Los cinco desafíos que van a desvelar a Carlos Fernando Galán como alcalde de Bogotá

La tercera fue la vencida y Carlos Fernando Galán por fin tendrá asiento en la oficina más grande del Palacio de Liévano en el centro de Bogotá. El periodista, excongresista y político del Nuevo Liberalismo tiene por delante enormes retos de cuya resolución dependerá no solo su popularidad, sino las futuras aspiraciones del centro político en la capital y en el país.

1. ¿Bogotá caminará segura?

Casi todos los candidatos que compitieron por llegar a la Alcaldía de Bogotá hicieron de la seguridad la propuesta bandera de sus campañas y Carlos Fernando Galán no fue la excepción. El lema “Bogotá Camina Segura” se convirtió en la portada del programa de gobierno de Galán, consciente de que la percepción de inseguridad en la capital no ha cedido y es uno de los indicadores claves por el que los ciudadanos le miden el aceite al mandatario de turno.

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En la Encuesta de Percepción Ciudadana 2023 realizada por la alianza Bogotá Cómo Vamos, el 52,4 por ciento de los consultados manifestó sentirse inseguro en la ciudad, un aumento de 15 puntos porcentuales respecto a la medición de 2022. Y más allá de ser un tema de simple percepción, algunas cifras en rojo en materia de delincuencia pondrán al nuevo alcalde a enfocar sus esfuerzos en reducirlas.

Por ejemplo, según las cifras oficiales de la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia, el secuestro (subió 44,4 por ciento), el hurto a personas (subió 12,3 por ciento) y el hurto a automotores (subió 6,3 por ciento), fueron los delitos que aumentaron entre enero y octubre de 2023.

La propuesta de Galán ha sido la de enfrentar el problema reconociendo la existencia de poderosas estructuras de crimen organizado en Bogotá para evitar que solo se persiga “el eslabón más débil de la cadena”. Según la Fundación Paz y Reconciliación, en Bogotá se han identificado más de 50 organizaciones criminales con injerencia en la regulación de los mercados ilegales, desde columnas del Estado Mayor Central y el ELN hasta grupos como el Tren de Aragua, Los Paisas, Los Camilos, Los Caparros y la Oficina del San Andresito de la 38.

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La estrategia de la nueva administración incluye la creación de un grupo élite de la Policía en TransMilenio, uso de tecnología, consejos de seguridad semanales, trabajo conjunto con la Rama Judicial y la aplicación rigurosa del Código de Seguridad y Convivencia. Pocas medidas novedosas que los bogotanos esperan que ahora sí funcionen.

Otro desafío para Galán es el aumento en el pie de fuerza de la Policía en la ciudad, un dolor de cabeza recurrente para los alcaldes de Bogotá en la última década. De hecho, una de las tensiones más fuertes entre Claudia López y el Gobierno nacional fue justamente por este tema. La exalcaldesa le exigió en varias ocasiones al presidente Petro aumentar el número de uniformados en la capital e incluso puso sobre la mesa la idea de conformar una Policía local en Bogotá.

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"Creo que Bogotá puede y debe tener una Policía local propia que le ayude a la policía nacional porque no da abasto para todo", dijo Claudia López en agosto de 2023.

Según datos oficiales, Bogotá cerró el año pasado con 16. 452 policías, 548 uniformados menos que en 2017.

2.  Una ciudad en obra

Carlos Fernando Galán recibe una ciudad con más de 500 frentes de obra activos, más del doble que en 2021 y que suponen un enorme reto para conciliar el desarrollo en infraestructura y el traumatismo vial que generan los proyectos. Sin duda, la construcción de la primera línea del metro causará enormes dificultades en movilidad para los bogotanos especialmente en corredores como la Avenida Caracas, la Avenida Primero de Mayo, la Avenida Villavicencio, la Avenida 68 y la Avenida Ciudad de Cali.

A lo anterior hay que sumarle las obras para proyectos como la ampliación de la calle 13, un corredor crítico para el transporte de pasajeros y carga entre el área metropolitana de Bogotá. Eso sí, el primer paso será lograr que algún consorcio se interese por el proyecto en dos tramos por un valor total de 1,3 billones de pesos, los cuales están retrasado en sus cronogramas porque la licitación ha tenido que ser declarada desierta varias veces por falta de interesados. El megaproyecto implica la implementación de una troncal de TransMilenio y ciclorutas. 

Por otro lado, si el proyecto de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO) en el tramo sur por fin logra desatorarse, será Carlos Fernando Galán quien corte el listón en 2027. La obra completa lleva 62 años de planeación y nunca se ha podido completar. De momento, hay avances en la ALO Sur, que va desde el sector de Chusacá, en Soacha, hasta la calle 13, en Fontibón y en los próximos años su construcción también generará traumatismos en localidades como Kennedy y Bosa.

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En el caso de la ALO del norte, Galán ha dicho que no es su intención hacerla sino más bien extender la Avenida Boyacá para conectarla con la Autopista Norte, sustrayendo 20 hectáreas de la reserva Van der Hammen.

3. Tire y afloje con el presidente Gustavo Petro

Carlos Fernando Galán y Gustavo Petro solo han conversado unos 40 minutos después de las las elecciones en las que el alcalde electo ganó con solvencia en la capital. El encuentro se tuvo que dar a más de 13.000 kilómetros de distancia de Bogotá, en medio de la cumbre climática de Dubái a principios de diciembre pasado. En ese momento, Galán visitó al presidente en un hotel en la extravagante ciudad emiratí y sostuvieron una conversación "amable", según dijeron fuentes de la Casa de Nariño. Sin embargo, la corta conversación no permitió tener avances significativos en los problemas sobre los que ambos políticos tendrán que trabajar juntos por lo menos en los próximos tres años.

El más complejo de todos es el de la primera línea del metro, en el que Galán prometió continuidad y el presidente no parece descansar hasta que el proyecto se modifique haciendo subterránea por lo menos una parte del trazado. La participación del Gobierno nacional en la financiación de parte de la obra le dan voz y voto, aunque los límites parecen no estar claros. 

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"La capital ecuatoriana estrenó su metro subterráneo. ¿Por qué en Bogotá completan 9 años de suspender la construcción del proyecto? Por sectarismo político y odio social", trinó Gustavo Petro horas después de reunirse con Carlos Fernando Galán.

En concreto, la propuesta del presidente es la de soterrar el tramo del metro que va desde la carrera 50 con primera de Mayo hasta la calle 72 con Avenida Caracas. Si se cumple esta condición, Petro ha dicho que el Gobierno financiaría la totalidad de la obra. 

Pero los últimos días han dejado ver que el tema metro solo es uno más en la lista de asuntos de discusión futura entre el presidente y el alcalde. Las posturas frente al megaproyecto de la ciudadela educativa que dejó adjudicado Claudia López en los últimos días de 2023 en los terrenos de la ALO norte, enfrentaron a Galán y a Petro.

El 21 de diciembre, el hoy nuevo alcalde le pidió a Claudia López acoger la solicitud de la Procuraduría y frenar la contratación del proyecto. El Ministerio Público argumentó que habían irregularidades y dudas sobre la transparencia del proyecto. El presidente Petro salió a tercear en la controversia y le respondió a Galán que se trataba de un acuerdo entre el Gobierno y la administración saliente.

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"Este es un acuerdo de la presidencia y la alcaldesa de Bogotá. El gobierno nacional lo financiará. Construir el gran multicampus universitario en Suba. Ahora lo quieren prohibir. ¿Cambiar las universidades por los carros?", escribió el jefe de Estado.

No hubo respuesta del alcalde en ese momento, pero puertas para adentro la prevención frente a la actitud poco diplomática de la Casa de Nariño es imperante en el círculo de Galán, en el que no hay ni un solo asesor cercano al petrismo.

La promesa que quedó de Dubái fue la de adelantar reuniones periódicas entre Gobierno nacional y distrital pero todo depende de la suavidad de los trinos presidenciales y sus declaraciones públicas.

4. Trabajo en equipo con Jorge Rey, a quien llegó a acusar de "volteo de tierras"

Hace unos años era impensable tener en una misma foto y sonrientes a Claudia López, Carlos Fernando Galán y Jorge Rey, el cacique electoral de Cundinamarca. López y Galán hicieron duros señalamientos en contra de Rey por supuestamente estar detrás de la operación de volteo de tierras en la sabana de Bogotá. 

“Los Galán han dado origen a un cartel de la doble moral”, dijo Jorge Rey en marzo de 2022 sobre Carlos Fernando y Juan Manuel Galán. Las fuertes palabras de Rey en ese entonces surgieron por la enemistad de vieja data con los hermanos y jefes del Nuevo Liberalismo, especialmente con Carlos Fernando, quien en una sesión del Concejo de Bogotá de 2020 dijo: “Jorge Rey está involucrado en varios casos por presunta manipulación del suelo y no pagos de plusvalías, que es conocido como el fenómeno de volteo de tierras”.

Sin embargo, gracias a la dinámica de la política, los tres pudieron estrechar la mano en un proceso de empalme inédito; el de la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca, un modelo asociativo creado en 2022.

El máximo órgano directivo de esta figura es el Consejo Regional, integrado por el alcalde de Bogotá, el gobernador de Cundinamarca y los alcaldes de los municipios aledaños cuyos concejos municipales aprueben la integración a la Región Metropolitana y, además, cumplan ciertos requisitos que demuestren que hacen parte del área de influencia de la capital. Hasta ahora, ningún municipio de la sabana ha dado el paso, pero en los próximos meses los nuevos mandatarios de ciudades como Soacha, Funza, Mosquera, Madrid, Cota, Chía y Facatativá presentarán la propuesta a cada concejo municipal.

El objetivo es que en ese consejo se tomen decisiones consensuadas en temas sensibles y complejos como seguridad, movilidad, desarrollo, ordenamiento territorial y medio ambiente que involucren a Bogotá y los municipios aledaños. El director, que recién se eligió el mes pasado, es Luis Felipe Lota, exdirector de la Agencia de Seguridad Vial del Gobierno Duque.

El poder de veto que le da el marco legal de la Región Metropolitana al alcalde de Bogotá y al gobernador de Cundinamarca los obligan a limar las asperezas del pasado y trabajar coordinadamente para tomar decisiones que influirán en alrededor de 10 millones de personas.

Para profundizar: La Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca: ¿El próximo reino de Jorge Rey?

5. Lo que funciona bien no se cambia

De los nueve candidatos que aparecieron en el tarjetón de las elecciones regionales en Bogotá, Galán fue el que más representó la continuidad de visiones de ciudad y políticas de la administración de Claudia López. Aunque esto le valió fuertes críticas de sus contricantes que lo señalaron de ser "el candidato de Claudia", lo cierto es que el nuevo alcalde no solo tiene el reto de dar giros en aspectos como la seguridad sino también el de mantener estrategias efectivas del cuatrenio de López.

Los aciertos de la ya exalcaldesa se concentraron principalmente en la reducción de la pobreza monetaria, la pobreza multidimensional y la implementación de estrategias de cuidado en la ciudad. La incidencia de pobreza monetaria en la capital pasó de 40,1 por ciento en 2020 (año de pandemia) a 28,1 por ciento en 2022 según las cifras oficiales del Dane. Por su parte, la pobreza multidimensional en Bogotá se ubicó en 5,7 por ciento en 2021 y bajó al 3,8 por ciento el año pasado, el valor más bajo desde 2018, según el Observatorio de Desarrollo Económico de la capital.

Según el programa de gobierno de Galán, se seguirá trabajando bajo el concepto de feminización de la pobreza para combatir este fenómeno en el que las mujeres son más vulnerables económicamente. Por ello, es un hecho que las manzanas de cuidado, una de las políticas más elogiadas de la administración pasada, se mantendrán y fortalecerán. Actualmente el alcalde recibió 21 manzanas que siguen siendo insuficientes para cubrir toda la ciudad.

Por otro lado, la continuidad de las transferencias monetarias en la capital englobadas en el programa Ingreso Mínimo Garantizado también es fundamental para que los indicadores de pobreza y desigualdad en Bogotá sigan mejorando. Eso sí, la nueva administración prometió revisar y mejorar la metodología de focalización para definir los beneficiarios de las transferencias y el monto.