
La palabra arepa proviene de la expresión 'erepa', usada por miembros de la tribu de los Caribes para nombrar el maíz.
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¿Cuántos tipos de arepa hay en Colombia y cuáles son las mejores?
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Según la Academia Colombiana de Gastronomía, en el país hay 75 variedades de arepa. ¿Cuáles son las más comunes y cómo es su historia?
Por: Paula Ricaurte

La arepa ha acompañado las comidas de los colombianos desde hace más de 3.000 años. Según distintos estudios antropológicos, ella surgió como resultado natural de la producción de maíz, que era un elemento importante en la dieta de los grupos indígenas.
Hoy, la arepa sigue siendo la base de la alimentación de muchos pueblos y comunidades. Según la periodista gastronómica Julia Londoño, “es un plato generoso porque se puede hacer con distintos ingredientes como el maíz, el plátano y la yuca, y porque se puede rellenar con preparaciones de las distintas regiones del país”.
Aunque la industrialización permitió llevar este alimento artesanal y popular a cualquier parte del mundo sin la necesidad de depender de un molino, el encanto cultural de la arepa depende de la forma en que se hace. “Una hecha a mano tiene siempre la marca de la huella de la persona que la amasó. Ese gesto me parece muy diciente para un alimento tan identitario”, señala Londoño.
Aunque aún son frecuentes las discusiones sobre si este alimento es originario de Colombia o de Venezuela, la arepa hace parte del legado de los amasijos de maíz, presentes en diversas partes del continente desde la época prehispánica.
“Por eso, los pueblos que consumimos este alimento en América compartimos un árbol genealógico de diversas preparaciones como las arepas, las tortillas, las pupusas, los buñuelos o los envueltos”, afirma Londoño.
La arepa siempre es redonda, pero puede prepararse con distintos ingredientes y técnicas. Estas son algunas de las variaciones presentes en Colombia, que se diferencian por tamaño, olores, colores y sabores.
Arepa de huevo
La arepa de huevo es un plato originario de Luruaco, en el departamento del Atlántico. Es una arepa frita, hecha de una masa crocante de maíz amarillo molido y rellena de huevo entero, que suele acompañarse con suero costeño.
En Luruaco, el 80 por ciento de la población depende de la venta de estas arepas. Por eso es común que se venda en las calles a turistas y visitantes como alternativa para el desayuno.

Arepa de chócolo
Si lo que busca es una receta en la que el maíz sea el protagonista, esta es la opción ideal. La arepa de chócolo, originada en Valle del Cauca, está hecha a base de maíz dulce y tierno que, al mezclarse con mantequilla derretida y huevo, forma una masa que se cocina en pequeñas tandas sobre una sartén caliente.
Algunas preparaciones de la arepa de chócolo consisten en partir la torta de maíz y rellenarla con queso cuajado, mozzarella o fresco. También se suele acompañar con bebidas calientes como el chocolate.
Arepa boyacense
La cuna de la arepa boyacense es el municipio de Ventaquemada, Boyacá. Esta receta suele prepararse con el maíz que cultivan los campesinos y hoy en día se ha convertido en la favorita de muchos.

La arepa boyacense está rellena de queso cuajado o campesino. Para su elaboración se utiliza maíz pelado, el cual es posteriormente cocinado en una plancha caliente, en un sartén o en un horno de leña. Su sabor dulce y su textura crujiente por fuera y suave por dentro, hacen de ella un alimento irresistible.
Arepa paisa
La arepa paisa, oriunda de Antioquia, es una de las más versátiles. Su color es blanco y su masa es puramente a base de maíz, lo que facilita agregarle cualquier tipo de aditivo como carne, pollo, huevo, aguacate, chicharrón e incluso hogao.
Esta arepa puede rellenarse y cocinarse al carbón para mantener su sabor característico. Suele ser un infaltable en los desayunos de la región antioqueña, aunque también se utiliza como acompañante de otras comidas del día.
Arepa santanderana
Esta arepa es delgada, asada y muy crujiente. Es la mezcla perfecta entre la yuca, el país pilado y el chicharrón de cerdo, y suele asarse a fuego medio en una parrilla.
La arepa santandereana se sirve con queso, aunque también puede acompañarse de otros rellenos como la carne, el pollo desmechado, el aguacate o, incluso, guiso. Su sabor ligeramente ácido y salado hacen de ella una delicia culinaria fundamental en la identidad de Santander.
