“La toqué en el sentido de que bailamos apretado”: Diego Cancino responde sobre denuncia de acoso sexual

Después de la denuncia que presentó Viviana Vargas contra el nuevo presidente de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Diego Cancino, el funcionario ofreció su versión en una entrevista en vivo con CAMBIO.

En conversación con la periodista Sylvia Charry, Cancino compartió su perspectiva sobre aquella noche del 9 de octubre en la que se encontró con Vargas en su apartamento. Según él, creyó que había una reciprocidad y, por ello, intentó acercarse para darle un beso, aunque reconoció que fue rechazado.

¿Por qué Cancino dice que hubo reciprocidad?

Tras el rechazo de Vargas, Cancino aseguró que le dio un breve espacio, que en todo momento se mantuvo dentro de los límites, pero para él lo que siguió en esa noche hacía parte de su "cortejo".

Cabe recordar que Vargas fue al apartamento del exviceministro en búsqueda de oportunidades de trabajo e intentó mantener la conversación en un tono laboral, según contó la contratista a este medio de comunicación. Sin embargo, Cancino aseguró que la conversación no tenía ese enfoque.

El funcionario reiteró que percibió señales de "empatía y cercanía mutua". Como ejemplo, mencionó que Vargas le había enviado un cuento sobre la resistencia femenina en la guerra y recordó que ambos cantaron juntos la canción "Bella Ciao". Además, añadió que sus conversaciones eran muy fluidas y que en ningún momento quiso irrespetarla.

“Yo jamás la irrespeté. Después de que intento darle un beso, bailamos con mutuo consentimiento. Un reconocimiento de que queríamos bailar. Bailamos de manera muy cariñosa y cercana. No la toqué sin su consentimiento nunca. La toqué en el sentido que bailé apretado con ella”, dijo.

Cancino no fue en claro en si tocó o no las partes íntimas de la mujer

Dado que el funcionario dio a entender que solo tuvo contacto físico con la mujer mientras bailaban, se le preguntó específicamente si le había tocado los senos sin consentimiento, como denunció Vargas. El exviceministro decidió no entrar en detalles, argumentando que lo hacía por respeto a ella, a él mismo y al proceso legal en curso.

Sin responder de manera explícita, afirmó: "Si Viviana se sintió mal por eso, si hubo ese disgusto, esa sensación negativa, era lo último que yo quería hacerle sentir. ¡Faltaba más! Si yo estaba cortejándola, si me gustaba, ¿cómo voy a generar fastidio o acoso?".