La caja de compensación que siembra futuro en Antioquia al apostarle al campo

La caja de compensación familiar de Antioquia, Comfama, cuenta hoy con varios frentes de trabajo que buscan incrementar la relevancia y protagonismo del campo para contribuir así al desarrollo de las regiones del departamento. 

Desde la entidad entienden que el campo antioqueño es tierra fértil para las oportunidades, la competitividad y la modernización. Por eso, su objetivo es ser relevantes para las economías locales y regionales, al estimular procesos de formalización y tecnificación que se traduzcan en mayor productividad y bienestar para los territorios, las empresas y las familias.

Uno de esos caminos propuestos por la Caja es la Plataforma Agro, un programa que acompaña alrededor de 800 empresas del sector al brindarles una amplia gama de servicios como estudios de suelo, conexiones con mercados emergentes, prácticas sostenibles para la regeneración de sus procesos y una mayor competitividad. 

Desde empresas de aguacate hass hasta empresas lecheras se han unido a esta estrategia al evidenciar mejoras significativas en sus ingresos, aportándoles una mayor visibilidad frente a la competencia internacional y brindándoles la oportunidad de exportar sus productos y abrirse camino en los mercados por fuera del país. 

Pero no solo se limita a darles fuerza a las industrias que hacen parte de la plataforma, sino que también favorece a la generación de empleo formal en las zonas rurales y al cuidado del medioambiente, todo esto en una era donde las prácticas sostenibles se hacen fundamentales en la vida de las personas ante esta crisis climática.

El campo sigue creciendo y Comfama le seguirá apostando, pues 2024 fue un año lleno de crecimiento y acompañamiento para las regiones, donde Comfama logró brindarles más de 700 servicios a empresas.

Aprendizajes de la Plataforma Agro de Comfama 

En el suroeste antioqueño opera la empresa Eco Transformemos, un laboratorio que lleva diez años creando insumos para los cultivos. Tras el acompañamiento de esta caja, hoy logra priorizar la productividad y el cuidado de la salud de las personas, al reducir los daños que causan los fertilizantes, insecticidas, fungicidas en los suelos, alimentos y en los insectos.

Por otro lado, en el municipio de La Ceja, oriente antioqueño, se encuentra Magenta Farms, una finca de hortensias. Daniela Giraldo, su representante, visitó Floriexpo, evento realizado el año pasado en Miami que le permitió la visibilidad que la empresa necesitaba para ampliar sus exportaciones de flores a otros continentes, pues pasó de exportar únicamente a Estados Unidos, a hacerlo también a Corea, Rusia y Países Bajos.

Allí, se dieron a conocer por la comunidad de floricultores del mundo, también aprendieron sobre la cadena de producción de las flores y forjaron conexiones clave para crecer en el mercado internacional. Ahora, con Comfama de la mano, Magenta Farms busca seguir mejorando cada día y la manera de hacer sus prácticas más sostenibles, con la calidad de flores que tanto los caracteriza.

Biosuroeste: el campo también es futuro

En el suroeste antioqueño, más específicamente entre Valparaíso y Támesis, comienza a hacerse realidad la posibilidad de tener prácticas de ganadería regenerativas y otras estrategias que ponen el campo en perspectivas de futuro. 

Todo sucede en el Parque Biosuroeste, un modelo de desarrollo territorial regenerativo que desde 2021 entró en su fase de aceleración por parte de Comfama. Se trata de un espacio de inspiración, formación y conexión para empresas, familias, universidades, organizaciones, comunidades y Estado, donde lo empresarial y lo social se encuentran, donde la productividad y la regeneración se concilian.  

En Biosuroeste ya existen proyectos de investigación y experimentación con organizaciones como Fundación Nutresa, Fundación Bancolombia y, en alianza con la Universidad Eafit, se creó un Fondo para la construcción de un Observatorio de Suelos y Ecosistemas del Suroeste (Osesa) por un total de 500 millones de pesos.

También, a partir del programa Conectores de Progreso que se desarrolla desde 2021, y que ya tienen una red de 180 familias en cinco nodos veredales, se creó un ecosistema de agronegocios que busca impulsar el desarrollo de la economía de las familias campesinas. Este proceso, además de contemplar su seguridad alimentaria y la nutrición consciente, se proyecta hacia escenarios de comercialización que tienen el propósito de crear progreso socioeconómico.

Es este el panorama de por qué una caja de compensación le apuesta al desarrollo del campo: promover el progreso y el buen vivir para los habitantes de Antioquia.