Los sorprendentes líos del embajador y del cónsul de Colombia en México
Moisés Ninco Daza, exembajador; y Andrés Hernández, excónsul.
Crédito: Colprensa
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Tras la salida de Moisés Ninco Daza, Andrés Hernández se ve envuelto en un nuevo escándalo. ¿Cómo responderá el canciller Luis Gilberto Murillo?
Por: Armando Neira
La representación diplomática de Colombia en México vuelve a estar en la primera plana por un sorprendente escándalo: el cónsul Andrés Camilo Hernández Ramírez “ha estado involucrado en anomalías con el uso del dinero público, ha sido denunciado penalmente por estafa a una subalterna y ha acumulado deudas millonarias”, informa El País.
El caso de Hernández se suma al de Moisés Ninco Daza, quien fue removido de su cargo como embajador extraordinario y plenipotenciario. Esto ocurrió después de que el Consejo de Estado anulara su nombramiento de forma concluyente, al detectar diversas irregularidades en el proceso. Carecía de los títulos exigidos para el cargo.
No se trata de un asunto marginal; por el contrario, tiene un enorme eco en la política exterior por dos razones fundamentales:
1. La relación de Colombia con México, además del importante intercambio comercial, es un tema de extrema sensibilidad por las denuncias de malos tratos a los nacionales en los aeropuertos y la inseguridad que afrontan varios de ellos al ingresar al país.
2. La sintonía política entre ambos gobiernos. El presidente Gustavo Petro ha puesto de ejemplo lo que fue el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y lo considera un referente del progresismo en la región. Petro también ha resaltado el ascenso de Claudia Sheinbaum, quien, según él, militó en el M-19.
"Claudia fue miembro del M-19. Para quienes no quieren dos tazas… ahora el M-19 da dos presidentes en América Latina", dijo Petro en vísperas de su posesión.
En este contexto, se esperaría que los representantes de Colombia en México fueran funcionarios de alto nivel. Paradójicamente, no ha sido así. El canciller Murillo firmó hace unos días el retiro de Ninco Daza del servicio diplomático.
Esta decisión se produjo porque el Consejo de Estado, con ponencia del magistrado de la sección quinta, Omar Barreto, ratificó que Ninco Daza no cumplía con los requisitos para ejercer como embajador.
Según el alto tribunal, el ahora exfuncionario carecía de la trayectoria necesaria en la carrera diplomática y tampoco contaba con un título académico, maestría o la experiencia exigida por ley.
“A Petro le tocó retirar de la embajada en México a Álvaro Moisés Ninco, quien asumió ese cargo con un simple certificado de asistencia a un modelo de la ONU en la universidad. Gana Colombia, el mérito y la carrera diplomática. No más mediocridad", opinó en su momento el concejal de Bogotá, Daniel Briceño.
"Estoy seguro de que venceremos en lo jurídico. La estrategia del lawfare (guerra jurídica) no les va a funcionar. Seguiremos trabajando en las tareas que nos encomendó el presidente Gustavo Petro. Lo importante, más que el cargo, es el encargo", aseguró Ninco Daza en noviembre de 2023, insinuando que su salida forma parte de una estrategia de golpe blando contra Petro.
Tanto para el ahora exembajador como para el presidente, su retiro se debió a su juventud. “Es producto de la incomodidad que genera en un Estado construido históricamente sobre la adultocracia. Quienes emergemos de la lucha social, juvenil y popular tenemos la experiencia y la calificación necesarias para impulsar un cambio progresista", afirmó Ninco Daza.
"Lo nombré embajador en reconocimiento a la lucha juvenil", explicó Petro. Agregó: “Y lo destituyen por ser joven, porque dicen que no tiene la experiencia adecuada”. Según Petro, la salida de Ninco Daza refleja "la forma de actuar de las extremas derechas, que buscan eliminar la diferencia, incluso violentamente. No quieren embajadores jóvenes. Quieren aristócratas".
Mientras este caso aún estaba fresco en la discusión pública, la denuncia de El País reveló nuevas irregularidades cometidas por el cónsul Andrés Hernández.
Según el reportaje firmado por el periodista Juan Miguel Hernández Bonilla, Petro nombró a Hernández cónsul de Colombia en México en febrero de 2023, pese a que carecía de experiencia diplomática.
Un año después, el Consejo de Estado anuló su designación por esa misma razón, pero meses más tarde el presidente volvió a nombrarlo.
"Durante su gestión, Hernández ha incurrido en irregularidades con el uso del dinero público, ha sido denunciado penalmente por estafa a una subalterna y ha acumulado deudas millonarias. Estos problemas financieros involucran a quien, como notario fuera de Colombia, autentica firmas, legaliza documentos y administra el gasto público", afirma el diario.
En síntesis, el caso es el siguiente. Sonia Cuesta, quien trabajó durante 26 años en el consulado, ahorró una parte de su sueldo cada mes con la intención de disfrutar su retiro. En agosto de 2023, al jubilarse y regresar a Colombia, había reunido 24.564 dólares: unos 100 millones de pesos colombianos.
Cuesta relató al medio que el cónsul Hernández se le acercó desde que llegó a México. "Era muy amable conmigo, muy empático. Me pedía favores, me invitaba a tomar café y hablaba mucho de su vida personal y de su cercanía con el presidente", dijo Sonia.
Cuando llegó el momento de cerrar su cuenta en México, Hernández se ofreció a ayudarla. La acompañó al banco y se comprometió a recibir el dinero en su cuenta personal para luego transferírselo a Colombia. Confiada, Sonia le entregó 15.000 dólares primero, y unos días después, los 9.564 restantes.
"Después me dediqué a cerrar mi casa. No me pude llevar mis muebles ni mis libros. Pensé que más adelante podría hacerlo con ese dinero", explicó Sonia. Al llegar a Colombia el 10 de septiembre, abrió una cuenta y le pidió al cónsul que le enviara los fondos. Ahí comenzaron las excusas y las evasivas. Tres meses después, Hernández le transfirió solo 2.000 dólares.
Varios meses más tarde, el cónsul la llamó desde un concierto de Adele en Las Vegas, recordándole con afecto, pero sin rastro del dinero. "Seguro se gastó mi plata en esos paseos", dijo Sonia, con resignación.
Ella regresó a México para intentar recuperar sus ahorros, y tras mucha insistencia logró que Hernández le entregara 3.000 dólares más. Luego, él volvió a desaparecer.
“El señor Hernández se niega a devolver las sumas de dinero, lo cual constituye un detrimento patrimonial injustificado”, señala la demanda presentada por su abogado, Hernando Benavides.
El 2 de julio, Hernández se despidió en su cuenta de X (antes Twitter): “Hoy es mi último día como cónsul general de Colombia en México”. Tras la publicación de su mensaje, varios usuarios respondieron reclamando por deudas pendientes que, según ellos, Hernández tenía.
Es el caso de Angélica Dueñas, miembro de una asociación de colombianos en México, quien escribió: “Sr. cónsul, la palabra se honra. Usted tiene una deuda de 4.164 pesos con una organización social que no cuenta con recursos económicos. ¡No se vaya sin pagar!”.
A ella se sumaron propietarias de los apartamentos en donde había vivido, quienes sostienen que él les debe plata.
Hernández, por su parte, respondió que cumpliría con sus obligaciones financieras. “Mi sueldo no es tan alto como creen. Después de retenciones, recibo solo unos 11.000 dólares mensuales", comentó. "Sí, tengo deudas personales, pero he estado atendiendo cada una de ellas", agregó.
“Desde que llegué al cargo, han estado investigando mi vida, atacando al presidente por nuestra relación cercana. No es la primera vez que ocurre esto. No puedo ni hablar en el consulado; no sé cuál es la fascinación con mi vida. Todo lo que hago se sabe. Me están cobrando cosas, y a mí aún me deben depósitos”, se defendió el cónsul en los micrófonos de La W.
Estos casos generan gran ruido en la relación con México, un país clave en la agenda del presidente. Pero aún más: La salida de ambos diplomáticos en medio de escándalos representa un reto para el canciller, quien es responsable de la política exterior y porque, ambos están en el corazón de Petro. Hasta ahora han sido personas que gozan de la plena confianza del presidente, lo que complica aún más la situación.