Caminando por la décima
9 Julio 2023

Caminando por la décima

LO QUE SUFREN LOS PEATONES

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Las ciudades modernas consideran que convertir tramos de calle en zonas peatonales es una manera de humanizar la urbe y aumentar la paz y el bienestar de los habitantes. En Bogotá esto no ocurre, como bien lo denuncia MacLamus (María Cristina Lamus) en sus décimas.


La tragedia del peatón
que camina en la ciudad
es una calamidad
sin trazas de solución.
Ejemplo de sinrazón,
con el peligro a la vista,
los andenes son la pista
para pegarse un porrazo,
o sufrir un “andenazo”,
por culpa de algún ciclista.

Caminando un día cualquiera
por un área populosa,
examiné algunas losas
a lo ancho de la acera,
dispuestas de tal manera
que me dije a simple vista:
“¿Quién le pasará revista
a la obra terminada?”.
Me respondí, desganada:
“Será un nuevo contratista”.

Son muchos los accidentes
sufridos por los de a pie,
que no entendemos por qué
debemos vivir pendientes
de las baldosas salientes,
ahora marcadas con cruces.
Parecería, a todas luces,
que nos señalan la lápida,
si en una pirueta rápida,
no esquivamos caer de bruces.

Pero me enteré hace días,
después de hacer conjeturas,
que la labor de pintura
no es obra de la Alcaldía,
ni obedece a una manía.
Dos jóvenes han pensado,
mostrando el suelo pintado
bajo el lema de “empecemos”,
que es hora de que busquemos
un vivir más ordenado.

Y sí. No es mucho pedir
una urbe civilizada,
que pueda ser caminada,
sin que nos toque elegir
o andar o sobrevivir.
Porque aquí la polisombra
apenas tapa la escombra,
los llamados “maletines”
invaden los adoquines,
los desechos son alfombra.
 

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