
¿Quién ganará la guerra entre Armando Benedetti y Augusto Rodríguez?
Armando Benedetti y Augusto Rodríguez.
Crédito: Fotoilustración: CAMBIO
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Hasta ahora, el presidente Gustavo Petro ha respaldado firmemente a su nuevo jefe de Despacho Presidencial, pero el director de la Unidad Nacional de Protección confía en la victoria porque ha demostrado lealtad desde su militancia en el M-19. Análisis.
Por: Armando Neira

Aunque el presidente Gustavo Petro expresó una lectura optimista del consejo de ministros transmitido en directo, el conflicto que inició tiene serias consecuencias para su gobernabilidad. “Tres millones doscientas mil familias viendo el gabinete. Una hermosura la gente pegada en las redes y en los canales durante horas viéndonos discutir de sus cosas”, rescató el mandatario de lo que ocurrió, mientras que, en este momento, dos figuras clave de la administración se amenazan con cuchillos afilados.
Hasta ahora, Petro ha respaldado a Benedetti al extremo de abrirle la puerta de salida a figuras tan relevantes para su proyecto político como Jorge Rojas, exdirector del Dapre, y Susana Muhamad, exministra de Ambiente, quienes lo habían acompañado desde sus épocas como alcalde mayor de Bogotá.
Sin embargo, Rodríguez ha demostrado que no se amilana ante Benedetti y cada vez le propina golpes más contundentes. Desde vincularlo con Diego Marín, alias Papa Pitufo, como lo hizo en la transmisión en vivo, hasta publicar un comunicado acompañado de una fotografía de este y del polémico Xavier Vendrell que él mismo tomó en el interior de la Casa de Nariño.
“No sé: el señor Benedetti no ha sido condenado en nada, pero eso no significa que, como ocurrió en la campaña, no termine generando los ruidos que hoy tenemos. No sé en qué va a terminar el tema de las investigaciones que hay, pero comenzaron con él, y el tema del señor Papá Pitufo comenzó con él y no sé dónde va a terminar”, dijo Rodríguez con voz pausada ante la desconcertada audiencia la semana pasada. Y este martes escaló la confrontación con su comunicado.
¿Lo están amenazando de muerte?
Una de las consecuencias de la agotadora polarización política es que, debido a todo lo que se ve a diario, pareciera que ya nada es grave. Sin embargo, sí lo es, porque casos como este tienen consecuencias para todos los ciudadanos. Para ponerlo en términos empresariales, ¿en qué compañía un directivo toma fotografías de otros miembros de la junta y las envía a los medios de comunicación insinuando que se trata de personas peligrosas?

Como si fuera poco, Rodríguez, responsable de la seguridad de los líderes sociales y de los dirigentes políticos entre otras personas amenazadas, escribió: “Me animo a hacer público que no estoy deprimido, no suelo atentar contra mi propia integridad y disfruto de buena salud”. ¿Por qué una frase tan inquietante? ¿Hasta qué punto son capaces Benedetti y Vendrell?
Era predecible que mucha gente recordara el caso del coronel Óscar Dávila, oficial que hacía parte del equipo de seguridad del primer mandatario y que murió el 8 de junio de 2023, en su automóvil, tras accionar el arma de dotación de su conductor, en medio del escándalo de las maletas con dinero en efectivo que se le perdieron de su casa a la hoy canciller Laura Sarabia.
Benedetti, por su parte, trasladó la batalla a los estrados judiciales. “Me dirijo respetuosamente a usted con el fin de interponer denuncia en contra de Augusto Rodríguez, actual director de la Unidad Nacional de Protección, por los delitos de injuria y calumnia agravadas y abuso de autoridad por omisión de denuncia, debido a las falsas acusaciones que hizo durante la sesión del consejo de ministros llevada a cabo el 4 de febrero de 2025”.
La munición que muestra Benedetti
- “Rodríguez confesó haberme investigado, en una clara extralimitación y abuso de su función, pues no es competente para adelantar investigación en contra mía o de ciudadano alguno”.
- “(Rodríguez) afirmó haber conocido, producto de su ilegal investigación, artimañas con las que supuestamente evité ser detenido por la Corte Suprema de Justicia. Esta afirmación no solo afecta mi buen nombre, sino que demuestra la comisión del delito de abuso de autoridad por omisión de denuncia”.
- “Me acusó falsamente de tener vínculos con Diego Marín, alias Papá Pitufo, y de haber pretendido vincularlo con la campaña presidencial".
Para el analista político Gabriel Cifuentes, esta situación es “insostenible”. En lugar de que las aguas se calmen, cada parte busca hacer sufrir más a su oponente. Este experto considera que con el comunicado de Rodríguez se “intensifica de manera sensible la crisis al interior del gabinete.”
Cifuentes subraya que Rodríguez insiste en la participación de Benedetti y su relación con Papá Pitufo, “lo cual es muy perjudicial para el presidente porque se siguen levantando dudas sobre el papel de Benedetti y las razones por las que sigue en Palacio”.
Al sugerir que teme por su vida da la medida de la gravedad del asunto, dice el analista. “En momentos en que la campaña es cuestionada por su oscura relación con Papá Pitufo, a pesar de las denuncias del mismo presidente, la voz de Rodríguez y sus acusaciones contra Benedetti deben obligar al presidente a tomar una decisión urgente. La coexistencia de ambos, es insostenible”.
Al hacer una proyección de la valoración histórica del primer gobierno de izquierda en Colombia, estos elementos sin duda marcarán su calificación. Pedro Viveros, también analista político, afirma: “Es la evidencia de un proyecto que nació exclusivamente para que la izquierda, liderada por el hoy presidente Petro, ganara las elecciones".
“Se prepararon de forma eficiente e inteligente para conquistar una mayoría pasajera que los llevara al poder. Desafortunadamente, una democracia no se trata solo de ganar en las urnas, sino de entender cómo funciona la administración. Este primer gobierno de izquierda dejó en evidencia sus fallas al ejecutar su plan de gobierno, y ahí afloran estas disputas entre la poesía del cambio y la llegada de los políticos tradicionales, que intentan rescatar al sector gobernante de una debacle en las elecciones de 2026”, argumenta Viveros.
¿Y ahora qué hará Petro?
¿Qué podrá hacer Petro? La guerra continúa mientras el presidente sigue con una exótica gira por varios países árabes. Sin embargo, si mantiene la misma línea, es posible que se incline a favor de Benedetti. No solo porque hasta ahora ha despedido a los ministros que considera “sectarios” por oponerse a su llegada, sino porque esto empezó con la transmisión del consejo de ministros.
Es vox populi la idea de que ponerlo en televisión tenía como objetivo neutralizar una insurrección de los ministros del Pacto Histórico por la llegada de Benedetti a la jefatura del Despacho.
“El exhibido consejo de ministros del martes 4 de febrero de 2025 se recordará en la historia nacional como el día en que un jefe de Estado aplastó a su propio gobierno, tras haber confesado el fracaso de su gestión”, escribió el exministro Álvaro Leyva.
En estos días se ha sentido la desazón de muchos de los votantes de Petro que recuerdan que ellos votaron fue por él y no por Benedetti. Una circunstancia que le sirve a la oposición, como es el caso del concejal de Bogotá Daniel Briceño, quien dice que "en estos días ha gobernado Benedetti, al punto de que por eso se le permite actuar como se le antoja. Si se sigue esta línea, por más amistad que tenga Rodríguez con Petro, es posible que ya también le estén mostrando la puerta de salida".
Sandra Borda Guzmán, doctora en Ciencia Política, escribió: “El proyecto político del gobierno de Petro siempre contuvo una pugna interna entre una izquierda vieja, poco letrada en los temas contemporáneos del activismo y con un impulso politiquero y clientelista, además de un tinte autoritario, y la nueva izquierda, preocupada por los temas ambientales, de género y la defensa de instituciones democráticas. Uno de los efectos colaterales de la entrada de la política tradicional —en la figura de Benedetti— a ese proyecto, es que esa pugna la terminó perdiendo la nueva izquierda. Eso es una mala noticia para el país, pero, sobre todo, una pésima noticia para la izquierda”.
Ana María Escandón, analista política, advierte que la guerra frontal entre Benedetti y Rodríguez es una consecuencia de la fractura del proyecto político provocada por el mismo presidente. “Hoy el movimiento está dividido y sin rumbo de cara a unas elecciones presidenciales”, señala.
Para esta experta en la actividad política es difícil saber hasta dónde irá esto. “Llevar a los tribunales las diferencias entre los alfiles del presidente, en un contexto penal, exacerba el debate, complica el diálogo y la gestión de Benedetti con los partidos políticos y afecta la reputación del 'gobierno del cambio'. No es un tema menor la información que los medios están publicando sobre acuerdos con Papá Pitufo y, en medio de la crisis ministerial, esto perjudica la ya precaria gobernabilidad del Gobierno”.
Nadie entiende por qué Benedetti sigue aferrado al Gobierno y cuál es en toda su dimensión el poder que ejerce. El exfiscal y exprocurador Alfonso Gómez Méndez cuenta, en su columna de El Tiempo, una historia que bien podría ilustrar cómo Petro cedió ante Benedetti:
“Suelo citar una anécdota del presidente López Michelsen que describe muy bien la situación. Decía que, recién posesionado, uno de sus amigos bogotanos le dijo: ‘¡Ala, Alfonso! No quiero nada en tu gobierno: solo un puesto en Palacio para coordinar a los ministros’. A lo que él le contestó: ‘Es que para eso me eligieron los colombianos’.”
