La carrera por la Alcaldía de Medellín: quién es quién
Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño
A Quintero la oposición le llueve por todos lados: desde la izquierda, desde el centro y desde la derecha. Él, por su parte, también tiene su 'gallo tapao' entre más de 20 precandidaturas.
Por: Juan Pablo Vásquez
Medellín suele atraer los reflectores del país. Las próximas elecciones a la alcaldía lo hará aún más. Después de muchos períodos en los que existía un consenso alrededor de la administración de turno, la ciudadanía llegará dividida a las urnas respecto a cómo percibe que le fue a la ciudad en los últimos cuatro años. La más reciente medición de Invamer, publicada el pasado diciembre, señaló que el alcalde Daniel Quintero tiene una desaprobación del 50 por ciento, la más alta si se le compara con sus últimos siete antecesores. Es por eso que octubre se asoma como la oportunidad para que su gestión sea puesta a prueba. La votación determinará si su proyecto recibe un espaldarazo para otro cuatrienio o si llegará un cambio de aires.
En la oposición a Quintero hay diferentes actores que aspiran a reemplazarlo en La Alpujarra. La forma de gobernar del alcalde —caracterizada por la confrontación y la polémica en redes sociales— ocasionó que en la capital antioqueña las críticas le lluevan por igual desde sectores de derecha e izquierda, por lo que es difícil pronosticar un desenlace electoral.
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Así está la oposición
El sonajero es amplio y diverso. A diez meses de los comicios, diferentes encuestas han contabilizado más de 20 contendientes y varios de ellos en la orilla opuesta a Quintero. Federico Gutiérrez, quien gobernó la ciudad entre 2016 y 2019, es quizá el más opcionado gracias a su reconocimiento —abandonó la alcaldía con una aprobación del 88 por ciento, según la veeduría Medellín Cómo Vamos— y hay expectativa sobre la decisión que tomará de cara a un posible segundo mandato. Todavía no está claro si aparecerá en el tarjetón, pero es el más grande favorito dentro de la amalgama de personajes que se oponen a las políticas de su sucesor.
Detrás de Gutiérrez está Simón Molina, quien renunció al Concejo en junio del año pasado para consolidar una candidatura a la alcaldía. El exconcejal ha admitido públicamente que lo único que puede detener su postulación es que Fico haga lo propio, por lo que está en contacto permanente con él para no entorpecer sus movidas. El exalcalde actualmente tramita ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) el reconocimiento de la personería jurídica de Creemos, el movimiento bajo el que fue elegido alcalde y que impulsó su reciente aspiración presidencial, con el objetivo de armar listas al Concejo de Medellín y la Asamblea de Antioquia. La acogida que reciba esta idea será crucial para definir si se candidatiza.
También en la derecha figuran Juan Camilo Restrepo, alcalde encargado durante la suspensión temporal que impuso la Procuraduría a Daniel Quintero en mayo de 2022, y Andrés Tobón, exsecretario de Seguridad en la alcaldía de Gutiérrez.
En el centro político, igualmente, abundan críticos del gobierno municipal. Daniel Duque, concejal del partido Alianza Verde, es uno de los más visibles. En las sesiones de la corporación, ha denunciado escándalos de contratación y malversación de fondos por parte del alcalde y sus secretarios, lo que hace que los sectores alternativos lo consideren como una posibilidad. Luis Peláez, diputado por el partido Dignidad, es otro que cuenta con amplia notoriedad gracias a sus constantes réplicas a Quintero, en especial con todos los asuntos que se han desprendido de Hidroituango, uno de los temas sobre los que el alcalde más se pronuncia en medios de comunicación. Otro viejo conocido en elecciones, pero sin partido político, es Juan David Valderrama, exdirector del Instituto de Deportes y Recreación de Medellín (Inder), quien tantea el terreno después de ocupar el cuarto lugar en las elecciones de 2019.
Una de las candidaturas más llamativas sería la del concejal Luis Bernardo Vélez, quien fue elegido por Independientes, el movimiento significativo que avaló a Quintero, y apoyó a este en su aspiración de llegar a La Alpujarra. Tan solo transcurrido un año de la posesión del alcalde, Vélez se distanció y se volvió uno de sus más férreos detractores. Todavía continúa en el Concejo y hace parte de la baraja de potenciales candidatos.
La postulación que más ha capturado la atención, en todo caso, es hasta ahora la del politólogo Gilberto Tobón. Conocido nacionalmente por sus ácidos comentarios en programas de opinión y plataformas digitales, busca una revancha después de que los 170.000 votos que consiguió en las elecciones legislativas no le alcanzaron para asegurar una curul, ya que su movimiento, Fuerza Ciudadana, no superó el umbral exigido por la ley. Pese a que parecía cercano a la izquierda, lo primero que hizo cuando anunció su interés por la alcaldía fue calificar la gestión de Quintero como “un desastre” y, solo unas semanas más tarde, se reunió con el expresidente Álvaro Uribe. El encuentro quedó registrado en fotografías que circularon en redes sociales y generaron todo tipo de comentarios. Sin embargo, según anunció el propio Tobón, Quintero lo ha invitado a discutir alrededor de una posible alianza. Estas idas y vueltas dificultan ubicarlo en el espectro ideológico.
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¿Y el quinterismo?
En 2019, Quintero lanzó su candidatura a través de un movimiento que bautizó Independientes. Esa fue una de sus principales banderas en campaña: no estar atado a ningún partido o clan político, y le sirvió para superar a Alfredo Ramos, del Centro Democrático, y Santiago Gómez, quien fue el secretario de Gobierno de Medellín durante la alcaldía de Federico Gutiérrez. Esa aura de independencia se ha ido diluyendo a medida que avanza su mandato por cuenta de sus frecuentes guiños al presidente Gustavo Petro. En las semanas previas a la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Quintero subió un video en redes sociales invitando a votar por el candidato del Pacto Histórico; y varios miembros de su administración, incluyendo a tres de sus secretarios, renunciaron a sus cargos para sumarse a dicha campaña. Su esposa, Diana Osorio, quien lidera diferentes eventos de la alcaldía, también participó activamente de la contienda y se le vio reunida en más de una oportunidad con Verónica Alcocer, hoy primera dama de la nación.
El viraje a la izquierda del alcalde le ha ganado un buen número de afectos por parte de los seguidores del primer mandatario, quien hoy cuenta con una favorabilidad superior al 60 por ciento. Ese reconocimiento podría servirle a Quintero para una eventual aspiración presidencial en 2026, la cual no se descarta en su círculo cercano, pero es un arma de doble filo porque puede costarle la continuidad de su proyecto en la ciudad. El hecho de que Petro no lograra triunfar en ninguna de las dos vueltas presidenciales en Medellín no es un buen augurio para el candidato que cuente con el respaldo de Quintero.
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Juan Carlos Upegui, exsecretario de No Violencia y primo de la esposa del alcalde, es el más opcionado para continuar con su legado. Prueba de ello es que la estrategia de difusión en redes sociales —que es algo por lo que se ha distinguido Quintero— comenzó hace más de un mes. En diferentes plataformas se ha visto a Upegui visitando las comunas, repartiendo mercados y adelantando proyectos sociales con jóvenes. La administración le ha enviado varios guiños, como el cubrimiento que Telemedellín hace de sus acciones. Por ejemplo, al referirse a un rifirrafe que Upegui protagonizó en Twitter con la senadora uribista María Fernanda Cabal el pasado 22 de diciembre, el medio adscrito a la alcaldía lo tituló como: “El 'Tuitazo: Juan Carlos Upegui y la 'peinada' a la senadora María Fernanda Cabal”.
Los únicos que le disputan la bendición de Quintero a Upegui son Andree Uribe, exsecretaria de Salud del actual gobierno municipal, y Albert Corredor, exconcejal del Centro Democrático que renunció a la colectividad luego de ser sancionado por su cercanía con el alcalde.