nosotros llegamos, dijimos: 'hay que romper esas alianzas'.
CAMBIO: ¿Este acuerdo venía de la cabeza de esa administración, el hoy candidato Federico Gutiérrez?
D.Q.: A mí me cuesta creer que no. Es muy difícil que haya un acuerdo de tal nivel de coordinación en el que los cabecillas incluso han dicho que a ellos les contaban cuando iba a haber un operativo para irse. Que coordinaban golpes de opinión de parte de el exalcalde Gutiérrez para que el pudiera mostrar mano dura contra las bandas criminales. Por un lado, muestra mano dura con golpes de opinión, y por otro lado, les decían cómo volarse para que no fueran capturados. Pero deben ser las autoridades las que respondan esa pregunta.
CAMBIO: Según una encuesta reciente de Invamer, su desaprobación es del 61 por ciento, ¿cree que su paso por la Alcaldía le está permitiendo crecer a las candidaturas de derecha en Medellín?
D.Q.: Cuando yo me lancé a la Alcaldía, todo el mundo decía que iba a perder. Las encuestas decían que tenía el 6 por ciento. Un exviceministro de Santos en la supuesta 'tierra de Uribe'. Y aún así ganamos porque dijimos la verdad. Las encuestas de Invamer decían que yo iba a perder por 20 puntos. Hay que dejar que avance el proceso electoral.
CAMBIO: Usted ha sido cercano al proyecto del presidente Petro. ¿No cree que el primer año del nuevo Gobierno, con todo y sus escándalos, indirectamente le hacen daño a su imagen?
D.Q.: Los temas por los que vota la gente en las ciudades son muy diferentes de por los que vota la gente a nivel nacional. Lo que sí creo es que el ataque mediático que ha recibido Petro es el mismo que he recibido yo. Quienes lo atacan y las herramientas que usan son las mismas que han usado conmigo calcadas una a una. Hay expertos dedicados a atacar al presidente. Pero la gente no es boba.
CAMBIO: ¿Qué va a hacer a partir del 1 de enero de 2024?
D.Q.: Seguir trabajando por Colombia. Para nosotros lo natural es el activismo. Toda la vida he sido activista. Yo amo este país y me duelen las injusticias. El gobierno es un accidente en términos políticos, es decir, ocurre durante cuatro años pero lo mío es el control político, aportar ideas desde afuera. Ya veremos qué pasa.
CAMBIO: ¿Si el presidente lo llama a hacer parte del Gobierno lo aceptaría?
D.Q.: Al gobernante le conviene la ausencia del poder. Después de cuatro años de gobierno, de pandemia, de estallido social, del uribismo –que son como cinco pandemias juntas–, de suspensiones y revocatorias, creo que es necesario un periodo de ausencia del poder para soltar, para ver los dolores desde afuera.
CAMBIO: ¿Quiere ser candidato presidencial?
D.Q.: Ya veremos, falta mucho. Realmente uno no puede decir ser o no ser candidato. Cuando yo me lancé a la Alcaldía, yo sentí el llamado de la ciudadanía, y, esto va a sonar loco, pero también sentí el llamado de Dios. Hay que mirar el tema personal, emocional, de la familia. A mis niñas les pusieron una carta para sacarlas del jardín. El mayor legado es sobrevivir.