La Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca: ¿El próximo reino de Jorge Rey?

“Los Galán han dado origen a un cartel de la doble moral”, dijo Jorge Rey en marzo de 2022 sobre Carlos Fernando y Juan Manuel Galán. Las fuertes palabras de Rey en ese entonces surgieron por la enemistad de vieja data con los hermanos y jefes del Nuevo Liberalismo, especialmente con Carlos Fernando, quien fue uno de los que señaló con nombre y apellido al exgobernador de Cundinamarca de ser uno de los cerebros detrás del volteo de tierras en la sabana de Bogotá. El otro fue el periodista Daniel Coronell.

“Jorge Rey está involucrado en varios casos por presunta manipulación del suelo y no pagos de plusvalías, que es conocido como el fenómeno de volteo de tierras”, dijo Carlos Fernando Galán en 2020 durante una sesión del Concejo de Bogotá, cuando era presidente de esa corporación. Por ese entonces, Galán cuestionó a la alcaldesa Claudia López por la designación de César Augusto Carrillo como director de Economía Rural y Abastecimiento Alimentario de la Secretaría de Desarrollo Económico. Carrillo fue secretario de Planeación durante la gobernación de Jorge Rey. Los dos escribieron un libro en conjunto titulado Pienso luego.

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Y eso fue lo que hizo Claudia López respecto a Jorge Rey y sus aliados. La alcaldesa repensó su relación con el cacique político de Cundinamarca y no solo permitió la entrada de Carrillo a su administración, sino que trabajó en equipo con Nicolás García Bustos, amigo personal de Rey y actual gobernador del departamento. 

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De hecho, la actual campaña de Jorge Rey para volver a ser gobernador tiene el respaldo de la senadora Angélica Lozano, esposa de la alcaldesa López. Atrás parecen haber quedado las denuncias que hizo la misma Claudia López, en su época como senadora, en contra de Rey, a quien llegó a tildar como “el jefe” y lo relacionó con hechos de corrupción en el municipio de Funza, su fortín político.

Hoy, Rey y Galán parecen destinados a trabajar juntos, después de años de cruce de señalamientos y descalificaciones. Ambos son los punteros en las encuestas y, si los pronósticos se cumplen, será los hombres del poder en la recién creada región metropolitana de Bogotá y Cundinamarca.

¿Reino o región metropolitana?

La Región Metropolitana Bogotá - Cundinamarca fue creada en 2022 como un modelo asociativo sin antecedentes en Colombia. Su nacimiento contó con el respaldo del distrito capital y el departamento, así como del Concejo de la ciudad y la Asamblea de Cundinamarca.

El máximo órgano directivo de esta figura es el Consejo Regional, integrado por la alcaldesa de Bogotá, el gobernador de Cundinamarca y los alcaldes de los municipios aledaños cuyos concejos municipales aprueben la integración a la Región Metropolitana y, además, cumplan ciertos requisitos que demuestren que hacen parte del área de influencia de la capital. Hasta ahora, ningún municipio de la sabana ha dado el paso y todo indica que están esperando la llegada de nuevos concejales y alcaldes para retomar la discusión.

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El objetivo es que en ese consejo se tomen decisiones consensuadas en temas sensibles y complejos como seguridad, movilidad, desarrollo, ordenamiento territorial y ambiente. Hasta ahora no se ha nombrado un director en firme, pero el mando lo tienen Nicolás García (quien funge como presidente del Consejo Regional) y Claudia López (quien es secretaria técnica). El presupuesto asignado en 2022 fue de 1.444 millones de pesos.

De acuerdo al marco jurídico de la Región Metropolitana, los poderes del gobernador parecen haber incrementado. Por ejemplo, en el artículo 21 de la Ley Orgánica 2199 de 2022 se establece que “las decisiones referentes a los aportes, gastos y las inversiones de la Región Metropolitana requieren la aceptación del Alcalde Mayor de Bogotá y el Gobernador de Cundinamarca”. Es decir, le otorga un poder de veto al gobernador y al alcalde de la capital sobre las inversiones que pongan a discusión.

Lo mismo indica otro apartado de la norma, en el que se establece el mecanismo de toma de decisiones en el Consejo Regional. La prioridad es el consenso, pero si no se consigue las decisiones, se adoptarán por mayoría absoluta. Eso sí, cualquier decisión debe tener el visto bueno del alcalde de Bogotá y del gobernador de Cundinamarca. "En todo caso, la decisión deberá contar con el voto favorable de la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Gobernación de Cundinamarca", dice parte de la Ley 2199 de 2022.

La figura de la Región Metrpolitana y los nuevos poderes del gobernador de Cundinamarca han generado críticas de distintas voces académicas y políticas de Bogotá y de los municipios de la Sabana. Por ejemplo, la concejal de la capital Heidy Sánchez presentó una demanda argumentando que la Región Metropolitana no debería tener la competencia de modificar el ordenamiento territorial de la capital y los municipios cercanos. "La Región Metropolitana no es una asociación entre iguales. Bogotá y Cundinamarca tienen derecho a veto, lo que subordina a los municipios", expresó Sánchez.

Sin embargo, en febrero de este año la Corte Constitucional dejó en firme la potestad de la Región Metropolitana sobre el uso del suelo en su jurisdicción.

Incluso, la nueva injerencia del gobernador de Cundinamarca en Bogotá y su región metropolitana es el motivo por el cual la candidatura al Concejo de Bogotá de Santiago García Bustos, hermano del gobernador Nicolás García, fue demandada ante el Consejo Nacional Electoral. Ese organismo dejó en firme la aspiración de Santiago García al considerar que no hay un conflicto de interés. El proceso continúa ahora en el Consejo de Estado.

Los alfiles de Jorge Rey

Además del poder de veto en la Región Metropolitana, el próximo gobernador de Cundinamarca también podrá asegurarse la otra mitad de la autoridad en el Consejo Regional, a través de la influencia sobre los alcaldes de los municipios que podrían integrarse. Si el nuevo mandamás en el departamento tiene de su lado a los mandatarios municipales, no será un problema lograr el consenso para tomar decisiones que afecten a Bogotá y los municipios que la rodean.

En ello, Jorge Rey tiene la ventaja sobre los otros competidores que también aspiran a ser gobernadores. El político funzano hizo de los municipios de la sabana occidente sus fortines electorales que han sido claves para su primera gobernación y su fugaz paso por la Cámara de Representantes. Funza, Mosquera y Madrid tienen un capital electoral envidiable. Quien gane allí, tomará un impulso clave para triunfar en todo el departamento.

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Solo estos tres municipios tienen un censo electoral que supera los 150.000 votantes; en 2015, cuando llegó a ser gobernador, Jorge Rey obtuvo allí más de 73.000 votos.

Es por esto que Rey ha enfocado la mayoría de sus esfuerzos en impulsar a los nuevos alfiles de su maquinaria, que lleva gobernando en la región más de una década. En Funza, su tierra natal, la elegida es Jeimmy Villamil, exsecretaria de Movilidad de Jorge Rey en la Gobernación. Villamil también trabajó en la Alcaldía de Funza, la Empresa de Licores de Cundinamarca, llevada por el gerente Jorge Machuca (exalcalde de Funza y aliado de Rey) y como gerente de la Empresa Férrea de Cundinamarca en la administración actual de Nicolás García.

Villamil es vista en Funza como la heredera no solo de Jorge Rey sino de Daniel Bernal Montealegre, el actual alcalde del municipio y quien puede seguir el mismo destino de sus antecesores: saltar a algún cargo departamental. 

El episodio más oscuro en la prolífica carrera de Villamil como funcionaria pública tuvo relación con su paso como jefe de la Oficina de Planeación de Funza en la época de Jorge Machuca. En 2019, la Procuraduría formuló pliego de cargos en contra de Machuca, Villamil y 10 exconcejales por la supuesta aprobación irregular de dos modificaciones excepcionales del Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) del municipio. 

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"Esas modificaciones excepcionales se habrían realizado en un mismo periodo constitucional para la construcción de Vivienda de Interés Social (VIS) y Vivienda de Interés Prioritario (VIP), con lo que aparentemente se vulneró la normatividad legal que establece que esos cambios solo se pueden realizar una sola vez en cada mandato para esa finalidad", señaló la Procuraduría en ese entonces.

En el caso de Mosquera, que en los últimos cuatro años ha tenido un boom de construcción de apartamentos, la ungida por Rey es Adriana Lucía Melo, quien aspira a ser la cuarta alcaldesa consecutiva de ese municipio elegida gracias a la maquinaria de Jorge Rey.

Melo también es otra vieja conocida de las oficinas públicas de Mosquera y Cundinamarca. Trabajó en la alcaldía en tres ocasiones, fue asesora de Jorge Rey en la Gobernación, después secretaria de Buen Gobierno de Nicolás García (también mosqueruno) y finalmente su secretaria privada. Melo renunció en 2022 y se unió a la campaña presidencial de Alejandro Gaviria, al igual que Rey.

La sorpresa en Mosquera fue el distanciamiento de Emilio Casallas, exalcalde que en en el pasado fue otro de los aliados incondicionales de Jorge Rey y Nicolás García. Casallas armó rancho aparte y es la competencia de Melo. Fuentes en ese municipio le dijeron a CAMBIO que el camino aparte de Casallas, quien estuvo preso por falsedad en su diploma universitario, no obedece a una estrategia de la estructura de Rey de tener dos falsos rivales, sino a una ruptura real que incluso se habría hecho evidente con una fuerte pelea en un restaurante de la región hace varios meses.

Por los lados de Madrid, la ficha de Jorge Rey es Harol Naranjo Coy, quien venía desempeñándose como concejal del municipio dentro de la coalición del actual alcalde Andrés Tovar Forero. Tovar fue secretario de las TICS de Jorge Rey; y antes de eso, secretario de Desarrollo del exalcalde Giovanni Villarraga, quien fue capturado en 2017 por aparentes irregularidades en un proceso de contratación de la instalación de gas domiciliario en un lote de la vereda Puente de Piedra, de Madrid. Villarraga fue capturado en las instalaciones de la Gobernación porque había sido nombrado por Rey como su secretario de la Función Pública.

La esposa de Villarraga, Adriana Milena Orozco Quecano, fue condenada este año a siete años de prisión por los delitos de prevaricato por acción y falsedad ideológica en documento público. Lo anterior, relacionado con irregularidades que permitieron la construcción de un parque industrial a las afueras de Funza. Orozco fue jefe de la Oficina de Planeación de Funza entre 2012 y 2015, época en que el alcalde era Jorge Machuca, el primer heredero de Jorge Rey en ese municipio.

Además de sus fichas en Funza, Mosquera y Madrid, Jorge Rey también tiene sus alfiles en otros municipios claves, como Facatativá, Cota y Chía, todos con posibilidad de entrar a la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca, que apunta a ser el nuevo reino del cacique político de la sabana de la capital.