La amistad de Gabo y Mario Vargas Llosa inició con intercambio de correspondencia, sin embargo, años después tuvieron una pelea que provocó que se distanciaran.
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Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez: una amistad que cambió luego de un puñetazo
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Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez fueron grandes amigos durante casi diez años, pero en 1976 su relación terminó abruptamente cuando Vargas Llosa le dio un puñetazo a Gabo.
Por: Gabriela Casanova
El escritor peruano Mario Vargas Llosa murió a los 89 años el 13 de abril de 2025, cuatro días antes del undécimo aniversario de la muerte del colombiano Gabriel García Márquez, con quien compartió durante años su pasión por la literatura y su triunfo en los premios Nobel de Literatura.
La correspondencia entre Mario Vargas Llosa y Gabo
Ambos no solo fueron protagonistas del llamado Boom Latinoamericano en la década de los sesenta, también se convirtieron en grandes amigos con el paso del tiempo. Todo inició en enero de 1966, cuando Gabo, desde México, envió su primera carta a Vargas Llosa.
“El productor de cine Antonio Matouk está entusiasmado con la idea de hacer en Perú La ciudad y los perros, dirigida por Luis Alcoriza (...) Por acá estamos impacientes por conocer La Casa Verde. ¿Cuándo se publica? Carmen Balcells, a su paso por México, estaba muy entusiasmada con los originales”, se lee en la carta, citada por la BBC.
A partir de ese día, los dos comenzaron a intercambiar correspondencia. “Pronto el ‘estimado’ dio lugar a ‘mi querido’, e incluso a ‘hermano’ o ‘hermanazo’”, dice el libro Las cartas del Boom (2023) sobre las misivas que se escribían. Incluso, entre cartas, surgió la idea de escribir juntos una novela sobre la guerra entre Colombia y Perú, a principios de los años treinta. Sin embargo, como ocurre con muchas amistades, algunos proyectos simplemente no se concretan.
Cuando se encontraron por primera vez
Tras poco más de un año de intercambiar cartas, Gabo y Vargas Llosa se conocieron personalmente en agosto de 1967, en el aeropuerto de Maiquetía, Caracas, Venezuela. Ambos habían viajado para participar en un congreso de literatura. En su libro García Márquez: historia de un deicidio (1971), Vargas Llosa recuerda ese primer encuentro:
“Nos conocimos la noche de su llegada al aeropuerto de Caracas; yo venía de Londres y él de México, y nuestros aviones aterrizaron casi al mismo tiempo (...) esa fue la primera vez que nos vimos las caras. Recuerdo la suya muy bien, esa noche: desencajada por el espanto reciente del avión –al que tiene un miedo cerval–, incómoda entre los fotógrafos y periodistas que lo acosaban”, escribió.
Según Vargas Llosa, desde ese día se hicieron amigos y compartieron las dos semanas que duró el evento.
El libro que escribió Mario Vargas Llosa sobre Gabo
El libro que Vargas Llosa escribió sobre Gabo, García Márquez: historia de un deicidio, fue su tesis doctoral para la Universidad Complutense de Madrid. En él, expresó su profunda admiración por el autor colombiano y su obra Cien años de soledad. En una entrevista en 1973, el escritor colombiano expresó con gratitud:
“Oye, ¡qué buen amigo es Mario, qué tipo, qué buen amigo! Mira que ponerse a escribir durante un año un libro sobre mí, dedicar un año de su vida a escribir un libro sobre otro escritor, uno con el cual se está en competencia directa, puesto que nuestros mercados son los mismos y nuestros lectores también. Mira, ¡eso no lo hace cualquiera! ¡Ese Mario es un ser aparte!”, cita también Las cartas del Boom.
El puñetazo de Mario Vargas Llosa a Gabriel García Márquez
La amistad entre Gabo y Vargas Llosa parecía inquebrantable. Se apoyaban mutuamente en sus proyectos y se admiraban profundamente. Sin embargo, los buenos momentos no duraron mucho.
El quiebre en su relación ocurrió el 12 de febrero de 1976, en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México. Ese día se proyectaba Supervivientes de los Andes, una película de René Cardona. Ambos escritores estaban presentes.
Cuando Gabo se acercó a saludar a Vargas Llosa, recibió un puñetazo en lugar de un abrazo. Días después, el escritor colombiano pidió al fotógrafo Rodrigo Moya que tomara una foto del hematoma, como registro del incidente.
Existen versiones que sugieren que el motivo fue personal y relacionado con Patricia, la esposa de Vargas Llosa, aunque nunca se confirmó oficialmente.
Años después, en 2014, el escritor peruano aseguró en una rueda de prensa: “García Márquez y yo tenemos un pacto tácito” y explicó que ese acuerdo consistía en “no alentar las chismografías” sobre su relación personal, y aseguró que respetaría ese pacto hasta el final, al igual que lo hizo Gabo.
Pese a la ruptura de una amistad que marcó una época, Vargas Llosa siempre reconoció el genio literario de su colega. Tras su fallecimiento en 2014, declaró a la prensa peruana: “Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua”.
