Crédito: Fotoilustración de Yamith Mariño
Gregorio Eljach: el as bajo la manga con el que Petro le ganó el pulso a Vargas Lleras
- Noticia relacionada:
- Procuraduría
- Senado
El “amigo de todos” y secretario de siempre del Senado le dio la victoria al Gobierno en la carrera por la Procuraduría. Sin embargo, el costo de la jugada presidencial es alto, pues la entidad que Petro siempre ha querido reformar seguirá como si nada y su discurso en contra de la politiquería quedó debilitado.
Por: Andrés Mateo Muñoz
De un plumazo presidencial, el secretario del Senado, Gregorio Eljach, pasó de ser un personaje secundario cuya salida del reparto es fácil de olvidar, a asumir el papel de protagonista de una serie cuya primera temporada terminó este 2 de octubre. Guardián de secretos, consultor de cabecera, última palabra de cualquier discusión de técnica legislativa. Amigo de todos, biblia andante, dueño de las llaves del Capitolio. Todo esto y más es Eljach —por lo menos— para los más de 95 congresistas que le dieron su voto de confianza —o amiguismo— para ser el próximo procurador.
Consultar a los congresistas sus opiniones sobre Eljach es empalagarse de palabras bondadosas hacia un funcionario que duró doce años en el mismo cargo. “A veces lo veo más a él que a mi esposa”, dijo un senador del Centro Democrático. Como se esperaba, el desenlace de esta primera temporada es la llegada de Eljach al edificio de la Procuraduría como nuevo jefe del Ministerio Público. Una hazaña estruendosa después de años de trabajo silencioso. Un arco de redención en el que ahora Eljach se volvió hasta el estandarte del petrismo.
Su nombre empezó a ser considerado por la Casa de Nariño cuando saltaron al ruedo dos competidores muy versados en política menuda.
En una esquina, Luis Felipe Henao: exministro, excandidato vicepresidencial de Vargas Lleras, exjefe de debate de Fico Gutiérrez y asesor del Grupo Aval. Un némesis ideológico para el presidente Petro. En la otra esquina, Germán Varón Cotrino: congresista durante veinte años y exdirector de Cambio Radical, un superdotado de la negociación. Hasta hace unos días en la baraja de Petro no había ninguna carta capaz de revertir la mano, pero sacó un as bajo la manga para armar una escalera real directa que pone a Eljach en la silla que ocupará Margarita Cabello hasta enero de 2025.
Eljach nació en Fusagasugá, pero se crio en San Juan del Cesar. De allí su golpeado acento guajiro y el carácter tosco que hace juego con su cara de pocos amigos. El accidente de su lugar de nacimiento obedece a la profesión de su papá, el ingeniero civil con ascendencia libanesa, Luis Alfredo Eljach Sampayo. El señor Eljach, natural de Gamarra, se casó con la payanesa Carmen Pacheco. De esa unión nacieron Gregorio y sus hermanos Matilde, Mercedes, Victoria, Luis Alfredo, Juan Pablo y Julián. Todos se criaron en San Juan.
De hecho, hace un año el Concejo de ese municipio condecoró a Gregorio Eljach con la orden al mérito Félix Arias. En el modesto evento, el funcionario dio una pincelada de sus intenciones, que ahora lo llevan al despacho de la Procuraduría en el centro de Bogotá.
“Para mí es un honor muy grande, una exaltación que no creo merecer y la tomo más como un estímulo para tratar de acertar en lo que haga y ayudar a que se resuelvan las necesidades, que son múltiples, de estos pueblos tan dejados de la mano del Estado central”, dijo Eljach en un discurso que, en retrospectiva, parece más el de un procurador que el de un secretario.
Las circunstancias familiares llevaron a Eljach —con apenas 15 años— a salir de La Guajira y radicarse en Popayán, el terruño de su mamá. Allí se graduó como abogado de la Universidad del Cauca e hizo sus primeros pinitos en la militancia política. Se unió al Partido Liberal cautivado por las apasionadas ideas de Luis Carlos Galán y en las toldas rojas conoció a Aurelio Iragorri Hormaza, el barón electoral caucano y su referente.
Es tanta la admiración que Eljach cultivó por Iragorri, que impulsó tras bambalinas la ley de 2021 para homenajear su memoria y bautizar con su nombre al Centro de Investigaciones y Altos Estudios Legislativos que el secretario ayudó a fundar en 2014.
De la mano de Iragorri, Eljach ocupó varios cargos públicos en Popayán. Fue dos veces personero y también jefe de la Oficina de Rentas de la ciudad. En 1992 aterrizó en el Senado y se abrió paso hasta llegar a la Secretaría de la Comisión de Ordenamiento Territorial.
En 2012 apareció la oportunidad para llegar a la Secretaría General. Emilio Otero, quien venía ocupando el cargo desde 2002, desistió de reelegirse por sexta vez, pues su nombre se volvió insostenible luego de varios trámites fallidos como el de la reforma a la justicia.
Con la abdicación de Otero, el trono quedó vacante. Las 126 hojas de vida que llegaron buscando ocuparlo demostraron cuán apetecido era el puesto. La competencia fue tan reñida que los votos se fragmentaron en tres candidatos y el voto en blanco. Eljach ganó con apenas 29 votos. En esa plenaria había varios pesos pesados como Juan Lozano, Roy Barreras, Juan Manuel Galán, Armando Benedetti, Luis Fernando Velasco, Efraín Cepeda y Juan Fernando Cristo.
En ese momento, el escrutinio público cayó sobre Eljach por primera vez en su vida. Ya no era un secretario de varios sino el más importante. Por ello, salió a la luz un lamentable episodio de su época como funcionario de Popayán: en un accidente atropelló a un agente de tránsito que falleció en el hospital.
“Lamentablemente, un señor agente de policía de Popayán lo arrollé con el carro. Se llevó al hospital San José. Las heridas no fueron superadas y el señor falleció. La reparación civil fue total”, dijo Eljach en el momento que se conoció la polémica.
Al nuevo secretario también le tocó hacer otras chicuelinas: negó que Emilio Otero era su padrino y se hizo público que Iragorri Hormaza —convertido en ese momento en militante del Partido de la U— era su mentor. De hecho, Iragorri fue de los pocos senadores que cantó su voto por Eljach, a diferencia de la mayoría de sus colegas que optaron por el secretismo.
Petro: al son que le tocaron bailó
Eljach ha visto pasar por el Senado a dos presidentes: Iván Duque y Gustavo Petro. Por ello, el hoy mandatario sabe muy bien quién es el nuevo procurador. No es un nombre antiestablecimiento, ni tampoco un jurista de quilates. Mucho menos es garantía de acabar con la entidad o transformarla a profundidad, como ha propuesto el presidente. El secretario representa todo —o una buena parte— de lo que Petro llama en la plaza pública como la politiquería de antaño.
Pero el paso de los días posterior a la sorpresiva designación presidencial y el arrollador resultado en el Senado demostró que la jugada le salió a pedir de boca a Petro y sus operadores políticos: Juan Fernando Cristo y Alexander López.
El primero en declarar su amor por el secretario fue su casa: el Partido de la U. Esa bancada nunca se ha ido por completo a la oposición y se ha mantenido como una colectividad con episodios gobiernistas.
Los segundos en subirse públicamente a la aspiración de Eljach fueron los conservadores. “Es un hombre de derecha, estudioso del Derecho, respetuoso de la institucionalidad, buen amigo, serio y de mucho carácter”, dijo el senador azul Nicolás Echeverry.
Luego siguieron los liberales, quienes dijeron que la hoja de vida de Eljach es “intachable”. Las negociaciones han estado mediadas por promesas de imparcialidad, independencia, garantías políticas y la ineludible representación burocrática.
El puesto más codiciado es el de viceprocurador, para el que han sonado desde alguien cercano al petrismo hasta el actual vicecontralor, Carlos Mario Zuluaga, por petición de los conservadores. Sin embargo, el mismo Zuluaga le dijo a CAMBIO que esa versión no es cierta:
“Estoy muy feliz en la Contraloría donde estamos dando resultados y no quiero moverme de mi lugar de trabajo. Desconozco los acuerdos de la bancada conservadora. Yo estoy de vacaciones hace tres semanas. No estoy en el país. Me llegó ese rumor hoy. Siempre he dicho que no tengo interés en la Procuraduría”, dijo el vicecontralor.
Aunque en Cambio Radical la balanza parecía estar pareja entre Eljach y Varón Cotrino, los votos en el Senado terminaron por demostrar que el saliente secretario de esa corporación ganó la puja. Tal como le dijo a CAMBIO uno de los senadores más experimentados de ese partido:
“Quien ha estado en la entraña hasta hoy es Gregorio. Es que hace nada votamos por reelegirlo”, dijo el congresista. Los cálculos de la bancada opositora estaban más allá de si Eljach era o no el ternado de Petro.
“La jugada del presidente trajo algo curioso: la discusión se convirtió más en elegir quién es el más cercano al Congreso y no si es del Gobierno o no. En ese sentido sabemos que con Gregorio tenemos al alguien a quien le tocamos la puerta y sabemos que nos la va a abrir. Eso es lo que necesitamos”, agregó el senador.
Y esa premisa quedó clara en los resultados de este 2 de octubre. En los que Eljach logró 95 votos, Henao tres y Cotrino dos.
La movida política y también politiquera del presidente Petro fue un ejemplo —tal vez perverso— de que el acuerdo nacional también implica escenarios de concertación para que el poder quede en manos tanto de los nuevos como los de siempre. Quizás la elección de este miércoles de Eljach sea la única vez que en el Senado voten juntos los petristas, los godos, los liberales y los de La U.
El nuevo procurador, que comenzará a oficiar en enero de 2025, es el amigo de todos y, por ende, la esperanza del presidente de remover los cimientos de una entidad que había sido su enemiga quedó aplazada indefinidamente.