Exclusivo: Las imágenes inéditas de la mansión por la que es investigado Armando Benedetti por enriquecimiento ilícito
12 Noviembre 2023

Exclusivo: Las imágenes inéditas de la mansión por la que es investigado Armando Benedetti por enriquecimiento ilícito

La mansión que Armando Benedetti tiene en Puerto Colombia.

Crédito: Foto: CAMBIO

El exsenador Armando Benedetti estuvo a punto de ser enviado a la cárcel por una investigación que le llevaba la magistrada Cristina Lombana por enriquecimiento ilícito. Una de las pruebas en su contra era la mansión que compró en 2020 por 3.600 millones de pesos, gracias a un “préstamo” del empresario Euclides Torres que no ha sido pagado. Fotos y video exclusivos de CAMBIO. 

Por: Sylvia Charry

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Entre 2021 y 2022, el entonces senador Armando Benedetti declaró cuatro veces en la Corte Suprema de Justicia, por cuenta de la indagación que le llevaba la magistrada Cristina Lombana por enriquecimiento ilícito. Benedetti dejó planteado que desconocía los “préstamos” que le hacían ciertos particulares porque la que le “manejaba” el dinero era Laura Sarabia, a quien calificó como su “asesora, asistente, mano derecha. Todo”. 

En una diligencia que dio en agosto de 2021, el entonces senador Benedetti reveló un episodio que encendió las alarmas de quienes lo investigaban: la compra de una mansión a la orilla del mar, en el privilegiado sector de Pradomar, en Puerto Colombia, Atlántico. 

CAMBIO revela las fotos y videos de la vivienda que se mantiene con medidas cautelares de embargo y secuestro.

Cambio Colombia

La historia de la compra de esa mansión abandonada es llamativa, por decir menos. Benedetti le compró la casa en 2020 a Luis Alberto Nicolella, un empresario conocido por ser uno de los 11 exdirectivos de la firma Inassa indagados por los contratos en la Triple A. Nicolella le dijo a la Corte Suprema de Justicia que el valor de venta de la casa fue de 3.600 millones de pesos, aunque en las escrituras el valor registrado es de 1.500 millones de pesos.

¿De dónde salió el dinero para comprar la mansión? El 5 de agosto de 2021, Benedetti le dijo a la magistrada que lo investigaba que había sido un negocio de oportunidad y que la plata se la prestó el empresario Euclides Torres, con quien –dijo– tenía una relación “fraternal”. 

Benedetti explicó que se había separado de su esposa, Adelina Guerrero Covo, en 2018; que ella se fue a vivir a Barranquilla; que a mediados de 2019, volvió con Adelina, y que, con la llegada de la pandemia, en 2020, decidió quedarse a vivir en esa ciudad. 

“Yo desde agosto del 2020 decido que me voy a quedar en Barranquilla; como no tengo propiedad, no quiero vivir en Barranquilla, sino a sus alrededores. Y empezamos entonces desde agosto a buscar. Yo no vi menos de 15 casas. Busqué alguna persona que es corredor de bolsa, que se llama Gina Rosales”, relató Benedetti. 

De esa manera conoció la casa. Según contó Benedetti, le pidió prestado el dinero a Euclides Torres para aprovechar el precio del inmueble y cerrar el negocio. Lo que pretendía era vender un apartamento que tenía en el sector del Retiro, en el norte de Bogotá. Según él, habría podido vender en 4.500 millones de pesos, pagar la deuda a Euclides  y con el dinero restante, remodelar la casa que está en completo abandono, pero su plan fracasó porque todos sus bienes fueron embargados producto de la investigación. 

En esa diligencia, Benedetti le dijo a Cristina Lombana que los dineros del préstamo salieron de las empresas de Euclides. “Yo le he comentado, señora magistrada, que son dos empresas: DJM, que saca esa empresa a 1.500; y la otra, que se llama Seguridad, sí, seguridad y tecnología progresiva, de ahí salen 2.100”.

Torres, según Benedetti, le prestó el dinero con un generoso interés de 2,5 por ciento anual, pero la fecha de la indagatoria, confesó que no le había pagado un solo peso al empresario, y que, como garantía del préstamo, firmó cinco letras y un pagaré:

“Yo me quedé en el peor de los mundos: tengo casa, pero no tengo casa; tengo apartamento, pero no tengo apartamento; tengo deuda, pero no lo tengo, y yo estoy completamente en la quiebra debido a este sistema que yo no pude salir del apartamento del 85”.


Benedetti ha tenido como aliados políticos a los Torres desde hace más de diez años. Por ejemplo, tuvo como fórmula en Bogotá –en 2014 y en 2018– a Efraín Torres, hijo de Euclides Torres Romero, el empresario más poderoso del clan, aunque no el más visible.

El caso es que Benedetti aún no le paga el préstamo a su amigo Euclides. Al menos no hay registro financiero de que así haya sido. La casa sigue con medidas cautelares de embargo y secuestro, pues el proceso de extinción del dominio contra sus bienes continúa ante los jueces especializados. 

Mientras tanto, la investigación por enriquecimiento ilícito ya no está en el despacho de la magistrada Cristina Lombana. En los próximos días, la Corte Suprema de Justicia deberá definir qué pasa con ese proceso, que estuvo a punto de poner tras las rejas a Armando Benedetti. Según fuentes enteradas, el magistrado César Reyes, quien estuvo de acuerdo con la recusación y le quitó el proceso a Lombana, es el que asumirá el caso.

Los otros bienes de Benedetti en la lupa de las autoridades

La comunicadora Ruby Corredor Ruiz, exempleada de Armando Benedetti, enfrenta un proceso en la Fiscalía como presunta responsable de los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito, por comprar a la Sociedad de Activos Especiales (SAE) un apartamento avaluado en 1.600 millones de pesos que luego vendió –por el mismo valor– a su jefe.

Dice la Fiscalía que la mujer no tenía los ingresos para comprar ese predio, ubicado en el norte de Bogotá, y que “se trató de una presunta operación de blanqueo de capitales para ocultar y encubrir el origen ilícito de unos recursos”.

Sobre la compra de ese apartamento, Benedetti dijo en indagatoria ante la Corte Suprema que lo había comprado gracias a un préstamo de su amigo Alberto Dada, por 450 millones de pesos, a los dineros que recogió por la venta de un apartamento y a un crédito hipotecario que sacó. En ese momento, a la magistrada Lombana no le cuadraron las cuentas porque  una parte de esos dineros seguían sin justificar. 

Benedetti también es investigado por movimientos financieros en el exterior que supuestamente realizó a través de otra de sus empleadas. Se trata de Elsy Mireya Pinzón Barrera, quien fue la mano derecha de Armando Benedetti durante 25 años y a quien la Fiscalía investiga por lavado de activos, pues, entre 2008 y 2018, realizó operaciones financieras con Suiza, China, Estados Unidos, Francia, Hong Kong, España y Panamá. Según la Fiscalía, Elsy Mireya registró movimientos bancarios de 1.170 millones de pesos durante todo este lapso, cuando sus ingresos no superaban los 17 millones de pesos. 

En todo caso, desde que Benedetti fue vinculado a la investigación por enriquecimiento ilícito, mediante indagatoria en la Corte Suprema de Justicia, nada ha pasado. O, bueno, casi nada. Lo último sucedido al respecto es que le quitaron el caso a la magistrada Lombana días antes de que resolviera la situación jurídica de Benedetti, la cual, según fuentes de CAMBIO, era ponerlo tras las rejas. El proceso llegará a manos de otro magistrado, quien determinará qué pase con el futuro de Benedetti.

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