“Lo más importante es que la Corte emita su fallo sobre la pensional antes del primero de julio”: presidente de Porvenir

El próximo primero de julio entrará a regir el nuevo sistema pensional, producto de la Ley 2381 de 2024. Sin embargo, la norma está en la mitad de otro proceso clave que todavía no se resuelve: las demandas que ha recibido la Corte Constitucional. Esta semana, de hecho, el procurador general, Gregorio Eljach, envió al alto tribunal un concepto en el que defendió el trámite que se dio en el Congreso, aseguró que no hubo vicios de trámites y recomendó avalar la ley. 

En medio de este contexto, CAMBIO conversó con Miguel Largacha, presidente de Porvenir, uno de los cuatro fondos privados de pensiones que existen actualmente en el país y el más grande por número de afiliados. Largacha habló de cómo avanza este proceso, explicó qué pasará con los afiliados en el nuevo esquema y los subsidios a las pensiones.  

CAMBIO: Estamos a poco tiempo de que entre a operar un nuevo sistema pensional. ¿Cómo ven este proceso y cómo están avanzando? 

Miguel Largacha: El Congreso de la República el año pasado aprobó una nueva ley pensional que tiene cosas muy buenas y algunos aspectos que hubiésemos querido que fueran distintos. Esa ley empieza a regir el primero de julio e implica un cambio muy importante en la manera como operamos y administramos los recursos y en cómo servimos y atendemos los más de 15 millones de afiliados que tiene Porvenir. 

De poco más de 2.000 empleados que somos en Porvenir, hoy tenemos un equipo de 200 empleados trabajando para estar listos el primero de julio. Hemos hecho inversiones de más de 10 millones de dólares. Este es un cambio estructural y profundo no solo en sistemas, canales de atención y capacitación interna, sino que también requiere mucha educación financiera y en eso estamos trabajando, para que la gente entienda qué le aplica y qué no. 

CAMBIO: Asofondos, el gremio que representa hoy a los fondos, ha dicho que estamos con una especie de contrarreloj mientras avanzan varios temas regulatorios. ¿Hay riesgo de que para el primero de julio no estemos preparados? 

M.L.: La ley tiene varias facetas. La primera fue la aprobación en el Congreso, su expedición y la sanción por el presidente de la república, La segunda fase, en la que estamos hoy, es la reglamentación. Más o menos el 60 por ciento de la ley necesita decretos reglamentarios y hasta ahora han sido expedidos solo un par. Hemos conocido varios borradores, pero necesitamos los decretos reglamentarios. 

Otra fase es la implementación. Es un desafío y un trabajo importante para estar listos en los próximos dos meses y es en lo que estamos todas las entidades. Nosotros vamos a recibir 216.000 nuevos afiliados, pero a Colpensiones, por ejemplo, le llegan 18 millones de nuevos afiliados. Es un impacto muy importante como industria y como sistema. 

Y tenemos otra fase que exige esta ley. La pensional ha recibido más de 50 demandas en la Corte Constitucional. Se han rechazado a la mayoría, pero hay 15 admitidas y estamos esperando qué decisión adopta la Corte sobre la constitucionalidad de la reforma. Estamos a semanas de que entre la nueva ley pensional y la Corte no se ha pronunciado. 

CAMBIO: Con todo lo que están haciendo las entidades, ¿Qué impacto puede tener en el sistema si la Corte, como decimos popularmente, tumba la ley?

M.L.: Lo hemos dicho de varias maneras: nosotros respetamos las autoridades jurisdiccionales del país y acataremos el fallo que se expida, cualesquiera que sea. Anticiparse a cómo va a fallar la Corte es entrar en un terreno de especulación. Lo que quiera que la Corte falle, lo acataremos, pero lo más importante es que falle antes del primero de julio, antes de que entre en vigencia la ley. 

CAMBIO: Ustedes son el fondo privado más grande. ¿Cuántos pensionados tienen? 

M.L.: Como mencionaba, tenemos 15,9 millones de afiliados y al cierre del año pasado teníamos 117.000 pensionados. Al mes recibimos alrededor de 7.000 solicitudes de pensión. Puede verse como una cifra menor, pero los fondos privados tenemos una diferencia grande con Colpensiones: la edad promedio de los afiliados a Colpensiones es 56 años, mientras que los nuestros están en 36 años. Nosotros tenemos afiliados mucho más jóvenes y por eso Colpensiones tiene más pensionados. Pero con la nueva ley pensional cambia esa metodología. 

CAMBIO En el nuevo sistema todas las cotizaciones hasta 2,3 salarios mínimos serán administradas por Colpensiones. Dado que la mayoría de los colombianos gana por debajo de este monto, ¿cuántos afiliados se irían de Porvenir? 

M.L.: La ley adoptó esta figura, pero los afiliados son un tema complejo. En Porvenir tenemos 11,8 millones de afiliados en pensiones obligatorias que van a estar en Colpensiones. El nuevo régimen elimina la competencia entre los fondos y Colpensiones y es importante entender que la inmensa mayoría de los cotizantes en Colombia, el 90 por ciento, están debajo de 2,3 salarios mínimos, solo el 10 por ciento gana por encima de ese nivel salarial.

CAMBIO: ¿Qué pasará con los aportes de las personas que hoy están en los fondos privados y ahora cotizarán en Colpensiones?  

M.L.: Con los afiliados hay varios casos. Un primer grupo seguirá con nosotros y son los afiliados en transición, aquellos que siguen con la ley anterior, la Ley 100. Si una mujer tiene más de 15 años cotizados o un hombre más de 18 años sigue con el esquema actual. Otro grupo son los pensionados, que también seguirán con nosotros. 

El tercer grupo son los afiliados que pasan hacia Colpensiones porque están cobijados por la nueva ley. Acá hay dos aspectos. En primer lugar, están aquellas personas que tengan saldos al 30 de junio de este año. los cuales vamos a seguir administrando hasta que se pensionen, y en ese momento los giraremos a Colpensiones. Por lo tanto, los tendremos por 30 años. 

El último colectivo son aquellos afiliados que cobija la nueva ley y cotizan arriba de 2,3 salarios mínimos, y que también los seguiremos administrando como Accai o Administradora del Componente Complementario de Ahorro Individual. A estas personas se les administrará su ahorro en una cuenta individual y el día que una pida su pensión, esos saldos se girarán a Colpensiones y complementarán su pensión. 

CAMBIO: El nuevo sistema abre una posibilidad de traslado express para quienes quedan en el régimen de transición. ¿Cómo está el panorama para esas personas? 

M.L.: De los 11,8 millones de afiliados en pensiones obligatorias que tenemos, más o menos 600.000 quedan en el régimen de transición, es decir, siguen con la Ley 100. De esos 600.000, más o menos a 200.000 podría convenirles más el traslado a Colpensiones y a 400.000 les sigue conviniendo más quedarse en el régimen de ahorro individual. 

CAMBIO: ¿Considera que la reforma soluciona los problemas de acceso y cobertura del sistema actual? 

M.L.: El sistema pensional perfecto no existe en ninguna parte del mundo. Lo ideal sería un sistema pensional sostenible, que pueda pagar todas las pensiones y perdure en el tiempo, y que también sea equitativo y con cobertura universal. Esos son los requisitos que uno quisiera tener. 

Este sistema mejora la cobertura a través del pilar solidario, pero es un sistema asistencialista de subsidios. Con la reforma pensional vamos a tener el mismo número de pensionados si miramos las pensiones completas como tal. De cada diez personas en edad de pensión, solo dos se pensionarán y ahí tenemos que reformar el mercado laboral para que haya más formalidad.

En lo referente a la sostenibilidad, el propio exministro de Hacienda Ricardo Bonilla reconoció en su momento que en 2070 se acaban los recursos y habrá que hacer algo. Y en el tema de equidad, aunque se eliminan los subsidios a pensiones altas, se introduce subsidio a todo el que cotiza hasta 2,3 salarios mínimos, no al que gane 2,3 salarios, y por eso le da subsidios a toda la población, lo que tampoco es equitativo. 

CAMBIO: ¿Estos subsidios resultan siendo más caros que los que había hoy y que tanto se cuestionaron? 

M.L.: Antes teníamos algo muy perverso, el 80 por ciento de los subsidios se lo llevaban los quintiles cuatro y cinco de ingresos, es decir, los ingresos más altos. Eso era impresentable. El lío es que ahora se amplían los subsidios a toda la población, eso implica que, por ejemplo, una persona que cotice por 25 salarios mínimos igual va a recibir un subsidio por los primeros 2,3 salarios. El monto del subsidio puede ser menor, pero la distribución al número de personas se amplía, y resultará más caro el subsidio.