Voces y palabras de las regiones en la FilBo 2025

La edición número 37 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FilBo) ofrece múltiples espacios interactivos en los que se destaca la riqueza cultural y literaria de cada región del país. En las dos últimas semanas del evento, se realizarán nuevas charlas, exposiciones, talleres prácticos y análisis sobre obras producidas en diferentes territorios.

La Filbo se ha consolidado como una vitrina fundamental para visibilizar la producción editorial de las regiones que, a menudo, enfrenta dificultades para acceder a circuitos de distribución a nivel nacional. Por eso, la llegada de más de 600.000 personas durante los 17 días de la feria representa una gran oportunidad para editoriales y colectivos independientes. 

Poemas como los escritos por la autora Marta Quiñónez, nacida en Apartadó, son muestra de la calidad literaria presente en las obras elaboradas desde las regiones, que se caracterizan por su vínculo constante con el territorio. En ese sentido, la FILBo 2025 no solo representa una oportunidad de mercado, sino también un reconocimiento a la diversidad de voces, estéticas y narrativas. 

En CAMBIO de tema, hablamos con autores, editores y líderes de proyectos de creación de innovadoras obras literarias para conocer las propuestas que presentan en esta nueva versión de la feria y comprender el origen de los proyectos creativos en los que narran a sus regiones, en medio de las dificultades que enfrentan para competir en el mundo editorial. 

Los desafíos de las editoriales independientes para Integrar nuevos voces y narrativas

Alejandra Toro, socia de Sílaba Editores, explicó que las editoriales independientes se enfrentan a múltiples retos para acceder a la industria nacional y captar la atención de nuevos lectores en la era digital. Además, reconoció la importancia de integrar nuevas narrativas para visibilizar las realidades sociales de las regiones y las comunidades. 

“El libro ya no es el objeto paradigmático de la difusión de la cultura o del entretenimiento. Por eso, las editoriales independientes buscamos ofrecerles a los lectores voces nuevas con un alto nivel de curaduría. En la actualidad, tenemos que responder a los cambios en las formas en las que las nuevas generaciones perciben el libro y la lectura”, indicó Toro. 

El Fondo Mixto de Cultura de La Guajira, departamento invitado de honor en la FilBo 2025, destacó la importancia de reconocer la relación de las nuevas obras con los territorios y las múltiples identidades de sus pobladores. Primeria Barrios, vocera editorial del Fondo, reiteró que la distribución de libros producidos en las regiones permite comprender cómo se ven y se leen a sí mismos los colombianos.

“El territorio entrega insumos importantes para la producción de obras literarias a través de la oralidad. Estamos acostumbrados a escuchar historias arraigadas al territorio que nutren los relatos. Las nuevas narrativas permiten mostrar a La Guajira no solo como un escenario de carencias, sino también de abundancia en riqueza cultural”, explicó Barrios. 

Por su parte, Reynaldo Arteta, escritor guajiro y autor de La última guerra estúpida, enfatizó en que las obras literarias elaboradas en las regiones tienen la capacidad de retratar cambios en el tejido social. En ese sentido, reconoció la importancia de apoyar a autores regionales para garantizar la distribución de sus producciones a nivel nacional. 

Las oportunidades de las editoriales independientes en la FilBo 2025

La escritora Marta Quiñónez, nacida en Apartadó, afirmó que las editoriales independientes ofrecen la oportunidad de explorar nuevas formas de contar historias sobre y desde los territorios. Así mismo, enfatizó en la importancia de que eventos como la FilBo ofrezcan espacios para la difusión de obras que reflejen la diversidad cultural y social de las regiones. 

“La independencia nos permite decir lo que se nos da la gana. La independencia nos permite publicar como nos apetezca. Por eso, las editoriales pequeñas son fundamentales para facilitar que los relatos de autores poco conocidos a nivel nacional sean leídos, reconocidos e incluso cuestionados”, afirmó la autora, que ha publicado más de una docena de libros de poesía. 

Cristian Garzón, director de la editorial Totuma Libros, reiteró que los equipos autogestionados e independientes facilitan la publicación de autores emergentes locales y la construcción de catálogos que van más allá de las necesidades de los lectores. En ese sentido, destacó el rol de las editoriales independientes para amplificar voces diversas. 

“El sueño es publicar libros que las personas quieran leer de forma genuina. Buscamos recuperar obras, relatos y construcciones literarias que han quedado olvidadas. Pese a los retos de distribución, las editoriales hemos recibido apoyo de los lectores que confían en nuestra producción”, explicó Garzón.