
Medicamento Ozempic, utilizado para personas que padecen diabetes tipo 2.
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El 'boom' de la semaglutida: lo que hay que saber sobre Ozempic, el medicamento usado para perder peso
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La semaglutida, conocida comercialmente como Ozempic, se ha popularizado en los últimos años por su efectividad para bajar de peso. En Colombia solo se vende bajo fórmula médica. ¿Cuáles son los riesgos de usarla sin supervisión?
Por: Carolina Calero

En redes sociales la llaman “la inyección milagrosa” y celebridades como Oprah Winfrey y Elon Musk han admitido usarla para adelgazar. En TikTok, el hashtag #Ozempic acumula millones de visualizaciones con videos de transformaciones físicas. Esta tendencia global también llegó a Colombia, donde la semaglutida, más conocida por su nombre comercial, Ozempic, se puede pedir con un clic en plataformas de domicilios, eso sí, a un precio bastante alto. Aunque el sistema exige fórmula médica, los domiciliarios no la solicitan al momento de la entrega.
Aunque en el país solo está aprobada para tratar la diabetes tipo 2, Ozempic se ha convertido en un atajo popular para bajar de peso sin dieta ni ejercicio. Su uso desmedido, muchas veces sin supervisión médica, preocupa a las autoridades de salud, tanto por los efectos adversos como por el posible desabastecimiento para quienes realmente lo necesitan. Pero ¿qué es la semaglutida y cómo funciona?
¿Qué es el Ozempic y cómo funciona?
Ozempic es el nombre comercial de un medicamento cuyo principio activo es la semaglutida, una sustancia que imita una hormona natural llamada GLP-1, que se libera en el intestino después de comer, estimula la producción de insulina, disminuye la cantidad de glucosa en sangre y retrasa el vaciado gástrico, lo que genera una sensación de saciedad prolongada.
En términos simples, la semaglutida ayuda a controlar el azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2, pero también reduce el apetito, lo que ha impulsado su uso con fines estéticos para perder peso.
“Estimula la secreción de insulina y disminuye la de glucagón, ayudando a controlar esos niveles. También tiene que ver con la reducción del apetito y con disminuir el vaciamiento gástrico. Por eso los pacientes se sienten llenos, comen menos y bajan de peso”, explica la doctora María del Pilar Chacón, directora médica de la Asociación Colombiana de Diabetes.

El medicamento se aplica una vez a la semana mediante una inyección subcutánea. En Colombia, solo está disponible en su versión inyectable bajo el nombre comercial Ozempic. Según la doctora Chacón, “también existe una versión oral llamada Rybelsus, del mismo laboratorio, que tiene unas características especiales para su consumo”.
Por ahora, la semaglutida está aprobada en el país únicamente para tratar a pacientes con diabetes tipo 2 que, además, tengan sobrepeso u obesidad. “Nada más”, recalca la doctora Chacón. Además, advierte que su efectividad en el control de peso depende de un uso constante a largo plazo.
Entre la regulación y el uso estético: ¿hay desabastecimiento?
En Colombia, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) solo ha aprobado el empleo de Ozempic para el tratamiento de la diabetes tipo 2 en pacientes con sobrepeso u obesidad. Aunque su capacidad para reducir el apetito y facilitar la pérdida de peso ha hecho que su uso aumente con fines estéticos, esta aplicación no está autorizada oficialmente en el país.
“Lamentablemente, todo el mundo lo compra para bajar de peso. Lo recomiendan en centros de estética, lo recomiendan en todas partes, sin tener claro que no está aprobado para eso”, señala la doctora Chacón.
Según ella, el panorama actual tiene dos caras preocupantes: por un lado, la demanda del medicamento en el mercado particular ha crecido de forma exponencial; por el otro, esto ha tenido un impacto directo en el acceso para quienes realmente lo necesitan.
“Tristemente, como lo están utilizando de manera inadecuada, los pacientes diabéticos no están encontrando el medicamento. Hemos tenido crisis en donde no se consigue, y el laboratorio ha tenido que limitar su despacho”, explica.
Frente a esto, Erika Montañez, directora y fundadora de la Fundación Voces Diabetes Colombia, opina diferente, pues no hay reportes de desabastecimiento de Ozempic en Colombia. Además, dice que el país cuenta con una fuerte regulación farmacéutica.
“A través del Invima y el Ministerio de Salud, se solicitan reportes casi trimestrales de disponibilidad de medicamentos directamente a los fabricantes. A la fecha, la semaglutida no ha sido categorizada como desabastecida”.
No obstante, Montañez plantea una duda que comparten muchos pacientes: “¿Si el medicamento está disponible, por qué no se realiza la entrega a quienes lo necesitan?”. Según ella, esto podría estar relacionado con las tensiones financieras actuales del sistema de salud, que dificultan el acceso efectivo a ciertos tratamientos.
¿Y en Estados Unidos? El caso de Wegovy y la aprobación para perder peso
A diferencia de Colombia, donde la semaglutida solo está autorizada para tratar la diabetes tipo 2, en Estados Unidos este principio activo sí ha sido aprobado como tratamiento contra la obesidad. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) avaló en 2021 una versión específica de la semaglutida llamada Wegovy, desarrollada por el mismo laboratorio que produce Ozempic, pero diseñada exclusivamente para la pérdida de peso.

Wegovy se receta en casos de obesidad o sobrepeso con al menos una comorbilidad asociada, como hipertensión, diabetes tipo 2 o colesterol alto. Su fórmula y presentación son muy similares a las de Ozempic inyecciones semanales con diferentes concentraciones, pero su propósito es distinto y está respaldado por estudios clínicos enfocados en la reducción de peso.
"Wegovy es ahora el primer medicamento para la pérdida de peso aprobado también para ayudar a prevenir acontecimientos cardiovasculares potencialmente mortales en adultos con enfermedades cardiovasculares y obesidad o sobrepeso", declaró la FDA en ese entonces.
De acuerdo con la entidad, no debe utilizarse en pacientes con antecedentes personales o familiares de carcinoma medular de tiroides o en pacientes con una enfermedad rara denominada síndrome de neoplasia endocrina múltiple de tipo 2.
En Colombia, en cambio, Wegovy no está disponible, y como lo explica la doctora María del Pilar Chacón, “aquí solo tenemos Ozempic. Wegovy, que es el nombre comercial de la versión para obesidad, no ha sido registrada en el país”.
La diferencia entre los dos medicamentos no solo está en el nombre, sino en su indicación terapéutica, dosificación y seguimiento médico. En Estados Unidos, los pacientes que acceden a Wegovy también deberían hacerlo bajo control especializado.
Los riesgos del uso estético de Ozempic sin supervisión
Aunque para muchos parece una solución rápida y efectiva para perder peso, usar Ozempic sin control médico puede ser riesgoso. La semaglutida no es un producto cosmético ni un suplemento dietario: es un medicamento con efectos potentes sobre el metabolismo, que puede generar reacciones adversas si no se administra correctamente.
Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran: náuseas, vómito, diarrea, estreñimiento, fatiga, pérdida de masa muscular y deshidratación. También se han reportado casos más graves, como pancreatitis, problemas renales y alteraciones en la vesícula biliar. El riesgo aumenta cuando las personas ajustan por cuenta propia las dosis o combinan este medicamento con otros tratamientos sin supervisión profesional.

“Piensan que, porque la semaglutida es efectiva para bajar de peso, todo el mundo la puede recibir, y realmente no. Tiene efectos secundarios, sobre todo gastrointestinales. No voy a negar que tiene beneficios, pero esos están demostrados solo en pacientes con diabetes o con obesidad y comorbilidades”, señala la directora médica de la Asociación Colombiana de Diabetes.
Además, uno de los efectos menos visibles es el efecto rebote. Al dejar el medicamento sin un plan de transición y acompañamiento, el peso perdido puede recuperarse rápidamente, es por eso que se "necesita un manejo multidisciplinario con acompañamiento psicológico, nutricional y de medicina del deporte. Solo así el paciente puede mantenerse y no depender del medicamento para siempre", añade Chacón.
Por su parte, Érika Montañez advierte que si bien el uso de cualquier medicamento representa un riesgo, que lo adquieran por fuera de la prescripción médica expone aún más a los pacientes. Además, aconseja que, en caso de alguna situación adversa, se debe acudir directamente a un centro médico y reportar el caso a los comités de farmacovigilancia de las IPS, al fabricante y al Invima.
