Luis Carlos Leal, superintendente nacional de Salud.
Crédito: Colprensa
"Las EPS no están siendo eficientes en el manejo de los recursos de la salud": esto es lo que encontró la Superintendencia de Salud
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La Superintendencia de Salud presentó un informe que detalla los problemas financieros y administrativos de tres EPS: Sanitas, Nueva EPS y S.O.S. Lo que encontraron fueron gastos injustificados, ocultamiento de facturas y conflicto de intereses.
Por: Juan David Cano
En la mañana de este jueves 6 de junio, la Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud) presentó el informe inicial sobre los hallazgos financieros en algunas Entidades Promotoras de Salud (EPS) que están actualmente intervenidas por el Gobierno.
¿Qué encontró la Supersalud en Sanitas?
En medio de una rueda de prensa, el superintendente de Salud, Luis Carlos Leal, inició su discurso con lo que descubrieron en la EPS Sanitas, la segunda más grande del país en volumen de usuarios y que fue intervenida el pasado 2 de abril por problemas financieros y administrativos.
Leal desmintió los argumentos que indican que la plata para la salud no está alcanzando y manifestó que los hallazgos dan prueba de una presunta ineficiencia de quienes administran los recursos del sistema. En concreto, en Sanitas encontraron un incremento en gastos operativos injustificados.
Según indica el superintendente, evidenciaron un mal manejo de los recursos públicos, pues estos deben cubrir los gastos de administración de las EPS, sin embargo, en Sanitas decidieron hacer pagos y contratos con las distintas Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS), como hospitales y clínicas, para que estos centros hicieran el diagnóstico, tratamiento y programas de prevención de los pacientes.
Esto derivó en otros gastos operativos adicionales por 104.226 millones de pesos, un monto que tuvo que asumir la EPS y que descuadró su flujo de caja al punto de generarle pérdidas por más de 400.000 millones de pesos.
Por otro lado, la Superintendencia de Salud encontró 64 contratos de arrendamiento que asumió Sanitas por un valor de 4.666 millones de pesos mensuales, es decir, cerca de 56.000 millones anuales. A esto se le suma mejoras por 800 millones de pesos en estos inmuebles, gastos que no hacen parte de la EPS, pero sí de los centros de salud que prestan servicios.
Así mismo, el informe indica que no se encontró una "descripción y análisis de la población afiliada a Sanitas por condiciones sociales, económicas, calidad de vida, patológicas, factores de riesgo y riesgo materializado". Esto tiene consecuencias para los usuarios, ya que no se implementan los mecanismos necesarios para garantizar una adecuada prestación del servicio de salud para cada población.
Finalmente, también se encontraron otros factores que incrementaron injustificadamente los gastos de la EPS. Entre ellos, que el 76 por ciento de los contratos estaban bajo modalidad de "evento", que es el más costoso. Un contrato exclusivo con un operador de suministro de medicamentos, que impedía a la EPS buscar nuevas opciones aun cuando el proveedor podía subcontratar, y un contrato con una sociedad de abogados sin justificación o beneficio alguno para Sanitas.
Los problemas financieros y administrativos de la Nueva EPS
Sobre la Nueva EPS, la Supersalud recordó que esta promotora ocultó facturas por un monto de 4,4 billones de pesos. Al parecer, la entidad utilizó una técnica conocida como jineteo, que consiste en ocultar las facturas del año anterior para presentar un balance financiero adecuado. Se descubrió que la EPS realizaba esta práctica desde 2019.
También se identificó un incremento del costo médico entre 2022 y 2023 del 58,3 por ciento, que fue producto de los ajustes que se hicieron a las reservas técnicas. Esto generó un indicador de siniestralidad del 118,93 por ciento y, de acuerdo con el informe, los resultados de esta promotora en ese aspecto son cada vez peores.
Por otro lado, el interventor manifestó que Nueva EPS hacía pagos a prestadores de salud sin conocer si verdaderamente estaban atendiendo a los clientes. Este problema se concentró principalmente en las actividades que debían hacerse en materia de promoción y prevención en salud.
"Pese a que existe contratación del ciento por ciento de las atenciones de la ruta de promoción y mantenimiento de la salud, se evidencian para la vigencia 2023 las más bajas coberturas en los siguientes programas: cobertura de toma de tamizaje para cáncer colorrectal: 23,2 por ciento; porcentaje de mujeres con uso de método anticonceptivo: 28,5 por ciento; cumplimiento de consulta de planificación familiar: 26,8 por ciento; cobertura de toma de tamizaje para cáncer de próstata: 32,4 por ciento, y cobertura de toma de tamizaje para cáncer de mama: 37,8 por ciento", dijo la Supersalud.
El estado de la S.O.S EPS (– Servicio Occidental de Salud)
Finalmente, sobre la EPS S.O.S, se identificó un riesgo significativo debido a la concentración del nivel primario de atención en un solo prestador, Comfandi, que además está vinculado a la EPS. Esto dificulta la evaluación de la eficiencia del servicio proporcionado, según observaciones del agente interventor.
Además, se ha reportado una baja ejecución de los contratos por la modalidad de Pago Global Prospectivo (PGP) con Comfandi, con un cumplimiento del 82,35 por ciento entre agosto de 2023 y marzo de 2024, lo que representa 19.629 millones de pesos. A esto se suman bajos desempeños en periodos contractuales anteriores y problemas con los recobros de servicios prestados por otras IPS debido a inconsistencias en el contrato, lo que genera una deuda de más de 14.000 millones de pesos.