Las siete vidas del Gato volador: las investigaciones por corrupción parecen no debilitar el poder de Laureano Acuña en Atlántico

Laureano Acuña y su esposa haciendo campaña en el Atlántico.

Crédito: Redes sociales

19 Octubre 2023 11:10 am

Las siete vidas del Gato volador: las investigaciones por corrupción parecen no debilitar el poder de Laureano Acuña en Atlántico

Una y otra vez, Laureano Acuña, conocido como el Gato volador, ha caído de pie en las investigaciones que se le adelantan por compra de votos, y mantiene intacto su poder en Atlántico para influir en las elecciones del próximo 29 de octubre.

Por: Andrés Mateo Muñoz

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Laureano Augusto Acuña se ganó el mote de Gato volador por una combinación de circunstancias en el año 2000, época en la que era concejal de Barranquilla: el color de sus ojos, sus movidas ambiciosas en la política y la canción de champeta que estaba de moda.

El apodo no le habría podido quedar mejor, pues el Gato volador ha hecho gala de tener siete vidas, al menos en la política. El excongresista ha sabido sobrevivir a las controversias, los cuestionamientos y las investigaciones en su contra por –presuntamente– participar en una red de compra de votos en el Atlántico en la que él oficiaba como el operador estrella de las maniobras para conseguirles votos a políticos de diversas casas políticas.

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En poder de la justicia hay decenas de audios que dan cuenta del rol de Laureano Acuña en la operación de compra de votos en el Atlántico, principalmente en las pasadas elecciones legislativas. 

“Yo al final le puedo decir al alcalde: vota por mí, mi hermano, y vota por una cámara aquí pa que te ganes un billetico y con esa plata los ponemos a votar”, dice Acuña en uno de los audios revelados por CAMBIO en febrero de 2022.

Las conversaciones del Gato volador revelan que su estrategia preferida era la de echar mano de su influencia en los alcaldes de algunos municipios del Atlántico, que él mismo ayudó a elegir, para conseguir otros votos con destino a su aliados en el Congreso de la República.

"Mínimo tenemos que comprar 70.000 votos. De ahí nos vamos empujados. Yo no quiero hacer una campaña loca. Vamos a coger y vamos a zonificar 250.000 o 200.000 para después no apenas van 140.000(...) Les vamos a pagar para eso y de ahí, jueputa, no nos podemos bajar, porque usted sabe que se jode esta mondá", se le escucha decir al exsenador Laureano Acuña en otro audio.

A pesar de la evidencia, aún no hay condena en contra del Gato volador, quien ha aprovechado que todavía cae de pie para mover su maquinaria a favor de la estructura política que lidera para las elecciones regionales del próximo 29 de octubre. La punta de lanza de la empresa familiar y electoral de Acuña es su esposa Merlys Miranda Benavides, quien aspira a ser diputada del Atlántico, con el aval del Partido Conservador, por cuarta vez consecutiva.

Miranda Benavides es una de las candidatas que se subió a la campaña a la gobernación de Eduardo Verano de la Rosa, quien busca asegurar su llegada al puesto más alto del departamento y garantizar una sólida coalición en la Asamblea al estilo de la actual mandataria Elsa Noguera. Por ello, Verano de la Rosa buscó el respaldo de los dos clanes más poderosos del Atlántico: la casa Char y el clan Torres, el mismo que se la jugó por Gustavo Petro en 2022.

Eduardo Verano de la Rosa
Merlys Miranda (esposa de Laureano Acuña), Karen Cantillo (candidata al Concejo de Soledad) y Eduardo Verano de la Rosa.

El trabajo conjunto entre la estructura del Gato volador y la casa Char tiene antecedentes en elecciones anteriores, especialmente en municipios claves como Soledad, la segunda ciudad más poblada del Atlántico y Malambo.

En Soledad, uno de los botines políticos más apetecidos en todo el Caribe colombiano, los votos de la estructura de Acuña han sido indispensables tanto para sus campañas a la Cámara y al Senado, así como para la elección de Joao Herrera como alcalde en 2015.

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Herrera es uno de los aliados más fieles de los Char, a tal punto que le besó la mano al patriarca Fuad Char en julio pasado, en un evento en el que ese clan oficializó su apoyo para que aspire a repetir como alcalde. Herrera tiene a su favor toda la maquinaria tradicional de los partidos Liberal, Conservador y Cambio Radical, y también está subido en la campaña de Verano de la Rosa. Por su parte, Karen Cantillo es la aliada más cercana del Gato volador para el Concejo de Soledad.

Joao Herrera y Fuad Char
Joao Herrera (izquierda) y Fuad Char (centro).

En Malambo, la ficha del Gato volador es Yenis Orozco Bonett, quien ha sido concejal de ese municipio por tres periodos. Orozco está siendo investigada por la Procuraduría por su supuesta participación en la aprobación irregular del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Malambo en 2020. Si la investigación termina en su contra, Orozco sería inhabilitada para ocupar cargos públicos. La candidata cercana a Laureano Acuña también tiene una demanda en estudio en contra de su candidatura en el Consejo Nacional Electoral por supuesta doble militancia por apoyar candidatos de Cambio Radical y el Partido Conservador.

Yenis Orozco recibió recientemente la adhesión de Xiomara Valera, tradicional aliada del Gato volador, que se bajó de su aspiración para unir fuerzas con Orozco y también de Camilo Torres Villalba, el escogido por el clan Torres para llegar a la Asamblea del Atlántico.

Ante las críticas por su participación en política a pesar de los cuestionamientos en su contra, Laureano Acuña se defendió:

"Soy colombiano y tengo derechos al igual que todo nacido en esta tierra. Puedo participar y hacer lo que me llena, la política es mi pasión, conversar con las comunidades es lo mío y compartir con la gente es y será siempre mi mayor felicidad", dijo Acuña.

El Gato volador aseguró que su proceso en la Corte Suprema de Justicia sigue en indagación preliminar, por lo que no tiene ningún impedimiento judicial para estar activo en campaña.

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