Caminando por la décima
17 Marzo 2024

Caminando por la décima

TIC...TAC...TIC... ¡PUM!

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

MacLamus, decimera tetralingüe de esta sección, anda preocupada porque le han informado que al mundo le quedan pocas horas, quizás pocos minutos de vida. Estos son sus versos ad portas del apocalipisis.

Nota: Si el planeta no ha estallado al terminar su lectura, era falsa alarma.


El reloj del juicio final

Era una noticia suelta
en una esquina del diario,
la vi de modo sumario,
sin que me quedara absuelta
la idea que me daba vueltas.
Presa del susto, pasmada,
me pregunté consternada:
¿Cómo así que estamos cerca
de que la humanidad, terca,
implosione hacia la nada?

Faltan noventa segundos
—según lo advierte el fatal 
reloj del juicio final—
para que se acabe el mundo:
¡qué destino tremebundo!
El temor que hoy nos aqueja
y este caos que nos deja
perplejos, desorientados, 
ponen al mundo colapsado
a la vuelta de la oreja.

La catástrofe global,
avizoran los científicos,
se acerca cual terrorífico
colapso atroz y letal,
producto de tanto mal.
El boletín publicado
es tan solo el resultado
de años largos de gestión
de una organización
que mide el camino andado.

Las guerras que con horror
contemplamos actualmente
se suman al medio ambiente
que va de mal en peor
y acelera el marcador.
Veloz, el reloj reporta
que la distancia es muy corta
entre lo que pasa ahora
y lo que raudo empeora,
en tanto a actuar nos exhorta.

Yo quisiera adelantarme
a esas agujas tozudas
que con sus flechas agudas
insisten en señalarme
y como parte citarme.
En mis oídos retumba
una idea que me derrumba:
a la cita no acudir,
y a cambio de eso pedir:
“¡Notifíquenme en la tumba!”

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí

Más Columnas