Los escándalos de varios funcionarios importantes y muy cercanos al presidente Gustavo Petro son los que están constituyendo lo que él denomina un golpe blando. En realidad, es un golpe interno. Y no tan blando porque la corrupción está bien dura.
Representantes de la administración que, a sabiendas de su pasado oscuro o incluso conociendo su proceder ilegal actual, continúan en el gobierno con acceso a la administración de los recursos del Estado. Eso es inexplicable. Y es el caso de muchos funcionarios, pero nos enfocaremos en la gravísima trinidad formada entre los señores Sneyder Pinilla y Olmedo López, que ya salieron de la administración, y Carlos Ramón González que sigue en su puesto. Cual espíritu santo todo poderoso.
Vamos por partes, como el presidente Petro denunciando conspiraciones para intentar sacarlo de la Casa de Nariño, cuando muchas de las acciones para desestabilizar su gobierno vienen de su propia inoperancia y de la interna y eterna corrupción.
Primero lo conceptual. El mandatario ha denunciado lo que considera un intento de golpe de Estado en su contra, y lo repitió después de que el Consejo Nacional Electoral decidiera estudiar la ponencia de dos magistrados que piden formular cargos, debido a la presunta financiación irregular de su campaña electoral en 2022.
La idea de golpe blando se refiere a un grupo de técnicas o ataques no directos llevados a cabo por otros sectores políticos, ejecutivos o judiciales, con el objetivo de obstaculizar, irrumpir o desestabilizar a un gobierno. Pues bien, acá estamos demostrando que muchos de esos vienen de sus propios funcionarios, por sus actos ilegales.
Dirijámonos ahora a la práctica. El 23 de junio de 2023, se posesionó Sneyder Augusto Pinilla Álvarez, como subdirector para el Manejo de Desastres de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Ahí, el riesgo de desastre era evidente. En especial porque fuentes confirman que la hoja de vida de Pinilla fue entregada al señor Olmedo López para tener en cuenta, por el entonces director del Departamento Administrativo de Presidencia, Dapre, Carlos Ramón González, persona muy cercana al presidente Gustavo Petro.
“Carlos Ramón González prácticamente le dio la orden al señor Olmedo López de convertirlo en subdirector para el manejo de desastres de la Unidad de Riesgo”. Así lo establecieron tres funcionarios distintos de la propia Presidencia de la República, consultados por esta columna. Recordemos que las órdenes que vienen del Dapre, en ese rol de jefatura de gabinete, es como si vinieran de la oficina del presidente. Del mismísimo Petro celestial.
Pero echemos más para atrás para entender mejor la relación y cómo llegamos a esto. Sneyder Pinilla es de origen santandereano, departamento donde también nació Carlos Ramón González. Este último era el director del Partido Verde, antes de ser jefe del Dapre y ahora la cabeza de la poderosa Dirección Nacional de Inteligencia. Esto explica que altos giros de la Unidad de Gestión de Riesgo hayan terminado en zonas sin riesgo en el departamento de Santander, como Girón.
Como lo publicó un artículo de La Silla Vacía de febrero de 2022, titulado “Contratista, prestamista, y dueño del verde”, este exmiembro de la guerrilla del M-19, y su familia, cuentan con una red de relaciones y empresas que para ese momento habían ganado acuerdos por más de 14.000 millones de pesos con el Estado.
Por este elemento, llama mucho la atención que, según la declaración de renta de Carlos Ramón González, es uno de los hombres más ricos de este gobierno. Y aunque tener mucho dinero no es un delito, menos declarándolo, el hecho de pasar de ser un desmovilizado a tener un patrimonio registrado de 12.000 millones de pesos, es por lo menos inquietante por su historial.
Según el artículo de La Silla Vacía, “González tiene un pasado oscuro poco conocido. Por un lado, hace 18 años fue condenado por falsear documentos para volarse topes de campaña cuando era concejal. Y por el otro, su poder político despegó en alianza con el Tuerto Gil, un político condenado por parapolítica en 2012 y que hoy paga casa por cárcel investigado por intentar sobornar a un integrante de la JEP”. Dime con quién andas y te diré por qué eres primer espía de la nación.
Según el expediente de esa condena, el señor González fue acusado de usar una corporación llamada Alborada, que trabajaba con desmovilizados del M-19, para suscribir irregularmente contratos de vigilancia con el Instituto de Salud de Bucaramanga. Según se lee en el fallo, en esa entidad había sido nombrado César Bueno por recomendación de González. ¿Suena familiar? Bastante familiar.
En el expediente se demuestra que la supuesta fundación operaba en la misma dirección de la sede política de Carlos Ramón González. Fuera de eso utilizaban el mismo contador, por lo cual queda claro que los dineros de los contratos llegaron a sus manos y fueron utilizados en política, pero registrados a través de pagos a terceros con el fin de volarse los topes electorales de la campaña en esa época. La Alborada de la corruptela.
Dentro de los terceros que ayudaron a desviar los recursos está el nombre de Luz Dana Leal Ruiz, esposa de Carlos Ramón González y hoy en día directora nacional de Empleo y Trabajo del Sena, después de que fue candidata en las pasadas elecciones a la Cámara de Representantes por la colectividad verde. Sigue sonando todo muy familiar.
El poder del señor Carlos Ramón no solo ha servido para eso, ya que en la Asamblea Departamental de Santander se encuentra su cuñado, el señor Giovanni Leal Díaz, como diputado por el Partido Alianza Verde. Y fuera de eso, fuentes aseguran que González es amigo íntimo, muy íntimo, de Sandra Ortiz, la exconsejera para las regiones involucrada en el escándalo de la Unidad de Riesgo. Se va cerrando el círculo.
Por eso sigamos en Santander, que es donde hizo su dinero, y volvamos al vínculo con el señor Sneyder Pinilla, quien se desempeñó como alcalde del municipio de Sabana de Torres, en ese departamento, en los años de 2016 a 2019.
Ahí viene otra amistad importante con otro santandereano. Se trata de Alexander Angulo Ordóñez, actual coordinador nacional de Reasentamientos de la Unidad de Gestión de Riesgo, de plena confianza de Olmedo López y del propio presidente Gustavo Petro.
Sneyder Pinilla y Alexander Angulo Ordóñez se conocieron en las elecciones locales de 2015, en Sabana de Torres, cuando Pinilla era candidato a la alcaldía y Angulo aspirante al concejo, ambos avalados por el partido Alianza Social Independiente.
Aunque Sneyder Pinilla fue elegido alcalde de Sabana de Torres con más de 4.000 votos, un gran triunfo teniendo en cuenta que era la primera vez en carreras electorales, Angulo Ordóñez no corrió con la misma suerte y se quemó, obteniendo solo 92 votos, ya que era militante de Comunes, partido político de las antiguas Farc.
Sin embargo, Sneyder Pinilla no llegó al poder por su gran historial, sino por el apoyo del condenado clan Aguilar, que en ese momento ostentaban el poder en la Gobernación de Santander. Ya elegido, el entonces alcalde de Sabana de Torres comenzó a forjar nuevas alianzas políticas, esta vez con el exgobernador Didier Tavera, del Partido Liberal, y luego con el entonces mandatario de Floridablanca, Héctor Mantilla, del Partido Conservador. Pero su autoridad real venía de ser amigo íntimo, muy íntimo, de Richard Aguilar.
Por eso su alcaldía, al mejor estilo del clan Aguilar, se dedicó a entregar miles de millones de pesos en contratos a sus cercanos, que nunca ejecutaron los proyectos. Ahora nos vamos a centrar en uno.
El líder de Sabana de Torres y enlace político del partido Colombia Humana, Deiver Parra, reveló varias anomalías en un contrato firmado a principios de 2019, justo antes de concluir el periodo de Sneyder Pinilla. El acuerdo era destinado a la pavimentación de vías urbanas por más de 13.000 millones de pesos.
Aunque se adelantó un 40 por ciento de los recursos al contratista, desembolsando más de 9.000 millones de pesos, las vías nunca se hicieron. Adicionalmente, se efectuó un pago de más de 500 millones de pesos por una interventoría que no cumplió con su labor.
“Nos dejó únicamente elefantes blancos y sobrecostos. En el caso del contrato de pavimentación 259 de 2019, se presentaron varias irregularidades; parece que Pinilla adjudicó el contrato a la UT que ofreció el mayor valor, aunque el trabajo debía completarse en seis meses, y ya han transcurrido años sin avances”, comentó Parra consultado por los medios.
Ahí viene otro vínculo aún más grave. Esta vez con el señor José Guillermo Hernández Aponte, el Ñeñe, que era el narco que frecuentaba los círculos sociales de Bucaramanga y la región, por ser socio de empresas ganaderas en el departamento y propietario de una finca en Sabana de Torres.
Un audio del 4 de julio de 2018, obtenido en exclusiva por esta columna entre el Ñeñe Hernández y una persona aún desconocida, demuestra que se estaba discutiendo la comisión ilícita de un contrato de pavimentación por 4.300 millones de pesos de la alcaldía del municipio de Sabana de Torres. ¿Nos recuerda algo? En ese audio, el Ñeñe se refiere al alcalde Sneyder Pinilla como suyo, de su propiedad, y una persona que seguiría sus órdenes en el caso de corrupción que se estaba discutiendo. La conversación va así:
“Hombre no identificado: Primito te estoy llamando porque ahí hay una vaina en Sabana de Torres. ¿Es allá donde tienes la finca verdad?
El Ñeñe Hernández: Sí, sí.
Hombre: El man ese abrió una vaina de unos pavimentos por 4.300 (millones de pesos).
Ñeñe: ajá.
Hombre: Era para ver si no tenía candidato… y podíamos meternos ahí…
Ñeñe: ¿Esa vaina es por qué?
Hombre: licitación… licitación… licitación… hay que participar. Uno participa la cuestión es que el hombre le diga a uno no tengo candidato…
Ñeñe:
Hombre: Son unos pavimentos por 4.300.
Ñeñe: jjjmmm déjame averiguarte en seguida, si esa vaina es lo de Ronald, que Ronald lo ayudó a él y ese man está comprometido. ¿Ya me entiendes? Con este man…
Hombre: Bueno, pues es que ahí nos queda una plata muy importante…
Ñeñe: Ya yo te averiguo para saber si hacemos esa vaina…
Hombre: O si no, hablas con el man y le dices, bueno, se le ayuda, ¿oyó?
Ñeñe: El alcalde es mío, es muy amigo mío.
Hombre: Por eso me acordé de ti, enseguida. …
Ñeñe: Déjame ya te llamo y enseguida averiguo aquí.
Hombre: Listo, listo, porque ahí hay una plata grande.
Ñeñe: Chao”.
Poco tiempo después se entregó ese contrato de pavimentación, y se perdieron esos recursos. Y ahora que el señor Sneyder Pinilla negocia actualmente un principio de oportunidad ante la Fiscalía buscando inmunidad total por los hechos de corrupción en la Unidad de Gestión de Riesgos, es importante aclarar que debería responder penal y disciplinariamente por las graves denuncias en su contra como alcalde de Sabana de Torres, Santander.
Por eso terminemos por donde empezamos. Y para eso nada mejor que las mismas palabras del presidente Gustavo Petro en su acalorado discurso del pasado 1 de mayo, hablando del llamado golpe blando. “(…) Hay que detener el golpe que están cocinando. Ese golpe tiene unas fases. Una manera de hacerlo a la colombiana no es con los tanques de guerra sobre el palacio presidencial. Es con la mojigatería de los manzanillos. Es diciendo que superamos los topes electorales, fíjense ustedes. Los que se llenaron los bolsillos del dinero de la mafia del señor “Ñeñe” y de otros por el estilo…”
Así es. Los mismos que se llenaron los bolsillos con la corrupción que involucró a personajes tan oscuros como el Ñeñe Hernández, son las mismas personas que ahora están desfalcando en este gobierno, que llegaron a sus posiciones por recomendación u órdenes de personas muy cercanas al mandatario. Porque la corrupción no tiene derecha o izquierda.
Y en eso es importante aclarar que esa corrupción se puede dar de manera activa que es metiéndole la mano a robarse los recursos de los ciudadanos más necesitados como la población de La Guajira, o pasiva, que es sabiendo que eso está pasando por funcionarios cercanos e importantes y no hacer nada al respecto. Ninguna de esas puede permitirse, señor presidente, como tampoco se puede conceder ante cualquier tipo de golpe de Estado. Ninguno. Pero centrémonos en lo que sí está ocurriendo que es la corrupción y la ineficacia gubernamental y no tanto en lo que no está sucediendo que son los supuestos golpes en su contra.
@yohirakerman; [email protected]